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CF- CONTACTOS
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LA CAPACIDAD DE AMAR DEL SEÑOR KÖNIGSBERG Editorial: |
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| La capacidad de amar del señor Königsberg | ||||||||||||||||||||||||||||
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Leer una obra de Juan José Muñoz-Rengel es adentrarse en una aventura que casi siempre resulta inteligente y extrañamente evocadora pero que no puedes definir exactamente lo que te ha parecido con palabras simples. Eso lo tengo claro desde que hace ya unos años devoré El sueño del otro y más recientemente El gran imaginador, novelas ambas muy inclasificables pero que vierten buena literatura por cualquier página. Y claro, cuando llegó a mis manos un título como La capacidad de amar del señor Königsberg no me esperaba menos. No falla, me ha sorprendido. Y empiezo a pensar que nunca seré capaz de avanzarme a lo que me espera tras la imaginación de este autor. La capacidad de amar del señor Könisberg es una obra corta, directa, rapidísima de leer, con capítulos breves que todavía la hacen más dinámica y con un enfoque completamente dirigido a su único protagonista: Paul Königsberg, una persona impertérrita, inalterable, casi inamovible en sus costumbres y manías cotidianas. Un personaje que contempla estoicamente una invasión alienígena sin que su rutina diaria cambie lo más mínimo, que experimenta el fin del mundo sin que este detalle le desgarre su trabajo, su talante o que se incorpora sin proponérselo a una utopía feminista sin alterar su esencia de persona completamente dedicada a una tarea (por muy surrealista que ocurra cuando la sociedad se hunde a su alrededor). El autor propone una aventura casi mística ambientada en una Nueva York que parece acomodarse a un realismo mágico visualizado con la mirada átona del señor Könisgberg. Éste capitaliza sus hábitos y sólo los modifica cuando la situación es necesariamente diferente y no le permite seguir con sus automatismos diarios. La prosa de Muñoz-Rengel es hipnótica y acaricia con calma esta trama neoyorquina, como decía, singular y que parece reírse de nosotros. Quizás la intención del autor no era profundizar en nada en concreto, sólo exaltar a un personaje como Königsberg bajo un argumento a priori sencillo, que no sé si efectivo por completo. Una lectura ligera y deliciosamente absurda que como comentaba sigue de cerca a nuestro protagonista. Königsberg es como una idea inamovible en un mundo loco que cambia y transforma. Es una estaca clavada profundamente en Manhattan donde fuerzas incomprensibles hacen tirones desesperadamente para redirigirlo, cambiarlo pero que en el mejor de los casos sólo consiguen una ligera alteración que el protagonista adopta para mejorar su posición. Nada parece poder trastornar su particular mundo ordenado y perfecto. Es complicado decidir hasta qué punto me gustó esta nueva apuesta de Juan Jacinto Muñoz-Rengel. Creo que disfruté más con las anteriores novelas (especialmente con El sueño del otro) y que ésta se queda corta. No por prosa o intenciones, aquí el autor va sobrado, pero quizás sí por una trama muy lineal que avanza sin definir un rumbo y que se emplea en visualizar al protagonista mientras el resto de la realidad pasa a su alrededor como si no fuera con él. Es como si Königsberg viajara en un tren palpable, duro y cómodo y que observase pasar la realidad de su alrededor de forma acelerada y donde no puede ni quiere intervenir. La capacidad de amar del señor Königsberg le hacía repetir esquemas en su vida hasta límites obsesivos, pero no creo que sea suficiente para estirar este aspecto durante toda la trama. En cualquier caso, una nueva novela que sorprende y te deja con ganas de hablar de ello, que no es poco. Eloi Puig
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