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¡Bienvenidos a Oasis! Entrad en el entorno virtual más real que se haya creado nunca! Descubrid sus miles de facetas: Jugad, evolucionad, combatid, pero también estudiad, relacionaros, inviertid, negociad ... desconectad de vuestra mísera vida para disfrutar de lo que la tecnología os puede ofrecer: el olvido del mundo real.
Este sería un posible eslogan que definiría bastante bien el invento del siglo ... no, del milenio: Oasis, un entorno virtual gratuito donde la humanidad se sumerge cada día para huir de la dura realidad: un futuro distópico, donde la violencia, los robos, la superpoblación y la falta recursos ha llevado a la Tierra a una profunda crisis. Por suerte Jim Holliday, un genio de la informática, un enamorado de los videojuegos, los juegos de rol, de la tecnología, de las películas, series y en definitiva de toda la cultura pop - especialmente de la década de los 80 - ha creado el entorno ideal donde refugiarse. Y todo de manera eficiente, gratuita y sin letra pequeña.
Pero Halliday ha muerto y además sin descendencia y tal cual les pasaba a los reyes medievales, los buitres - multinacionales que quieren acaparar Oasis para cobrar tasas, para controlar su acceso y en definitiva para dominar a sus usuarios- se lanzan para descubrir el secreto que ha dejado el genio desaparecido: Un tesoro de valor incalculable, al alcance del primero que resuelva los rompecabezas que diseñó antes de morir. La cacería ha comenzado.
Y cuando Ernest Cline, el autor de esta fantástica obra, nos abre las puertas de su libro, la cacería ya hace 5 años que dura y nadie ha podido resolver la primera pista que dejó Halliday en su último video televisado. Tanto los gunters - cazadores internautas, avatares de gente que malvive en el mundo real pero que que viven literalmente conectados a Oasis acaparando los gustos de su creador para encontrar pistas que les conduzcan al tesoro-, como los sixers, los avatares de los trabajadores de las multinacionales, no han descubierto nada de provecho. Pero todo cambia cuando Perzival, el nombre en Oasis de un chico llamado Wade, que malvive en una caravana en Oklahoma, descubre la primera pista que no sólo revolucionará Oasis, si no toda la humanidad.
Player Ready One es una inteligentíssima novela de ciencia ficción, donde el 90% de sus páginas ocurren en mundos virtuales recreados a imagen y semejanza de los gustos de su creador: Los años 80. ¡Y sí! Esta es una novela especialmente recomendada para todos aquellos que rozamos los cuarenta o que los han pasada hace poco, pues las referencias a los videojuegos, películas, series y cultura de aquellos años está presente en cada página. Y qué queréis que os diga: Te lo pasas muy bien cuando entras en el juego nostálgico de Cline.
Pero además, la parte narrada en el entorno real, en un EEUU devastados por la falta de recursos, es perfectamente creíble. Ernest Cline demuestra una imaginación desbordante en sus mundos virtuales pero también escribe con mano firme cuando tiene que hablar del mundo de verdad del año 2044. Ready player One es una distopía en toda regla, amenizada por las aventuras de Parzival y sus contrincantes en busca del tesoro de Halliday. Y es que los vínculos con la mentalidad de las series y películas de los 80 son evidentes incluso en la estructura de thriller con pinceladas amorosas, momentos dramáticos y escenas de honor y orgullo adolescente.
Perfecto en todos los sentidos, la novela además cuenta con una prosa fluida que te entra de forma suave pero penetrante. No parece una primera novela de un autor que seguro ha tenido que hacer largas horas de investigación para poder ofrecer con este detalle información sobre películas, videojuegos o juegos de rol. Claro que quizá es un friki muy grande. De hecho, su foto de contraportada, a pies de un Delorian clavadito al de Regreso al futuro evidencia por dónde pueden ir los tiros.
No os la perdáis, yo casi lo hago por la ignorancia. Suerte que mi librero, Jordi Jimenez, insistió y creyó en ella. Leed, reflexionad, añoraos, flipad ... pero sobre todo disfrutar de una de las mejores lecturas que he tenido el placer de saborear en los últimos tiempos.
Eloi Puig
07/04/12
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