Leer Mercaderes del espacio ha sido una grata sorpresa.
En primer lugar porqué me esperaba una novela divertida de
aventuras y conflictos estelares (un Space Opera vaya) y
me he encontrado con una distopía en toda regla. Y en segundo
lugar porqué veo que la visión futurista que se tenía
Frederik Pohk en los años 50 era totalmente acertada.
Mercaderes del espacio está escrita con maestría
de la buena: Se adentra en una futura Tierra totalmente dominada
por las empresas (Como el caso de la Goma-Cola), las cuales tienen
el verdadero poder de los gobiernos y donde el mundo de la publicidad
es el que domina el mercado... porqué la sociedad está
dividida en Consumidores y Productores/ Ejecutivos. Los primeros
representan un 94% de la población y están sometidos
a consumir todo lo que se les vende.
Muy interesante es la reflexión que hace Pohl en esta obra:
La escasez de los recursos naturales de la Tierra, casi totalmente
agotados por la consumición masiva contrasta con la inmensidad
de productos que no son de primera necesidad pero que la gente necesita
constantemente para poder vivir... coches a pedales, restaurantes
que dan proteínas para cenar y en cambio lujos superfluos
en todas los hogares.
Realmente, Mercaderes del espacio se acerca mucho más
a nuestros tiempos que no otras distopías famosas como 1984 o Un Mundo feliz: El consumismo
masivo y la excesiva libertad de las grandes empresas son el eje
argumental de esta dinámica novela.
Digo dinámica por que el planteamiento de Pohl no era realizar
un ensayo sobre "lo que pasaría si...", si no más
bien una intrigante novela sobre esta sociedad que acabo de describir
con una trama bien construida y para nada aburrida.
|