BORN AGAIN
Born again
(1986)

Guión:
Frank Miller

Dibujo:
David Mazzucchelli

Editorial:
Panini
(2016)

Colección:
Colección Fran Miller

Núm: 1

Números originales:
Daredevil
#227 a #233

Páginas: 200

Traductor:
Raúl Sastre

Uno de mis proyectos para llevar a cabo a partir de este 2021 es empezar a leer las mejores sagas de Marvel que por diversas razones me he perdido durante mucho tiempo. De hecho, dejando de lado a Spiderman y los 4 Fantásticos mi relación con Marvel no ha sido nunca demasiado profunda (claro que con DC ha sido prácticamente inexistente) y ahora me apetece mucho dedicarle más horas.

Tras releer algunas sagas clásicas de Spiderman o la Patrulla X me he decantado ahora por Daredevil. Debo confesar que hasta hace relativamente poco, para mí el hombre sin miedo de la Cocina del infierno era simplemente el alter ego del abogado que de vez en cuando sacaba a Ben Grimm de entre rejas (cuando éste pasaba alguna fase de depresión) o aparecía como invitado en aventuras de los 4 fantásticos o del mismo Spiderman. La película de 2003 no ayudó especialmente a que me lo mirara con otros ojos. Ahora bien, la serie que produjo Netflix sí me tocó la fibra y me abrió las puertas a querer saber más del personaje. Así que he buscado sus mejores tramas y por unanimidad universal, todo el mundo está de acuerdo en que Born Again, no es sólo lo mejor de Daredevil... sino que la podemos encontrar siempre en lo alto de lo mejor de Marvel.

Frank Miller es uno de los guionistas que más han revolucionado el panorama del cómic. Yo sólo lo conocía directamente por 300, aunque otras obras suyas como Sin City o especialmente Batman, The Dark Night Returns son también iconos del cambio de perspectiva en el tratamiento de los súper-héroes. Hay que decir que aquellos últimos años de la década de los ochenta supusieron una rotura brutal del paradigma de lo que significaba ser un superhéroe. Sólo hay que ver obras como Spiderman: La última cacería de Kraven, la mítica Watchmen y ... naturalmente Born Again.

Miller ya había trabajado anteriormente con Daredevil, realzando la colección a principios de los ochenta, pero esta vez planeó una historia completamente alejada de los cánones habituales, una trama que reafirmaba la figura del héroe, pero después de hundirlo en la miseria. Y este levantamiento, esta superposición a la depresión y al abismo psicológico son realmente el camino que debe que pasar un héroe que busca su propia redención para volver a ser él mismo. Pero esta lucha interna de nuestro protagonista la combate más como Matt Murdock que como Daredevil, porque la verdadera fuerza está en el hombre que lleva dentro. Fijémonos en que el mítico traje rojo prácticamente no lo vemos en toda la saga. Aquí importa más su humanidad. Miller creo que quería recalcar este concepto.

Cuando un superhéroe pasa por problemas graves y serios en su vida personal nos hace recordar que ellos también son humanos como nosotros; por lo tanto, nos identificamos mucho mejor con un personaje que no sólo recibe los golpes duros de la vida sino que además, se enfrenta a un enemigo de carácter muy realista que podría existir en cualquier lugar del mundo: Kingpin, El magnate, mafioso y señor del crimen en la Nueva York de Daredevil, Spiderman y tantos otros.

Como se puede comprobar, el título de estos siete números de la serie regular de nuestro diablo de la Cocina del Infierno (del Daredevil # 227 al # 233) es un spoiler en toda regla: Un renacimiento. Miller, no obstante, cuando se publicó por primera vez esta larga aventura en la serie regular, tituló los diferentes episodios con referencias religiosas (que encajan perfectamente con el pasado católico de Murdock). Fijémonos: Apocalipsis, Purgatorio, ¡Paria! Renacimiento, Salvado, Dios y patria y Armagedón. No olvidemos que estamos hablando de un superhéroe que disfrazado de demonio que se pasea de noche por las azoteas de la Cocina del Infierno y que paradójicamente posee una sólida educación cristiana. Miller construyó un guion, pues, de caída al abismo y de realzamiento, casi una metáfora del imaginario cristiano pero también un argumento que se integra perfectamente bien en una trama donde se quiere recalcar lo que significa vencer la depresión o la apatía y tumbar a golpes de fuerza de voluntad lo que parece inevitable... un hecho que también está al alcance de todos nosotros, recordémoslo.

Debo decir que los capítulos que más me han gustado y que encuentro excelentes son el tercer y el cuarto: ¡Paria! y Renacimiento. Aquí es donde Miller hace sufrir más a Murdock, donde se atisba hasta dónde llega el poder real de Kingpin o como de desastrosa puede terminar una vida cuando todo se vuelve en tu contra. En cambio, el final que quiere resultar épico en una lucha contra un sicario de Kingpin, soldado modificado, tal vez para otorgar más espectacularidad a la historia (que lo hace) me ha resultado poco adecuado con lo que estábamos viendo hasta ese momento.

Al artista le gusta centrar la atención en el personaje, en los primeros planos, en cambio descuida a menudo (voluntariamente, supongo) los fondos de las viñetas. A veces simplemente no encontramos nada, sólo un color concreto que llena todo lo que no es importante para el dibujante. Consigue un efecto muy interesante que como decía, va encaminado a centrar la atención en los protagonistas. Yo, sin embargo, le echo de menos más profundidad en ciertas páginas.

Puedo afirmar pues, que gracias a una serie de televisión (Daredevil, en Netflix) me he introducido más en un personaje de Marvel que para mí hasta ahora era secundario. La serie homónima incluso adapta en su tercera temporada esta historia de caída y resurgimiento de un superhéroe tan interesante como es Daredevil. Y el dúo Miller & Mazzuccheli pasaron a la historia por no sólo haber revolucionado el personaje, sino también para acercarnos de forma adulta y seria en el universo Marvel bajo las aventuras, más introspectivas que nunca, del vigilante de la Cocina de Infierno.

"Un hombre sin esperanza es un hombre sin miedo"

Eloi Puig
02/02/2021