LA REPÚBLICA PNEUMÁTICA
(2015

Jaume Valor Montero

Editorial:
Penguin Random
House
(2015)

Colección:
Fantascy

Núm: ---

Páginas: 457

Lecturas relacionadas:

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(en catalán)

Otras ediciones:

2015 Cruïlla (Catalán)

De todas las ucronías posibles por imaginar, sin duda esta es una de las más fascinantes que me he encontrado nunca, una de las que más especula con la historia pasada para abrir nuevos horizontes a la imaginación del lector. Jaume Valor nos presenta la primera parte de una trilogía lanzada a captar la atención de cualquier persona que se crea amante de la aventura. Una historia verosímil donde el imperio romano tiene en su poder un descubrimiento científico que anima a sus gobernantes a utilizar la tecnología para convertirse en una civilización nunca vista por nuestros ojos, una civilización que ya en el siglo III posee la técnica del vapor y por tanto una superioridad armamentística y tecnológica que contrasta con el lento desarrollo de los pueblos vecinos. Estamos ante una nueva república romana como nunca antes ha sido imaginada: La República Pneumática.

El punto Jonbar, el evento que ocasionó el desvío de nuestra línea temporal, se traslada al momento en que los inventos de Herón captaron la atención del emperador Claudius. Y en especial la nueva técnica para mover máquinas a través del vapor. Sí, aunque parezca mentira, nos encontramos ante una novela steampunk a la romana.

El autor escribe una obra muy amena, fácilmente digerible y de rápida lectura, protagonizada por un joven originario de Caesaraugusta (Zaragoza) que se ve inmerso en un complot que no puede comprender en una primera instancia y del que se deriva el encarcelamiento del su padre. Marcus Novus se ve obligado a viajar - en caravana de vapor, claro- hacia la capital de la región: la contaminada, cosmopolita y desenfrenada Barcinomagna, la capital de Hispania. Allí encontrará amistades y ayuda pero también conocerá la miseria y la desesperación, mientras aprende técnicas de meditación y lucha orientales, se maravilla por las calles de la capital y el complot se va haciendo cada vez más grande e imprevisible. Allí, rodeado de los humos de carros de vapor, dirigibles que sobrevuelan el cielo gris y un inmenso repertorio de chusma de los barrios bajos encontrará las respuestas que buscaba, aunque no eran las que esperaba.

La novela tiene, especialmente al principio, un marcado acento juvenil; no sólo por el protagonista y su visión del mundo; sino también por sus planteamientos y la rapidez en que la acción se convierte en protagonista. No es el mejor inicio posible pues el lector se ve enseguida arrastrado a una aventura de la que sabe muy poco y no se identifica todavía con el protagonista Marcus. Este y su fiel autómata Hoc- que no es otra que la voz de su conciencia- se ven arrastrados a un aprendizaje poco corriente por parte de una enigmática posadera originaria de Ch'in que enseña unas lecciones de inspiraciones cinematográficas, y que irremediablemente asociamos a nombres como Karate Kid. Poco a poco las aventuras de Marcus Novus se vuelven más oscuras y pasamos a otra parte de la novela que sigue más los pasos, -bastante tópicos por cierto- del chico perdido en la gran ciudad que es estafado o maltratado por la escoria de la misma. Es un recurso que por un lado otorga una visión realista de la vida miserable de los mendigos, pero que también se encajona en un tipo de novelas que hemos leído mil veces, desde Dickens a Rothfuss y que nos dejan un sabor de dejà vu.

Hasta que no llegamos aproximadamente a la mitad de la novela no se nos plantean los verdaderos temas políticos derivados de la ucronía propuesta por el autor: La tecnología del vapor, la lucha interna del poder de Roma, tanto en su vertiente política como en la espiritual - la religión gira alrededor de la pneumática y el cristianismo no se ha desarrollado- pero sobre todo con respecto a la tensión con el otro gran imperio del momento: el chino, en el lejano oriente; el único que puede hacer sombra a los romanos. Aquí es donde la carcasa un poco estereotipada de las aventuras de Marcus se deja atrás - por suerte la voz de la conciencia de Hoc también- y las tramas se vuelven más serias y consistentes. El autor ya había esbozado, mediante pinceladas, el tratamiento del racismo y la xenofobia, las desigualdades sociales en el imperio, la corrupción etc ... pero es a partir de esta segunda mitad cuando he disfrutado más de la ucronía porque valor se centra en dar protagonismo a la realidad que rodea el Imperio.

He comentado antes que la lectura de La República Pneumática es clara y amena. Y así es. El ritmo, sin embargo, no es constante. Más que el ritmo, la resolución de ciertas tramas. A veces el autor se entretiene mucho en algunos aspectos y otras veces los fulmina en un párrafo. Ejemplos de esto mismo: El final de las peleas con cierta tribu urbana y su líder, que se resuelven en un momento y con un simple diálogo in extremis. Poco creíble. O algunos momentos tensos en una batalla en dirigible al final de la novela donde va todo rodado, donde Marcus habla con personas de forma precipitada, como si nada, dando órdenes y resolviendo situaciones en las que no está acostumbrado a desenvolverse. Es aquí donde se ve poco explotada la tensión que debería existir y se decide todo de forma precipitada, como queriendo pasar página demasiado rápidamente.

En general se echa en falta un poco de mano dura con nuestro protagonista pues la mayor parte de las cosas le salen bien; quizás peca de ser demasiado inteligente para su edad, a pesar del poco mundo que ha visto y experimentado. Otro punto que no podía evitarse es conocer como se pretendía desatar el ataque, el complot político, que es el eje por donde se desarrolla esta primera novela. Enseguida adivinamos cuáles son las nuevas armas que se utilizarán aunque como es lógico los protagonistas no puedan saberlo. No es un error ni mucho menos y de hecho lo encuentro bien lógico, a pesar de la falta de sorpresa para el lector.

La república Pneumática es una primera novela de una trilogía bastante ambiciosa, donde las descripciones meticulosas de la sociedad romana y su tecnología contrastan con la especulación, más que fascinante, de un posible enfrentamiento con el imperio chino. Trifulcas de palacio, aventura y grandes dosis de heroísmo, donde los buenos son muy buenos y los malos se les ve a la legua. La novela ha sido publicada al mismo tiempo en catalán y castellano y tiene méritos para iniciar una historia de aquellas, que recordaremos bastante tiempo. Dependiendo del tono que imponga Jaume Valor en los siguientes volúmenes podría convertirse en una obra de referencia en este tipo de historias alternativas.

Eloi Puig

14/05/2015