Nocéano 3 es la última entrega de esta saga distópica juvenil que en los últimos dos años nos ha traído Mai Més Llibres bajo la batuta de Ricard Efa que lo ha guionizado e ilustrado. Lo cierto es que ya me estaba acostumbrando a las aventuras de Atari y Tika por la ciudad futurista y decadente donde transcurrían sus vidas. Un retrato más bien pesimista de la lucha de clases y del cambio climático tratado con cuidado por un Ricard Efa en estado de gracia.
Me atrevería a afirmar que este tercer y último volumen —titulado Fisuras— ya estaba meditado desde el principio por el autor y que la serie se hubiera podido alargar más si las ventas o las condiciones que creyeran oportunas las editoriales implicadas hubiesen cumplido. Un guion comodín que podía ponerse al final tanto si la serie tenía tres números como diez, para entendernos. Lo digo porque tengo la sensación de que Atari y Tika tenían muchas aventuras aún por ofrecernos por ese universo cyberpunk y altamente contaminado en que se movían.
Pero si no pudo ser... no pudo ser. Al menos hemos disfrutado con estos tres números donde Fisuras cierra el ciclo de forma perfecta sin dejar ninguna trama por atar. ¡Y además deja el nivel muy alto!
En Fisuras nos topamos enseguida con una carrera contrarreloj y con una hecatombe que lo cambia absolutamente todo: Los diques de la ciudad ceden y el agua inunda los barrios más decadentes de sus niveles inferiores donde los trabajadores de clase baja se agolpan en viviendas precarias como hemos podido ver en los volúmenes anteriores. A los ricos y a la dictadura neoliberal de Systema no les parece importar que la gente muera ahogada y no les permiten el acceso a los niveles superiores: Ya han cumplido su función de semiesclavitud y servidumbre. Tika y Atari tratarán de salvar al máximo posible de personas bajo unas viñetas que reflejan a la perfección un ritmo vertiginoso además de Ilustraciones bajo una lluvia constante, más turbias y con carácter oscuro, como para marcar las desgracias que están sucediendo en la ciudad.
También encontraremos elementos que han definido esta relación de amistad entre las dos protagonistas y que podrían tensarla una vez conocemos de dónde proviene Tika y el porqué la están buscando de manera tan encarnizada. Un mensaje de comprensión y tolerancia que se refleja en todos los barrios pobres de la ciudad y sus gentes y que en cambio es más bien escasa en las secciones acomodadas.
Además, profundizaremos con algunos nuevos secundarios que nos ayudarán a entender los misterios que rodean al origen de Tika y que se esbozaron en el cliffhanger final del último número. Un álbum que también esconde de forma nada disimulada un mensaje contra los establishment que parecen gobernar para todos pero que a la hora de la verdad sus intereses son mucho más restrictivos. La moral final de esta historia es que es necesario luchar contra el sistema y no aceptar sus promesas y reglas si las vemos injustas y sobre todo que vale la pena confiar en uno mismo. Sólo así se puede conseguir la libertad y la justicia.
Fisuras cierra un ciclo... sin ninguna fisura (no he podido evitarlo, perdón), pero si me permitís, nos instiga a soñar también que algún día el autor pueda volver a traernos este mundo y sus personajes. De imaginación, seguro que no le faltará. ¡Crucemos los dedos!
Eloi Puig
08/12/2024
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