Hugh Howey debe creer que le ha tocado la lotería pues que a un autor novel que comenzó a autopublicarse y a venderse vía amazon, de repente venda miles de libros por todo el mundo, parece una utopía sólo al alcance de unos pocos elegidos.
Lo cierto es que la novela, Espejismo - el título original es Wool (lana) - es una gran aventura post- apocalíptica que fue promocionada como pocos libros el año pasado. Minotauro ya lo tiene esto: Cuando cree en un producto y los astros se alinean lanza una campaña de promoción que ya quisieran los demás. Incluso han abierto una página web (http://www.cronicasdelsilo.com) donde se puede navegar e intentar averiguar más detalles de la novela.
Pero vamos a lo que interesa. Espejismo es, como decía, una novela aparentemente post- apocalíptica. Una historia sólida y con personajes creíbles. Una sucesión de capítulos cortos bien entrelazados y que te dejan siempre con el gusanillo de querer saber más. La trama argumental gira completamente alrededor del Silo, el lugar donde se ha refugiado la humanidad al completo desde hace siglos y el hogar donde intenta sobrevivir después de lo que suponemos ha sido un holocausto que ha hecho inviable totalmente la vida sobre la Tierra. El Silo es una estructura enorme la cual posee cientos de pisos, cada uno de los cuales está destinado a una actividad u otra: plantas hidropónicas, mecánica, informática etc... Toda el Silo está destinado a preservar lo que queda de la humanidad. Toda él queda enterrado bajo tierra, en el que suponemos son cientos de metros de profundidad y hasta kilómetros. Sólo desde la planta 0, donde hay una cafetería, se puede contemplar cada día la visión del mundo perdido, de la tierra yerma barrida por un viento tóxico, de las construcciones destruidas en el fondo del paisaje. Y todo ello gracias a unos sensores que envían imágenes a unas pantallas panorámicas del interior del Silo.
Pero estos sensores se van ensuciando y sólo hay una manera de limpiarlos: Saliendo al exterior y muriendo poco después de hacerlo. Los gases y las toxinas se encargan de que los elegidos para tan importante tarea sólo tengan unos minutos. Hasta hace poco, los reos, los rebeldes y los malhechores eran los miembros de la comunidad idóneos para hacer la limpieza y curiosamente siempre cumplían su misión, a pesar de saber que morirían a los pocos minutos. Ahora, el comisario jefe Holston ha decidido presentarse voluntario para la limpieza y para morir.
Howey ha estructurado la novela en cinco grandes bloques. Los tres primeros son historias que se van desenvolviendo y mostrando cada vez más aspectos de la vida cotidiana del Silo. Son capítulos protagonizados esencialmente por un individuo y que pasan el relevo a otra persona en el siguiente bloque. Las últimas partes ya forman una estructura no lineal donde el autor nos narra hechos que transcurren en diferentes lugares a la vez. Hay que decir que el gran motor de la novela es el misterio, el saber qué pasó en la antigüedad y como la humanidad ha podido sobrevivir bajo tierra tanto tiempo. Pero los enigmas que nos plantea Howey hay que sumar un trabajo muy eficaz a presentarnos unos personajes que a priori parecen estereotipados pero que los vamos entendiendo a medida que pasamos las páginas. Tanto Holston, como la alcaldesa, como Juliette son encarnaciones de diferentes aspectos del complejo sistema político que presenta el Silo. Cada uno de ellos actuará según sus creencias y talante pero el misterio del Silo siempre será mayor que la suma de sus esfuerzos. Howey parece que prepare el terreno para que un solo protagonista se alce y tome las riendas de la historia. Y así es, pero no debemos olvidar toda una serie de secundarios que le siguen y que también están muy bien perfilados.
El libro es muy notable a pesar de tener alguna pequeña variación de ritmo a favor de unas descripciones muy precisas pero que quizás no necesitan o algunos aspectos tomados más por los pelos como la relación casi platónica entre Jules y Lukas, demasiado prematura en mi opinión; o también algunos elementos y personajes del final que parece busquen la complicidad y emotividad con el lector pero que quizás quedan un poco fuera de juego - al menos que se usen en posteriores libros-.
Retrasçe la lectura de Espejismo porque el próximo marzo debe salir la segunda parte y quería tener esta fresca pero hay que decir en favor de Hugh Howey que ha sido capaz de cerrar con firmeza las principales líneas argumentales y que la novela puede disfrutarse plenamente sin quedar colgado.
Ahora espero con impaciencia la segunda y tercera parte (previstas ambas para este 2014). Espejismo ha sido una grata sorpresa dentro del género ya bastante explotado de la ciencia ficción post- apocalíptica.
Eloi Puig, 31/01/14
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