Quizás para frenar el ritmo vertiginoso de la última saga, quizás para tener tiempo de planear otras historias, los creadores Van Hamme y Rosinski sacaron este volumen -el séptimo de la serie- fuera de la cronología que seguía hasta aquel momento las aventuras de nuestro héroe. El Hijo de laso estrellas es un álbum dedicado a la infancia de Thorgal a través de tres historias bien diferentes. Todas ellas combinan en mayor o menor medida la fantasía y la ciencia-ficción en un marco real como es el mundo vikingo. Un ejemplo perfecto del cariz que sigue toda la serie.
La primera de las historias, "El Drakkar perdido" rememora el momento en que los vikingos encuentran a Thorgal en una capsula enviada desde el espacio exterior- en una escena que recuerda mucho la llegada a la Tierra de otro héroe: Superman-. Conoceremos aquí al padre adoptivo de Thorgal, Leif Haraldsson, el jefe de los vikingos del norte y a Gandalf el loco que ya entonces tenía litigios de poder con Leif y qué tan importante resultaría en las primeras aventuras de la serie.
El segundo relato, "El metal que no existía" nos traslada a unos años después donde Thorgal ya es un niño de unos 6 o 7 años. Está aquí donde el guionista nos introduce de lleno en la mitología nórdica: Thorgal se verá obligado a ayudar a un enano que busca aquello imposible: El metal que no existe. Es esta una historia de magia y de seres mitológicos que no resultaría especialmente interesante si no fuera porqué podemos entrar dentro del riquísimo mundo de la mitología nórdica a través de esta aventura de niñez.
Finalmente, la tercera historia titulada "El talismán" nos presenta a nuestro héroe adolescente, buscando un brujo que se dice adivina el pasado y el futuro de la gente. Thorgal ya no es un niño inocente que ayuda a enanos con problemas; ahora lo pintan como un joven con empuje, decidido y valiente que busca aquello que no ha podido encontrar en casa: Respuestas. Los elementos de ciencia-ficción que habían quedado atrás en el segundo álbum de la serie vuelven a tomar fuerza y descubriremos el origen de Thorgal y de su gente.
Es interesante ver cómo las tres historias pasan realmente en el pasado de Thorgal pero que éste no conserva ningún recuerdo, sea porque era muy pequeño o porque la magia o la tecnología han borrado su memoria. Así pues el lector sabe más cosas del personaje que él mismo y este hecho da mucho de juego a los guionistas para futuras sagas.
Un álbum, pues, de transición que nos narra momentos específicos de la niñez de Thorgal y que es necesario para responder algunos misterios y para asentar las bases de las historias futuras que estén relacionadas con el origen de nuestro héroe.
Eloi Puig, 28/08/08
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