Mi experiencia personal con esta novela es ambigua. Es una historia
de amor y desencanto. A finales del año 2000 leí Snow
Crash. Me sorprendió bastante. Una novela que parecía
puro entretenimiento sin más me deparó muchas sorpresas
y me descubrió un autor nuevo que decidí seguir de
cerca. La novela combinaba el humor con la ciencia y con la especulación
histórica. Una mezcla explosiva donde todo tenía cabida.
Más tarde me agencié La
era del diamante: Manual ilustrado para jovencitas y aunque
no alcanzó el nivel del primero vislumbré la mano
de Stephenson en una novela muy original, aunque no muy bien ligada.
Cuando me enteré que el autor había escrito un pedazo
de libro como Criptonomicón y que se estaba traduciendo
mis ojos se abrieron como si un dibujante de manga me hubiera hecho
una caricatura. Stephenson me tenía cautivado y este libro
se convirtió para mi en uno de los más esperados del
año.
Y después vino la jarra de agua fría: Ediciones B
publicaba el libro en tres volúmenes a un precio próximo
(creo recordar) en los 20€ de ahora. Pocas veces he visto un
libro supuestamente del género fantástico con tanta
difusión como éste. En la entrada de la FNAC había
centenares de ejemplares expuestos!!! Yo había visto la edición
en inglés en casa de un amigo y en un solo volumen y me indigné.
No exactamente porqué se dividiera el libro, si no por lo
exagerado del precio (en inglés costaba en torno a 7€
el libro entero). Siento decir que en un acto de rabieta prometí
no comprar el libro hasta que bajara de precio o saliera en edición
de bolsillo. Eso pasó lel año pasado pero entonces
las ganas ya no eran las mismas y finalmente me lo compré
en un saldo a 2€ cada volumen.
Ahora que lo he leído me indigno con otro aspecto: Se ha
vendido como una novela de ciencia-ficción (el editor lo
intenta justificar muchísimo en el prólogo) cuando
en realidad no lo es (según mi criterio): Que el autor se
invente un país (cuándo tampoco hacía falta
teniendo el sultanato de Brunéi al lado) y especule un poco
en informática avanzada no me da la sensación de estar
leyendo una novela de CF, como mucho un thriller histórico
con algun elemento de CF. ¿Es eso un problema? De ninguna
manera. Pero que Ediciones B haya colado Criptonomicón en la colección Nova se debe a criterios puramente comerciales:
El autor es conocido por los lectores de CF y el libro tiene unas
críticas y una |tirón que posiblemente lo conviertan
en Best-Seller. Pongámoslo en la colección Nova, decimos
que es un libro de CF y así vendemos más. Además
si colocamos el subtítulo "La novela de culto de los hackers" además de los freaks de la CF/Fantasía
también la leerán los freaks informáticos.
Bien, ya me he desfogado. No perdamos más el tiempo porque
el libro se merece más de un comentario. Stephenson ha creado
una novela ecléctica, un thriller histórico y científico
muy ambicioso. Demasiado. La novela pretende ser una introducción
a los sistemas criptográficos actuales y los utilizados durante
la Segunda Guerra Mundial pero también profundiza en economía
a gran escala, en historia y en temas sociales. Stephenson nos ofrece
cuatro líneas argumentales entrelazadas en dos momentos temporales:
Tres líneas ubicadas en la Segunda Guerra Mundial, tanto
en la lucha en Europa como en la guerra en el Pacífico, que
nos presentan a tres personajes muy diferentes: Waterhouse, un genio
matemático especializado en criptología; Shaftoe,
un soldado americano que no sabe en qué consisten sus misiones
y Goto Dengo, un soldado japonés llamado a construir un "agujero"
, un pequeño misterio que es el vínculo entre todos
los personajes. En la época actual, la era de la informática
y de las comunicaciones, tenemos a Randy Waterhouse, nieto del criptógrafo
que luchó 50 años atrás, un nuevo yuppie de
la era internet a través del cual podemos observar como se
crean y se detruyen las nuevas compañías semi-virtuales
de comunicaciones. Estas relaciones familiares quedan completadas
por Amy Shaftoe (nieta del soldado Shaftoe) y de otras pequeñas
sorpresas que prefiero no revelar. Hay que agradecer al autor que
haya incorporado personajes del Eje, como el mismo Goto Dengo y
también a alemanes que muestran su punto de vista durante
la guerra.
