Los frikípuls son un grupo de alumnos de los cursos de narrativa fantástica que imparte Ricard Ruiz en la Escola de Escriptura de l’Ateneu Barcelonès. Tienen su propia página web en la que van colgando información de los cuentos y novelas que van publicando. Es ésta: www.frikipuls.cat

Pero este año han dado un paso más. Quince de sus miembros han elaborado una antología para visualizar su talento, para recoger en un solo volumen relatos fantásticos. La idea era estructurarlos bajo una temática concreta, en este caso las sectas, los grupos ocultistas o liderazgos oscuros (de ahí el título Arcana Sectarium). Sin embargo, el hecho es que no todos los cuentos que se exponen en esta recopilación han seguido las directrices (o al menos yo no lo he sabido ver) pero sea como sea nos han ofrecido una antología muy notable donde destacan muchos cuentos que creo sinceramente merecen que les deis una leída atenta.

Vamos a repasarlos con calma.

El primer cuento es ya un tour de force inmenso. Se titula “El nido” y está escrito por Mònica Carrión de la que hasta hoy sólo conocía su vertiente de excelente ilustradora. “El nido” es un gran relato, retorcido y a ratos maquiavélico que tergiversa el espíritu que podría reportarnos un Peter Pan. Un chico huérfano es castigado indiscriminadamente por provocar una respuesta que la Madre necesita. Mònica Carrión demuestra saber llevar la angustia al mundo tierno de unos niños sin padres. Y, además, rescatar una historia universal bajo el prisma de la edad y la necesidad de volver a vivir ya ser joven. ¡Muy bueno!

Elena Bartomeu, una frikípula que recientemente ha tocado la fama recibiendo el Premio 42 de Narrativa Fantástica por Fòrvid, se adentra en la presente antología con “Avidence”, una visión muy interesante entre la integración hombre-máquina, sobre la incertidumbre de una simbiosis posibilitada por unas bacterias. Es un relato algo hard, que cuesta digerir, pero que está muy bien narrado. El tema me interesa mucho, pero no sé si lo he entendido del todo.

“En la cueva” de Muntsa Mimó nos topamos con un relato fantástico sobre una sociedad matriarcal, sin hombres, donde las chicas son escogidas al azar para formar parte de la clase alta de una secta que veneran con devoción una cueva. Quizá sea uno de los relatos que se ha trabajado más la temática de la antología. Sin embargo, el final me ha resultado algo críptico.

Cambiamos de escenario y volvemos a la ciencia ficción con “Emperador” de Pak Gallego, un cuento de invasión extraterrestre pero que no le he encontrado el qué. Hay personajes que nada aportan a la trama y ésta me ha parecido poco conectada. No me ha entrado bien. No me ha gustado

Llegamos al crême de la crème de esta antología: “Net-More” de Eduard Martí. Un cuento casi perfecto en mi modesta opinión. Duro y demoledor. Explica cómo un profesor se esconde de su propia creación, una inteligencia que debe salvar al mundo. Con un estilo buenísimo narra en primera persona las últimas acciones ante esta IA y rememora qué significó su creación por el mundo. Excelente sin duda.

Volvemos a movernos de temática y ahora nos acercamos a un cuento de aires clásicos como “Despierta y salta al abismo de las almas perdidas” de Monik Blanchett. Una historia sobre la Muerte y el más allá narrada con una cuidadosa prosa que nos abre la mente a un punto de vista diferente al que siempre habíamos pensado sobre la encarnación de la Muerte. A ratos toma aires algo poéticos incluso. Muy bien.

Uno de los autores más veteranos y que no necesita presentación es Iván Ledesma (que acaba de publicar, por cierto, su propia antología de terror con Compte! Conté contes!). Aquí nos presenta uno de los relatos más breves de la recopilación: “La divergencia”. Una historia desgraciadamente corta que raya la perfección: Lenguaje vivo, premisa misteriosamente morbosa y una especulación ética final de aquellas de libro ¡Sólo echo de menos más páginas!

