Parece que en los últimos tiempos, sin proponérmelo explícitamente, me haya decantado por leer historias de universos paralelos y de historias alternativas, todas ellas utilizando un elevado grado de fantasía onírica. Son novelas en general crípticas, que dejan mucha imaginación al lector para que escoja qué final le conviene más creer o decidir si la complejidad de la novela se merece un debate aparte. Desde clásicos como Fluyan las lágrimas, Dijo el policía, pasando por recientes a aportaciones más que notables como El sueño del Otro de Juan Jacinto Muñoz Rengel llegamos a uno de los títulos más originales e inclasificables de la actualidad: Osama de Lavie Tidhar, ganadora del prestigioso World Fantasy en 2012.
Lo primero que hay que destacar que es que el autor juega sobre seguro con un título así y una contracubierta que nos hace abrir los ojos de forma anormalmente codiciosa: En un realidad alternativa, Osama Bin Laden es el protagonista de una serie de novelas pulp de acción tituladas Osama: Vigilante, y escritas por un enigmático Mike Longshott. Estas novelas siguen toda una serie de atentados que realmente han ocurrido en nuestra realidad. Naturalmente la idea recuerda mucho a una de las principales obras de Dick: El hombre en el castillo, donde en una Tierra alternativa donde los nazis habían ganado la II Guerra Mundial, existía un libro que hablaba sobre nuestra realidad. Sea como sea, en Osama, una misteriosa mujer encarga a un detective privado afincado en el sureste asiático encontrar al autor de las novelas y para ello le proporciona crédito indefinido. A partir de ahí, Joe, nuestro investigador criminal seguirá una serie de pistas que le conducirán a Europa y EEUU para conocer la identidad de este autor.
La trama está planteada siguiendo muchos estereotipos de la novela negra, de hecho las descripciones y la ambientación parece extraída de un film en blanco y negro. Los tugurios de París, los pubs de Londres etc... nuestro protagonista se ve cada vez más inmerso en una trama que se va integrando en su interior, que va difuminando su realidad y que provoca que éste acepte los hechos extraños que observando como si fueran normales. La excelente ambientación, como decía, es de una opacidad sublime: La grisura del humo de los cigarros, el alcohol, los fumadores de opio, los diálogos cortos y enigmáticos, como si los personajes hablaran más telepáticamente que con palabras ... todo ello lleva a enturbiar la mente ya dudar de lo real y de lo que no. Incluso el autor se permite un guiño al lector en una escena donde aparecen en la misma frase "Rosa Púrupua" y "Cairo", haciendo evidente un pequeño homenaje a la película del Woddy Allen donde también los personajes atraviesan una puerta hacia otra realidad, la nuestra.
Que nos encontramos en un universo alternativo donde Bin Laden y Al Qaeda no existen se nota a través de pequeñas pistas (no existen ordenadores ni móviles, presidentes de países que no han existido nunca etc ...) pero lo que provoca que el lector no pueda detenerse mientras lee las desventuras de Joe es una combinación de factores que van más allá de la simple curiosidad por conocer más sobre la figura alternativa de Osama Bin Landen: Tidhar diseña la novela a través de capítulos cortísimos (siempre titulados como un fragmento de texto de estos) y encima el autor sabe escribir de forma hipnótica, de modo que sin plantearlo te vas leyendo capítulo tras capítulo como si nada y te acomodas a este extraño nuevo mundo que parece anclado los sesenta pero lleno de recursos propios.
Aunque me encantan las historias alternativas, las ucronías y los universos paralelos también debo reconocer que los finales abiertos me dejan un cierto mal sabor de boca. Prefiero las explicaciones racionales, por muy fantásticas que puedan ser. En este punto, Osama, es especialmente abierto, dejado al lector la ardua tarea de admitir que ha entendido o no del todo la propuesta del autor.
Hay que añadir, hablando de Lavie Tidhar que no es casualidad que haya escrito una novela de estas características. Tidhar ha sobrevivido a tres atentado de Al Qaeda ya que tuvo la mala suerte de estar siempre cerca de ellos. Que haya escrito esta novela que no deja de ser una forma de escapismo de la dura realidad que nos ha tocado vivir a todos, es significativo.
RBA-Literatura fantástica ha apostado por una obra compleja, tal vez incluso más de lo normal en este subgénero que son los universos paralelos, un paso valiente de la editorial, un atrevimiento que hay que reconocer porque Osama es una muy interesante novela pero no la veo apta para todos los públicos.
Osama pues, es una lectura crítptica, pero también adictiva, onírica, exigente y perturbadora-especialmente el capítulo "Historias de fantasmas" que por su sencillez y elegancia te produce escalofríos por todo el cuerpo-. Una obra distante, lejana en el tiempo y el espacio que nos puede servir para acercarnos a nuestra propia realidad.
Eloi Puig, 20/06/2013
|
|