Poco a poco la telaraña que ha ido tejiendo Marc Pastor entorno a buena parte de sus novelas se va haciendo más densa y más resistente. Aunque no soporto esta comparación me imagino al autor como una araña con muchas patas escribiendo, tomando notas, documentándose e intentando concordar tramas, épocas, personajes y objetos que se irán repitiendo en sus novelas hasta conformar este universo propio con el que ya nos estamos acostumbrando. Un universo que gira sobre la épica lucha de dos empresas por el control del tiempo, las cuales se enfrentan en diversos periodos de la historia reciente a través de sus agentes o simplemente como trasfondo, como decorado donde otros personajes se sumergen en tramas llenas de exotismo y aventura. En este sentido Marc Pastor me recuerda - salvando las distancias y lógicamente la escala cósmica- a Fritz Leiber y sus guerras temporales que descubríamos en las Crónicas del Gran Tiempo.
Y Fasrishta, su última novela no es una excepción a la regla de compartir universo y viajes en el tiempo. Pero no os asustéis, como todas las novelas de Marc Pastor, ésta se puede leer de forma independiente sin ningún tipo de problema. Es más, mi mediocre memoria me ha hecho olvidar muchos detalles de otras obras que tienen vínculos con ésta y no pasa nada. Sí es cierto, sin embargo, que si las leyéramos seguidas, el conjunto lo disfrutaríamos aún más porque descubriríamos muchas conexiones escondidas entre las páginas.
Pero centrémonos en Farishta. Me atrevo a decir que esta es la mejor novela fantástica escrita por Marc Pastor hasta la fecha. Así de claro lo afirmo. Y no es que desmerezca las otras pues tanto El año de la plaga como Bioko me encantaron pero con Farishta me he transportado literalmente dentro de la mente de la protagonista de forma mucho más intensa, probablemente porque la estructura de la novela está dispuesta en forma de diario personal pero creo que también el autor ha sabido dotar de una gran vitalidad a Farishta, la chica afgana adoptada por militares rusos que en plena adolescencia estudia en París para posteriormente integrarse a los dieciocho años en un extraño proyecto en unas islas cerca de la polinesia francesa de mano de la compañía rusa Iefremov- Strugatski.
¡Oh sí! Como decía antes, los que hemos tenido el placer de leer antes a Marc Pastor, este nombre nos sonará mucho (al igual que la compañía Woodsboro Fields o nombres como Douglas Moriarty); de hecho posiblemente sólo por leerlo ya sabremos por donde tira la trama de la novela, ya vamos a sufrir un primer spolier. Al menos en mi caso recordaba vagamente algunos hechos de Bioko relacionados con ellos pero especialmente porque hace pocos meses leí el cuento "Ефремов- Стругацки" (Iefremov-Strugratski traducido del cirílico) que aparecía en la antología Cuentos desde el otro lado.
Volvemos al personaje de Farishta: La trama gira completamente en torno a esta chica de origen afgano. Su misión: pasar cuatro años en un atolón idílico del Pacífico sur asistiendo a varias familias con niños que viven en islas independientes e incomunicadas. Allí Faristha conocerá a Manse, el piloto del hidroavión que la llevará al atolón y también un miembro de la empresa que se encarga de la logística en las islas. Y poco a poco comprenderá que es extraño que unas familias vivan aisladas del mundo en un lugar tan remoto, con todas las comodidades pero en el fondo encarceladas sin ni siquiera tener contacto entre ellas.
Farishta irá escribiendo todos sus pensamientos en un diario personal, donde la intriga, los miedos pero también el humor y los deseos de adolescencia penetrarán dentro de nosotros como si estuviéramos allí mismp. Pastor ha hecho un trabajo encomiable en este sentido. Pero lo más importante es que el mismo diario es una parte clave del puzzle que poco a poco nuestra araña con barba va tejiendo. El diario es un recurso de la trama excepcional que se integrará en la historia perfectamente y formará parte plenamente de ella.
La novela, además, cuenta con información complementaria en forma de partes médicos, informes forenses, transcripciones sonoras e incluso dibujos infantiles o postales. Todo ello para dotar de más realismo y mayor verosimilitud al relato, para demostrar con pruebas y evidencias lo que está ocurriendo en el archipiélago misterioso. Es fantástico. Me encanta este detallismo.
La planificación, pues, es primordial en una novela que mezcla la aventura y la intriga con los viajes en el tiempo. Siempre siguiendo eso sí las reglas particulares que el autor ha diseñado, un hecho que encuentro de mucha coherencia y que me recuerda a otros autores que también han apostado por imponer normas a los viajes temporales, como la estadounidense Connie Willis por ejemplo.
Más cosas a comentar: Marc Pastor se ha definido a menudo como una persona culturalmente dispersa. Y esto en parte significa que le gusta introducir en sus novelas todo de referencias culturales propias que lo marcaron en el pasado o en el presente. En El año de la plaga ya comprobamos su vertiente cinéfila y de series de televisión y en este caso se ha decantado por ofrecernos otros gustos sobre grupos musicales de principios de los noventa como Nirvana, Bon Jovi o Police. A menudo podremos leer letras de canciones integradas en las conversaciones entre Farihta y Manse. Todo ello sin olvidar la vertiente literaria a la que hace homenaje constante (Moby Dick, Los miserables)
Farishta es pues una gran aventura de ciencia ficción disfrazada de exotismo aventurero que se adentra a explorar un sentimiento fortísimo como es la relación Padres-hijos. ¿Hasta qué punto harías cualquier cosa por ser padre (o madre)? ¿Hasta qué punto este vínculo te llevaría a decidir cambiar sin posibilidad de retorno el resto de tu vida? Son preguntas que poco o mucho nos hacemos al leer la novela y que posiblemente la reciente experiencia paternal del autor haya influido durante la escritura. Pero no olvidemos que este mensaje tan humano el autor lo sostiene con un puntal como son las aventuras y especialmente el viaje temporal y esto quiere decir que saboreamos la novela desde perspectivas diferentes, desde inputs de todo tipo, lo que aunque la enriquece más.
Excelente apuesta pues, para continuar narrando aventuras - cada vez de forma diferente- en este universo tan bien tejido que va camino de convertirse en uno de los referentes de la ciencia ficción catalana y si no dadle tiempo al tiempo y ya me diréis...
Eloi Puig, 07/03/2017
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