Este es la primera vez que leo una novela de Emilio Bueso. Hasta ahora, a pesar de su fama, no había terminado de conectar con él pues los dos o tres relatos que sí había leído del autor de Castelló no me habían entusiasmado por varias razones. Pero antes de embarcarme con aventuras transcrepusculares he creído conveniente leer la que fue la primera novela de ciencia ficción (recordemos que el autor es muy conocido también en su vertiente terrorífica) y que un servidor se compró hará cosa de cuatro años aconsejado por Librero del mal de Gigamesh. Y aun estaba en la pila...
Cenital es una novela post-apocalíptica. Y es una obra en clave pesimista, muy pesimista. Bueso nos habla de cómo Destral un día decide empezar a prepararse para la peor, para la caída de la civilización debido a la crisis, la falta de recursos energéticos, la presión demográfica etc. Destral puede ser un visionario o un ingenuo, pero lo cierto es que la clava y comprobamos a las pocas páginas de empezar la novela como todo se ha ido a pique. Destral funda un eco-aldea con capacidad para la auto-subsistencia de unas decenas de personas.
Emilio Bueso nos propone una novela a tres ritmos: El primero está anclado al presente y allí comprobamos como Destral y los suyos deben decidir sobre su futuro inmediato cuando llegan problemas. El segundo se centra en la historia del eco-pueblo y de sus personajes. Como llegaron allí, quiénes son, qué piensan, qué han perdido el camino. El tercer registro es su blog en internet cuando decidió ir a por todas y huir a un lugar remoto de la península Ibérica para montar su proyecto. A través del blog explicaba de forma realista - y por tanto pesimista- que al mundo le quedaban cuatro días y que quien no quiera verlo debería asumir las consecuencias. El blog era su herramienta para reclutar aspirantes a vivir con él y crear su proyecto de subsistencia.
Lo cierto es que la combinación de los tres tipos de lectura es fantástica pues da una visión global a destiempo de lo ocurrido y de dónde se encuentran ahora los protagonistas. Puede que a veces el hecho de cortar la acción del presente molesta un poco pero creo que es un experimento que funciona muy bien en términos generales. También debo reconocer que al final me he sentido más cómodo con la historia del eco-pueblo y sus personajes que con la trama del presente. Quizás porque la historia es más dura, más significativa, es la fotografía de unas personas que han tenido que cambiar el chip, de adaptarse a un nuevo mundo o morir. Y Bueso realmente narra estas experiencias con maestría, con empuje, sin contemplaciones.
Alguien pensará que la destrucción del mundo civilizado no puede producirse en el lapso de tiempo que nos propone Bueso - unos pocos años- Esto es imposible de saber. Porque al contrario de novelas como Apocalipsis suave de Will McIntosh donde la humanidad va decayendo de forma progresiva, sin grandes roturas, eso sí, de forma inexorable, en Cenital Bueso cree que este descenso sería un derrumbamiento precipitado y destructivo, fulminante. Sea como sea, pensemos lo que pensemos sobre estos planteamientos, la novela de Emilio Bueso es una gran aportación a las obras post-apocalípticas y pretende avisarnos que por el camino actual, nos tiraremos de cabeza a la destrucción.
Sólo puedo reprocharle un final demasiado abrupto para mi gusto. Un finalización sin posibilidad de estar de acuerdo o en contra pues resulta excesivamente cortante.
Ahora, sin embargo, ya puedo anunciar bien fuerte que Emilio Bueso me gusta, al menos en su vertiente de obras de gran recorrido (aunque seguro que no he leído ni mucho menos todas sus historias cortas). Ahora ya estoy listo para las aventuras transcrepusculares de las que tanto se ha hablado en los últimos meses.
Ya voy!
Eloi Puig
28/09/2017
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