La revista Catarsi llega al número 17 con grandes cambios y con contenidos muy interesantes que la hacen un poco diferente al resto de números publicados hasta ahora.

Para empezar hay que hablar de la nueva estética: cambio de logo, diseño de portada, fuente etc. Se trata de una renovación que han llevado a cabo los editores aprovechando que la revista también pasa a llamarse Catarsi, la revista de la Sociedad Catalana de Ciencia-ficció i fantasia. Catarsis nació en los encuentros de las Ter-Cat, las Tertulies Catalanes de ciència-ficció i Fantasia. Ahora, diecisiete números después se ha creído conveniente que la revista se asociara a la SCCFF siguiendo esta corriente que intenta unificar y cobijar este tipo de iniciativas con la SCCFF. Así pues ha sido un buen golpe de efecto retocar el aspecto visual de la revista e introducir cambios. Por ejemplo la ilustración de la portada por primera vez no tiene nada que ver con ningún relato del interior.

Pero también me gustaría hablar de los cuentos que aparecen en este decimoséptimo número. Tienen un punto en común, a mi entender: la originalidad (sea de planteamiento o por las ideas que exponen). Ciertamente es un número con más relatos de lo normal -siete- y que me ha parecido bastante completo, especialmente por este elemento de originalidad del que hablaba y por su ecléctica elección.

Quizás el primer relato es el más flojo, no obstante. "Esperit pioner“ (Espíritu pionero) del veterano Frank Roger es un cuento que nos quiere hacer un guiño, que busca nuestra complicidad para que aceptamos que un par de hechos históricos casuales protagonizados por los vikingos puedan significar algo más. Sí, es un cuento simpático pero que no deja de ser algo simple.

Hugo Camacho nos presenta dos cuentos bajo una perspectiva humorística. El primero es "Compartiu, sisplau” (Compartir, por favor), un relato corto sobre la posible desaparición de una red social donde hay descargadas las mentes de muchos internautas. No es por la labor literaria pero lo he encontrado muy divertido y como decía, original, intentando emular las conversaciones que se pueden tener en facebook entre amigos, seguidores y trolls. Demasiado corto incluso. El otro cuento, "Sammy" busca también el chiste final. Se trata de una historia erótica sobre un consolador que parece tener objetivos diferentes a los esperados. Demasiado corto también para mi gusto y con un final poco sutil pero muy entretenido.

Geoffrey W. Cole nos aporta el momento de ternura con "Ensenyant a llegir al Bigfoot” (Enseñando a leer al Bigfoot), un buen cuento escrito en primera persona y en forma de diario personal sobre la vida de un niño establecido en la luna en condiciones precarias y su anhelo de viajar un día a la Tierra. Por este motivo escribe cartas al Bigfoot (que según él tiene tantas posibilidades de ser leída como si escribiera a Papá Noel o a Jesús). Posiblemente la mejor narración de la presente revista.

Pero si en este último cuento nos acercaba a la ternura, "L'últim autobús” (El último autobús) es una aproximación al surrealismo cuántico. Ana Alcalde lo firma y nos propone un ejercicio de imaginación desbordante en una brevísima historia de universos paralelos. La prosa demasiado compacta para mi gusto pero la idea general me ha atraído bastante.

menut nos presenta "L'últim despertar” (El último despertar). Es la apuesta de este Catarsi 17 por el terror y por el gore, un elemento muy presente en muchos de los relatos de este autor. Esta vez la premisa es básica: Un zombi que despierta y comienza contemplar lo que le rodea. No, no es aquí donde radica la originalidad del texto. Porque sí es cierto que tenemos una típica y tópica historia de zombis pero la clave del relato recae en que las conciencias de los muertos vivientes siguen funcionado y contemplan impasibles como los cuerpos que hasta hace unas horas les pertenecían, ahora se mueven solos y actúan por su cuenta. menut ha sabido aplicar suficientes elementos de terror para que esta idea sea fructífera y nos topamos con una historia de zombis contada bajo otra perspectiva. Muy bien por la idea; de hecho me atrevería a decir que da para más.

Y finalmente nos encontramos con el relato más perturbador y curioso de la recopilación: "El dia de la cangur” (El día de la canguro) de Leah Cypress. Una historia que casi no podríamos ni etiquetar como ciencia ficción si no fuera por que los hechos que se relatan no ocurren en nuestro presente.. todavía. En un futuro que suponemos no muy lejano las madres y padres trabajan muchas horas fuera de casa, lo que equivale a decir que los niños pequeños necesitan canguros prácticamente todo el día. Los vínculos emocionales de los niños con sus niñeras llegan a tal punto que a menudo se las quieren más que a los propios padres. Esta es la batalla de una madre divorciada para retener la custodia de su hijo cuando su canguro la reclama. Un hecho que según la ley puede dar lugar a que el niño cambie de madre si se demuestra una afinidad mayor por la canguro que por la madre. Muy interesante y muy bien escrito - la mejor prosa de la recopilación sin duda, quizá ayudada por la traducción de Clara Boia-. Un buen relato que puede dar lugar a muchos debates éticos.

Una Catarsi 17 que si bien, no destaca por su alta literatura - excepto quizás por la de Leah Cypress- pero sí para aportar muchas ideas nuevas y momentos muy surrealistas.

A partir de ahora la revista Catarsi se entregará gratuitamente a los socios de la SSCFF, la Societat Catalana de ciència-ficció i fantasia. El resto lo pueden seguir comprando a través de la web http://www.catarsi.cat o los puntos habituales de venta como la librería Gigamesh.

Eloi Puig,

04/06/2016