LES ALES
DE L'ARNA
(2020)

Andreu Grau

Editorial:
Hermenaute
(2020)

Colección:
Medea

Núm: ---

Páginas: 268


Otras ediciones:
No existen ediciones en castellano

Esta es una de esas novelas que me provocan sentimientos enfrentados, que me descolocan un poco en mi valoración final porqué no se si he acabado de entender lo que se me ofrecía o si precisamente lo he entendido demasiado bien.

Las ales de l’arna de Andreu Grau es la cuarta incorporación de la editorial Hermenaute a su colección Medea, dedicada al fantástico. Lo curioso es que no es tan evidente que la novela navegue por este tipo aguas y más de una vez y de dos me he preguntado si los editores no se habían equivocado al ponerla en esta colección.

Nos encontramos en una Barcelona de un futuro cercano, una capital de una Catalunya ya independiente pero que se ha sumergido dentro de los imparables corrientes de la globalización mundial. Una tendencia que sigue las principales ciudades del mundo y que están pagando en forma de pérdida de autenticidad. El autor nos introduce pequeños detalles que definen y configuran esta Barcelona más cosmopolita que nunca, pero también critica el exceso de turismo como un síntoma más de decadencia y que acentúa los problemas medioambientales que se están generando en todo el planeta debido al cambio climático: tsunamis, crecimiento del nivel del mar, tifones, etc

En medio de este descenso en el confort climático, que si bien es gradual, también parece inevitable, encontramos a nuestro protagonista. Emil Julià es un coacher, un gurú, un predicador si deseáis. Él afirma que tiene un poder que ayuda a sanar a mucha gente, psicológicamente hablando. Pero Emil a sí mismo se dice que no, que las terapias espirituales que practica son un engaño, un fraude, que su verdadero don es el de la palabra, el de la manipulación de los demás.

(...) "Era increíble la disposición que tenía la gente a encontrar un salvador. Porque él, sin tener ningún tipo de idea, aprovechaba para darles consejos y comenzar a poner en práctica las dotes de seducción." (...)

Emil tiene una fobia extrema que le viene de adolescente: No puede salir de los límites de la ciudad. Si pone un pie fuera de las fronteras municipales le entra un sudor frío, vomita, se retuerce. Hace muchos años que no ha salido de Barcelona y aprende a convivir con su fobia mientras también se dedica a proporcionar calor y terapia a quien lo desee.

(...) "Los saludos entre las compañeras de seminarios le fascinaban particularmente, aquellos abrazos y besos, aquel amor platónico, casi sectario, Vivían una especie de comunión entre todas ellas que las tenía medio drogadas, especialmente las gordas y feas, que se besaban como si fueran flores del paraíso. Sin duda dar amor a aquellas focas era una buena manera de hacer que los euros siguieran chorreando. "
 
El autor nos narrará la vida diaria del Emil y repasará también su pasado, desde pequeño hasta cómo se convirtió en una persona aclamada y seguida por cientos de personas que necesitan de su ayuda espiritual. Y el autor, Andrés Grau, nos narra estas imágenes de forma muy hipnótica. Me he quedado sorprendido de la prosa del autor, que te acompaña y no te deja marchar, que te guía a través de los problemas internos del protagonista y te hace partícipe de forma espléndida. La narración es cuidada, sencilla, pero sin dejar nada al aire. Parece que no exista un verbo mal puesto, una coma sobrante. Es realmente magnética. En este punto quisiera felicidad sinceramente al autor.

Como decía al principio, pero, tengo sentimientos ambiguos para la novela. ¿Qué problema veo? Que la trama no me atrapa. Que tras unos capítulos introductorios sobre el Emil y sus —supuestas— críticas a las terapias espirituales, y especialmente a su curiosa fobia, la trama argumental no me ha resultado atractiva. Ni siquiera cuando aparecen otros personajes —a mitad de libro— como Ariadna, que se convertirá en su amante, no veo dónde quiere ir parar el autor. El problema que le veo es que la confrontación a la que el protagonista tiene que vencer es muy introspectiva. Es contra él mismo, es interna. Y esto se evidencia con las multitud de contradicciones con las que el Emil lucha cada día, empezando por la más evidente: Su don. ¿Existe? Él tiene claro que no; en cambio sus seguidores parece que sí lo veneran como real. Como decía, la trama progresa de forma demasiado lenta para mi gusto y pese el magnetismo que desprende la novela, llega un momento que le cuesta avanzar.

Y también tenemos el tema de una ambigüedad exasperante. Porque la evolución del día a día del Emil Julià nos ofrece una visión incompleta en el fondo. ¿Nos encontramos ante literatura fantástica? Las insinuaciones no son suficientes para afirmarlo categóricamente. Podemos tanto estar ante una novela de auto investigación psicológica como de invasión extrasensorial de origen ajeno. Cada lector tendrá que decidirlo por su cuenta.

Una novela, pues, extraña por su contenido y loable por su ejecución narrativa. Una historia que podemos leer también en capas diferentes. Incluso podemos tomar la vida en Barcelona y la fobia del Emil como metáfora para salir de uno mismo, para alejarse de esta lucecita interna que es su don.

Eloi Puig