Más de una ocasión he alabado la tarea que hacen las revistas especializadas en literatura fantástica al reseñarnos y por lo tanto descubrirnos obras y autores que de otra manera nos pasarían desapercibidos. Esta realidad tan usual en lengua española es en cambio muy extraña en lengua catalana donde hasta ahora no había ningún medio periódico donde poder informarse de los acontecimientos de cariz fantástico que afectaban a los Países Catalanes. Así pues, creo que es de justicia mencionar el trabajo que están haciendo webs como el Bloc de la SCCFF al ofrecernos información inmediata de todos los ámbitos en que podemos disfrutar de la fantasía y la ciencia-ficción (cine, teatro, literatura ...) en catalán. Digo todo esto porque de una novela reeditada como Matadero cinco (Escorxador-5 en catalán) no hubiera conocido su existencia si no fuera porque la noticia salió en este bloc. Eso es debido a que una inmensa parte de la literatura fantástica traducida al catalán aparece en colecciones genéricas y uno no sabe muy bien dónde buscar.
Kurt Vonnegut ha muerto este mismo año, Qué le vamos a hacer, diría él. El legado que nos deja de sus novelas de ciencia-ficción no es muy extenso ni en catalán - cuatro obras traducidas- ni en castellano -una decena de novelas y algunos cuentos- pero su obra había despertado en mí bastante curiosidad pues la fama del estilo personal que impregnaba sus novelas lo precedía. Sin embargo, el único trabajo suyo que había leído hasta ahora, el cuento corto "los anfibios", sin ser mediocre tampoco se me había despertado ninguna predisposición hacia el autor.
Matadero cinco es uno de sus trabajos más reconocidos, finalista al premio Hugo en 1970, es una mezcla de surrealismo, ciencia-ficción y novela antibélica que no puede dejar indiferente a nadie. Vonnegut quiere hablar sobre la guerra, especialmente sobre el desastre del bombardeo de la ciudad alemana de Dresden efectuado por las tropas aliadas a finales de la Segunda Guerra Mundial. Y para hacerlo utiliza todos los elementos que cree oportunos: Ciencia-ficción camuflada, ironía sutil, toques de humor negro...
La novela nos presenta a Billy Pilgrim, un pobre soldado americano, un poco tontorrón, que cae prisionero de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Hasta aquí todo parece normal, pero Billy Pilgrim es todo un personaje: posee la habilidad de desengancharse del tiempo y puede viajar a cualquier momento de su vida pasada y futura. Es una viaje constante a través del tiempo que Billy no puede evitar. No puede cambiar ningun instante del tiempo y por lo tanto no toparemos con paradojas temporales ni ningún otro efecto típico de los desplazamientos temporales: En Matadero cinco, el tiempo es inmutable y el libre albedrío no existe - tal como afirman los trafalmadoranos sabiamente-.
Billy nos narrará los horrores de la guerra, su vida privada, su trabajo, su devoción por cierto escritor fracasado de ciencia-ficción e incluso su abducción por los extraterrestres del planeta Trafalmadore donde será exhibido en un zoo. Todo ello, a troche y moche, usando una estructura caótica pero fácil de seguir, sin clímax y sin nudo argumental. En este sentido me esperaba una visión más visceral de los famosos hechos de Dresden, pero el autor los trata como un punto más a la vida de Billy, sólo mostrando un poco más de interés que al resto.
Pero no tenemos que olvidar que su principal objetivo - que nos insinúa en el primer capítulo del libro- era escribir una novela que no dejara bien el concepto de la guerra, que desmitificara a los héroes que más tarde saldrían a las películas, pero Vonnegut lo hace sin usar el tono melodramático que se podría esperar de una carnicería como la Segunda Guerra Mundial, explicando todo aquello que ocurrió y especialmente en Dresden - recordemos que Vonnegut efectivamente fue un superviviente de la destrucción de esta ciudad alemana como prisionero de guerra, de hecho aparece mencionado un par de veces a su propia novela.
Kurt Vonnegut escribió una novela muy singular, con un estilo directo y sencillo, muy libre me atrevería a decir; con un argumento enrevesado que no lleva a ningún sitio pero que nos da pistas de lo que pretende explicarnos, intercalando algunas metáforas dignas de la mejor literatura con situaciones cotidianas que no aportan nada a la novela pero que nos hace surgir una sonrisa.
En todo caso, ha utilizado el personaje de Billy Pilgrim para mostrarnos su experiencia en Dresden y en general en toda la guerra, eso sí, con una visión muy personal, efectiva y a la vez irónica. Un libro donde podemos encontrar por igual críticas en el gobierno americano como teorías inquietantes sobre la visión que se tiene del tiempo, amenizado todo ello con el humor que sólo nos pueden despertar las abducciones extraterrestres, Matadero cinco es sin duda una rareza recomendable.
Eloi Puig, 25/12/07
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