Continuamos. Tras el paréntesis donde releí los orígenes del cuarteto más famoso del universo Marvel nos lanzamos a una época algo tumultuosa que será el final y el comienzo a la vez del proyecto que llevaban a cabo desde casi nueve años el dúo Stan Lee y Jack Kirby.
Este volumen, el quinto de la presente edición en tapa dura de Panini, engloba los números Fantastic Four # 82 al Fantastic Four # 104, o sea desde comienzos de 1969 a finales de 1970, además también de un número perdido sin más trascendencia.
Lo cierto es que la fórmula que crearon estos dos grandes genios que eran Stan Lee y Jack Kirby empezaba a ir a la baja pero especialmente -según mi punto de vista- debido a que los guiones de Lee que cada vez se hacían menos interesantes excepto por alguna hallazgo puntual que acaparaba nuestra atención como por ejemplo, la de la canguro / institutriz del pequeño Franklin, Agatha Harkness. Paradójicamente las ilustraciones de Kirby habían evolucionado hasta su máximo esplendor. Sólo hay que ver por ejemplo los capítulos dedicados a Latveria, el pequeño reino europeo del Dr. Doom. Pero todo se acaba en este mundo y según leo en las muy recomendables notas de Raimon Fonseca que encontramos esparcidas por volumen, Kirby se pasó a la competencia a finales del año setenta, lo que abrió el relevo a jóvenes Ilustradores de talento incuestionable como John Romita y poco después (ya en el siguiente volumen), John Buscema.
Sea como sea, Stan Lee comenzó con algunos guiones interesantes (como el ciclo dedicado, como comentaba antes, al Dr. Doom en tierras europeas) e incluso curiosos como el caso de La Cosa capturado y llevado a luchar a otro planeta que emulaba los años 20 de los EEUU. Son ciclos correctos y que incluso te ganan en simpatía pero Lee comenzó a reintroducir de nuevo a malos como el hombre-Topo, el pensador loco o los Cuatro terribles que sinceramente no han sabido nunca cuajar realmente como enemigos dignos a batir. También apostaron los últimos números por un dúo formado por Namor - siempre interesante- y el mismo Magneto. Es un ciclo más destacado que ayuda a mantener la atención entre números menos trabajados.
Un hecho curioso fue la publicación el número 100 de la colección donde Lee quiso hacer una especie de homenaje al cuarteto introduciendo a buena parte de sus enemigos en un mismo número. El resultado, previsiblemente, es divertido pero muy forzado. Equivaldría a otros números llenos de acción y de personajes como el de la boda de Sue Storm y Reed Richards: Funciona más como guiño a los fans que como un buen cómic
También la evolución de los personajes principales se había estancado un poco. Sue Richards, pendiente del recién nacido, poco aportaba al grupo. Y cuando lo hacía (como buscar casa nueva) la pifiaba. Mr. Fantástico con sus obsesiones científicas tampoco ha descubierto ningún otro universo donde desarrollar aventuras, La Cosa mantuvo una cierta estabilidad emocional poco digna de su personaje y la Antorcha Humana sólo estaba pendiente de una Crystal que cada vez más se hacía evidente que sobraba en el grupo (de eso, por suerte, ya se encargarían más adelante).
Sí, Stan Lee tenía muchos frentes abiertos con otras colecciones y no creo que vertiera su potencial a un grupo que ya funcionaba bien solo, teóricamente. También, al parecer tenía que luchar contra su jefe, el dueño de Marvel para poder desarrollar historias abiertas a otros números y por lo tanto más trabajadas.
Decía al principio que estos últimos números de finales de la década de los sesenta fueron el cierre de un ciclo. Y así es: la marcha de Kirby propició la llegada de otros dibujantes magníficos pero creo que este hecho también propició que Stan lee se pensara de salir de primera línea como guionista (esto lo veremos de en el próximo volumen). La excusa perfecta le llegó cuando tuvo que dedicarse unos meses a otros proyectos personales.
Así pues, un volumen de transición, de cambios y también de probaturas por parte de una editorial que empezaba a hacerse grande y que necesitaba buscar un equilibrio entre precios y ventas. No serán los mejores números de los 4 fantásticos pero ya sabemos que después de un pequeño descalabro siempre puede venir una remontada...
Eloi Puig
08/10/2019
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