Pau Escribano no es uno de esos autores invisibles que hace tiempo que sigues sin saberlo, principalmente por haber co-escrito guiones de programas de televisión y obras de teatro de éxito rotundo, como son Polònia, el Crackòvia y La Familia Irreal. Es uno de esos nombres que aparecen rápidamente en los créditos finales, junto con muchos otros y que no le das la importancia que tienen.
Pues bien, ahora este nombre ha pasado a aparecer en solitario junto al título de su primera novela, Aquell d'allà no sóc jo (Aquel de allí no soy yo). Analizando brevemente el título, la efectiva portada y repasando levemente la contraportada ya conocemos rápidamente la temática principal de la novela: La teletransportación y el uso que se hace de ella. También intuimos que probablemente esta tecnología revolucionaria no funcione como debería - sino, probablemente no habría novela-, y al momento nos vienen a la cabeza imágenes de viejos episodios de Star Trek donde los protagonistas quedaban en el limbo entre universos mientras eran teletransportados. Pero no, en este caso la problemática de esta tecnología es otra que recuerda más bien a aspectos de la película El truco final, basada en la novela El prestigio.
Pero vamos al tema: Pau Escribano ha escrito un thriller tecnológico con con una estructura claramente visual, como si estuviéramos contemplando una película. Todo comienza cuando Marc tiene que viajar de Barcelona a Nueva York y debe utilizar por primera vez un teletransporte. Este nuevo medio para viajar hace años que se está implementando con éxito por todo el mundo gracias a una empresa que los está instalando por todos los aeropuertos hasta el punto de que el tráfico aéreo prácticamente es ya inexistente. El autor aprovecha también para ubicarnos brevemente en una Barcelona afectada por el cambio climático - al igual que el resto del mundo- por lo que podemos suponer que la acción transcurre dentro de unos años pero no excesivos. Pero aquí se acaba toda la referencia a este futuro cercano que parece que sólo ha cambiado por el mencionado cambio climático y por la nueva tecnología teletransportadora. Escribano prefiere sólo dar cuatro pinceladas a la ambientación y atacar directamente la trama.
Seguimos: Marc, nuestro protagonista, tiene grandes reticencias a teletransportarse. Tiene una especie de malestar innato pues él preferiría volar, tal vez debido a que sea un ex-piloto de aviones comerciales. El problema estalla cuando el viaje instantáneo de Barcelona a Nueva York falla ... y no falla a la vez y consecuentemente Marc tiene un grave problema aunque no se dé cuenta pero que el título de la novela nos spoilea de forma brutal. A partir de aquí es cuando se origina el thriller con persecuciones, disparos, acción y tensión acumulada. El autor diseña los capítulos a través de las miradas de los escasos protagonistas de la novela. Cada uno pensado bajo su punto de vista. Se trata de capítulos cortos que cumplen con la misión de mantenernos atentos a la lectura.
Aquell d'allà no sóc jo es una novela divertida, entretenida y que se deja leer bastante bien pero que queda lejos de hacernos sentir emoción o reflexión sobre dichos problemas derivados de la supuesta tecnología revolucionaria con que trabaja la World Teleport Company, la empresa que posee el secreto que ha revolucionado el mundo. En este punto podríamos decir que tenemos en las manos una novela de ciencia ficción ligera, asequible y apta para todos los públicos, que cumple y es efectiva pero queda un poco lejos de alcanzar buenos niveles literarios. Echamos de menos más profundidad en los personajes y también más carisma y menos estereotipos - especialmente con los malos- y ya de paso menos viajes transoceánicos con aviones. Pero repito, por ser una primera novela tiene buenas cualidades: Ritmo, entrega y un guión que cumple al 100%, con todos los frentes cerrados por un autor acostumbrado supongo a tener cubiertas todas las salidas posibles. No me ha gustado el último capítulo, esa puerta abierta a posibles secuelas, tan típica de filmes con ansias de sembrar dudas innecesarias. En mi modesta opinión no era necesario pues insufla aún más - si es posible- un aire cinematográfico que no debería tener la novela. Pero en definitiva, podemos afirmar que la obra mantiene suficientemente el interés y la prosa es lo suficientemente efectiva como para leerla de un tirón.
Desconozco si Pau Escribano continuará profundizando en su carrera como novelista pero la próxima novela creo que debería dar un paso más y desprenderse de esta áurea del séptimo arte que arrastra.
Eloi Puig, 03/01/2016
.
|
|