Tenemos por una parte los hechos históricos de la guerra,
enfocados desde el punto de vista de tres personajes y donde Stephenson
nos instruye en cómo funcionaban algunos códigos criptográficos
como la famosa Enigma, utilizada por el Eje, que fue descifrada
por los aliados pero que provocaba la paradoja de decidir cuándo
se utilizavan los conocimientos del código y cuándo
no para que los nazis no supiesen que Enigma se había descifrado
(en la divertida novela Por
no mencionar en el perro también podemos ver esta controversia).
Y por otra parte, la infomática más puntera (quizás
incluso anticipativa) nos la muestra Randy Waterhouse: Los modernos
sistemas de criptología y de ocultación de datos,
el mundo de los hackers informáticos y en definitiva cómo
ha evolucionado el cifrado y el descifrado de datos en sólo
medio siglo. Una trama empresarial y de altas finanzas que no me
enganchó y que creo que no conserva una buena estructura
narrativa, que se hace pesada vaya. Stephenson idea un vínculo
argumental entre los dos momentos de tiempo para mantener una coherencia.
No encuentro que sea una mala idea pero creo que tendría
de haber sido más conciso pues a veces la novela se pierde
entre demasiadas subtramas y no se centra en los hechos importantes.
Como decía,Criptonomicón es una novela muy
ambiciosa, basta, pero también elegante y muy bien escrita.
Stephenson tiene el mérito de no aburrir durante casi 1500
páginas pero su ambición da lugar a que la tensión
se vea reducida en capítulos y situaciones muy concretos
(sobre todo hacia el final). O sea: La novela no engancha, la tensión
es mínima. Nos encontramos delante de un tratado de criptología
que intenta seguir una estructura narrativa, la cual consigue interesarnos
mucho, pero que no provoca emociones ni tensiones. El hecho mismo
de que no todos los personajes tengan el mismo peso en la obra ayuda
en este sentido. Por ejemplo, al principio se nos describe mucho
a Waterhouse (el mejor definido de todos: Entrañable, inocente
pero terriblemente listo) pero en el último tercio de la
novela casi ni aparece. Estas disparidades (que también afectan
a los otros personajes de la Segunda Guerra Mundial) provocan una
ruptura en el ritmo narrativo y en la estructura de la novela.
Eso sí: Stephenson es un virtuoso de la prosa, da la sensación
que se pone a escribir y que no para ni para respirar, incorporando
incisos y situaciones que parece que le venga por inspiración
divina y que no tiene nada a ver con la novela. A menudo, estos
incisos en la trama que escribe el autor son divertidos y amenos,
narrados con aquel tono irónico que ya utilizó en Snow Crash y utilizando referencias tanto del mundo freak que lo sigue (lectores de CF/fantasía) como del mundo informático;
parece querer contentar a ambos tipos de seguidores (aunque muy
a menudo son los mismos). Pero estos incisos tienen un doble cara.
Sí, a menudo son divertidos y curiosos pero otras veces son
más pesados, y más cuando ves que todos ellos no tienen
nada a ver con la trama, y eso da lugar a que la tensión
que mencionaba antes desaparezca y que el argumento cueste de avanzar.
Una buena novela que queda lejos de ser perfecta salvada en buena
parte por la habilidad narrativa de Stephenson y porque este se
mete en temas bastante interesantes. Peca de larga y de falta de
tensión narrativa. Prefería el Stephenson más
conciso de Snow Crash, aunque le reconozco un gran talento
narrativo.
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