En “Fase diurna” de Jordi Escoin leemos un cuento de acción o exploración en un ambiente hostil de un planeta después de que una nave de rescate siguiera una llamada de socorro de uno de los tripulantes de la misma nave. Divertido, exagerado pero muy entretenido. Tiene un aire pulp, de esos cuentos que no te tomas demasiado en serio pero que recuerdas al cabo de los años por las ideas estrambóticas pero fascinantes que aporta. La prosa directa, quizás algo plana pero ideal para un cuento de este tipo.

Naia Terra nos presenta "Yo también vivo en la madera". Un relato angustioso sobre malos tratos y fantasmas y (¿posesiones?). Pero lo cierto es que no he acabado de entenderlo, lo encuentro confuso.

Siempre hay autores que se decantan por lo humorístico y eso, hay que decirlo, siempre es más difícil. En "Las espinacas no son la solución" de Beatriz Aguilar se derrama mucho humor sobre una secta que empuja a sus miembros al comer comida basura y cualquier cosa que no sea sana. Muy divertido y sin pretensiones.

En “Don Diablo ha regresado” de Natàlia Sánchez Plaza vemos un cuento extraño que alterna el presente donde una periodista entrevista a su ídolo de jovencita (un cantante que se llama Don Diablo y que tiene una extraña aceptación entre el público) con los sus recuerdos del pasado cuando éste promulgaba un enfrentamiento cuenta el sistema (capitalista). Podemos imaginar que las pistas de la música que componía Lucian (con nuevas notas llamadas Lu, ci, fer) nos abren las puertas para mucho más. No me ha emocionado demasiado.

“Bräenstrom” de Eloi Miguel de la Vara es un cuento plenamente metaliterario donde los personajes de una saga fantástica tienen una serie de conversaciones mientras descubren poco a poco su futuro. La idea es curiosa pero me ha atraído más el estilo de Eloi: Sereno y coherente. Me he sentido a gusto leyendo una historia que no deja de ser un ensayo de creación y muerte creativa.

"Ursa Major" de Quim Gómez es un relato eficiente y completo. Busca la duda ética entre los implantes que nos harían más posthumanos en un chico que tiene problemas de relación con su pareja. Éste accede a un mundo nuevo cuando una organización llamada Ursa Major le contacta para ofrecerle lo que siempre había querido: trascender a su humanidad. Quim Gómez utiliza un estilo plácido y nos trae una premisa francamente interesante. Quizás le falta un poco de intensidad al relato pero vuelvo a insistir que resulta muy notable.

Seguimos con “Ocaso” de Francesc Cortés, otro muy buen cuento. Se trata de un relato sobre el fin de la vida, del planeta y quizás de las ilusiones. Con un estilo que raya la poesía o la lírica, Cortés nos resume en los últimos años de las civilizaciones humanas. Un cuento crítico con la especie pero que da la sensación de que deja la esperanza abierta… quizás porque la vida es imparable

Y acabamos como empezamos: por la puerta grande. En este caso con “La cucafera” de Laura Tomàs Mora. Un intenso relato sobre el fin de todo. El virus es el comienzo, pero el terror que encuentran Isabel y su madre en una zona rural aislada será aún más salvaje.
Un cuento con un estilo calmoso pero que esconde angustia. Un gran relato de Laura Tomàs.

Los cuentos han sido escritos en catalán y castellano y traducidos a las dos lenguas por los propios autores. Sin embargo, por ahora sólo se ha encontrado editorial que los publicase en castellano (Apache Libros) y están esperando encontrar una en catalán.

Una antología, pues, notable, escrita por autores veteranos y otros más noveles pero que sinceramente me ha sorprendido positivamente tanto por muchas de las ideas expuestas como por llevarlas a presentarlas. Como en todas las antologías ha habido relatos que me han atraído más que otros pero puedo garantizar que es una recopilación magnífica. Frikípuls, pues, que ya son autores consagrados o autores a la espera de que les reconozcan el talento. ¡Parece ser que las clases de Ricard Ruiz en el Ateneu Barcelonès dan su fruto!

Eloi Puig
22/12/2022