DIATOMEA
(2022)

Núria Perpinyà

Editorial:
La Magrana
(2022)

Colección:
Les ales esteses

Núm: ---

Páginas: 334

Otras ediciones:
No existe edición en castellano

«—Tenemos que matar el agua.
—No digas disparates
—Sin agua viviríamos mejor. El agua se ha vuelto nuestra enemiga.
—Y tú te estás volviendo loco —dice salpicándolo con la palma de tu mano.
—No, nunca he estado tan lúcido.
—Y me lo dices ahora que estamos nadando. ¿Es una broma?
—No, pececito mío.
—¿Y cómo la vas a matar? —se burla.
—Ah Kailani, veo que te intriga... —dice el hombre acercándosele para tamborilearle los labios; la mujer se ríe y se aparta. »

Así comienza Diatomea, la novela escrita por Núria Perpinyà que nos acerca a un lejano s. XXIII con unos problemas reales que ya sufrimos a principios del s. XXI. Y estos problemas tienen un nombre: El agua. Pero, ¡Ah! En este caso, a diferencia de otras novelas recientes que también tratan el cambio climático como La Muntanya Líquida, Perpinyà explora las dificultades inversas que comporta poseer demasiada agua, o mejor dicho no poder controlar los estragos que provoca el agua.

Siglo XXIII, nos encontramos con una sociedad avanzada, casi utópica en muchos sentidos: Los robots forman parte de los hogares de buena parte del primer mundo, la política mundial es dirigida íntegramente por mujeres y los alimentos (siempre vegetarianos) están regulados y se vuelven uniformes para que no alteren la salud de las personas. El racismo está completamente erradicado dado que la inmensa población mundial es mulata. Muchas familias viven por todo el mundo por lo que no existe un arraigo específico en un territorio. Las naciones y los estados viven protegidos bajo el paraguas científico y tecnológico de Naciones Unidas.

Esta ciencia avanzada se convierte especialmente en primordial con los implantes tecnológicos que toda la población lleva encima que permiten una rápida y mayor capacidad de comprender y asimilar conceptos (e incluso una leve telepatía con los robots llamada mentadiálogo que encuentro fascinante pero que se explota poco en la novela). También la educación es radicalmente distinta a la actual. Ésta tiene un aire abierto donde la imaginación de los niños menores de catorce años se tiene muy en cuenta para proponer proyectos o mejoras a la propia sociedad.

Como podéis deducir, en el siglo XXIII se vive, como comentaba, una especie de sociedad ideal... si no fuera por el clima. Las tormentas, huracanes, inundaciones y otras calamidades relacionadas con el agua y debidas a un cambio climático irreversible (herencia de nuestra época) provoca miles de muertes cada año. Y una de las víctimas es uno de los hijos de Kailani y Bekele, un matrimonio acomodado. Ella, nuestra protagonista, es técnica de perfumes y él, un físico reputado.

Y esto nos lleva de nuevo al párrafo inicial de la novela: El marido de Kailani quiere hacer desaparecer el agua, la causa final de todos los males de la humanidad. Incluso en épocas pretéritas el poseer o no agua era fuente para iniciar guerras. Y sí, esta idea, estrambótica, incoherente e incluso absurda es la premisa desde donde la autora nos lleva de la mano por este futuro a través de una novela en tres actos.

La estructura de la primera parte de Diatomea es caótica pero extrañamente fluida. Contiene numerosos flashbacks, cambios de visión, viajes al presente, al pasado, narración en primera y tercera persona y se convierte en algo poética. La autora incorpora cuñas históricas sobre cómo ha evolucionado la sociedad humana y su historia hasta este s. XXIII. Pero como comentaba, la prosa de Perpinyà fluye muy bien, a veces se cuela como un arroyo entre las páginas sin que nos demos cuenta, en otras baja como un torrente de agua brava que lo arrastra todo hacia el centro de la corriente. Es en esta primera parte donde la autora construye una trama que da la vuelta a los sentidos porque nos abre la puerta a esta premisa impensable que es que alguien proponga seriamente erradicar el agua de la Tierra.

La segunda parte quizá sea menos dinámica; también quizás más lineal. Poco a poco esta empresa que consiste en convencer a la población mundial de vaciar los océanos, los mares y los ríos (nunca he entendido por qué no se ha previsto mantener lagos y ríos), también conlleva largos soliloquios de nuestra protagonista (algunos de ellos pueden resultar cargantes) sobre la ética de la propuesta. En especial Kailani es muy susceptible al tema dado que proviene de una familia menorquina-polinesia. De hecho, su padre sigue siendo pescador en una isla perdida del Pacífico.

Y nos topamos con una tercera parte, completamente diferente en estructura y personajes y que ocurre unas décadas más tarde. Un final que se convierte en premonitorio y también en una crítica lapidaria a la absurdidad del pensamiento humano y sus intereses.

Diatomea, pues, es una novela que habla de la catástrofe y de la post catástrofe, del cataclismo natural (debido a la previa acción humana) pero también del ecocidio voluntario al que podría llevarnos unos líderes especialmente populistas o unos científicos con un ego sobresalido. Sea como fuere, por muy antinatural que nos pueda parecer la idea, Núria Perpinyà nos trae una novela donde la narración sobresale de forma notable y nos engancha a una trama y nos apuñala la fe en la poca humanidad que podría quedarnos.

Entiendo que la novela tiene un objetivo principal en forma de aviso sobre los actos de la humanidad sobre el planeta pero me he quedado con ganas de descubrir cómo la autora desarrollaba otros conceptos —secundarios en la obra— como son el tema de los implantes tecnológicos, la comunicación con los robots, la política mundial etc. ¡El escenario que nos plantea Perpinyà —más allá del tema climático— ¡Es muy estimulante!

Diatomea es una reflexión en toda regla sobre el cambio climático y sobre el papel de la humanidad en la alteración de la biosfera terrestre. Una novela de ciencia ficción especulativa que, aunque resulta completamente inverosímil (la verosimilitud no tiene nada que ver con monstruos y alienígenas, como se define de forma —permitidme— un tanto ridícula en la web oficial del libro) resulta una lectura fascinante e impresionante a la vez. Núria Perpinyà es capaz de atraparnos con una premisa arriesgadísima para abrirnos los ojos a los problemas actuales sobre las variaciones climáticas y sus consecuencias.

Eloi Puig