Los aficionados a la ciencia ficción siempre hemos defendido su carácter reivindicativo y las posibilidades casi infinitas de crítica a nuestra sociedad que puede llevar a cabo este género fantástico. Desde siempre que una rama fundamental de la ciencia ficción se ha preocupado de establecer paralelismos con nuestro presente (o pasado) a través de especulaciones con una fuerte carga social. Desde los tiempos de H.G. Wells (hace más de un siglo) que la ciencia ficción se dedica de forma insistente a tocar la llaga a las sociedades A las que ha pretendido denunciar. A veces la manera más efectiva es trasladando el mensaje al lejano futuro donde las cosas son muy diferentes, pero a menudo también apuesta por un futuro muy cercano, muy verosímil, para decirnos que no vamos bien y que la previsión para esta sociedad de pasado mañana es muy pesimista. Y que por lo tanto no estamos haciendo lo suficiente para no llegar a ella.
Nana Kwame Adjei-Brenyah es un autor estadounidense que ha disparado su prestigio a raíz de la presente antología. Una recopilación de cuentos que, aunque no expresan ninguna fecha determinada sobre cuando están ambientados, suponemos por los numerosos detalles que es en un futuro próximo. Nana Kwame es negro y vive en Estados Unidos por lo que ha escrito relatos con un fuerte componente social sobre todo en referencia a su país. Por lo tanto estamos hablando, entre otros aspectos, de racismo y de precariedad laboral. Pero también de violencia desmedida, masacres en institutos, abortos, desahucios e incluso de explosiones nucleares. El autor utiliza a veces la ciencia ficción —en otras la fantasía— para señalar una sociedad distópica donde estos elementos son el pan de cada día y están aceptados como normales. Es como si habláramos de realismo mágico pero aplicado a conductas y escenas que nos pueden parecer surrealistas especialmente porque no las encontramos tan alocadas como se debería.
Empecemos por un plato fuerte: "Els cinc de Filkenstein". El racismo y la discriminación tan propia de EE.UU. llevada a los extremos en una ambientación distópica de un futuro cercano. La negritud o la apariencia formal que se tiene de un negro parece una especie de medida psicología que utilizan los negros para encajar en la sociedad. Pero cuando un hombre blanco asesina a cinco menores negros porque estaban —literalmente— haciendo el vago fuera de una biblioteca, comienza un juicio por estos hechos que no servirá de nada. Esta es la historia, cruda y visceral, de cómo un chico negro tranquilo y normal que quiere ser aceptado en la sociedad en la que le ha tocado vivir pierde poco a poco la cordura después de comprobar cómo funciona la justicia. Es un relato muy interesante a nivel psicológico y nos lleva, una vez más, a reflexionar sobre el poder de la mayoría blanca pero también de la resignación, del bajar la cabeza que siempre ha sido seguida por las etnias minoritarias... hasta que alguien dice basta.
En cuanto a "Cosas que deia la mare" poco puedo decir porque es un texto cortísimo, un mini relato que no he sabido cómo valorar. Prefiero dejarlo así.
Otro relato potente es "L’era" ambientado en un escenario donde la manipulación genética es la normalidad. Los verídicos son las personas que han nacido normales pero que comprueban como poco a poco no pueden seguir el ritmo de los manipulados (aquí podríamos hacer un gran paralelismo con aquella obra maestra que es la película Gattaca). También existe una droga llamada el "Bien" que suelen tomar la gente para sentirse integrados con el entorno que es mucho más crudo y violento de lo que podría parecer. Sin esta droga (que crea adicción) muchos no podrían sobrevivir al día a día. Esta es una gran narración en primera persona de Ben, un chico con padres óptimos y hermana óptima (por tanto, que han pasado por dicha manipulación genética). El choque de conocer gente que no es como él será uno de los efectos precursores para que se dé cuenta de su condición.
Con "Lark street" entramos en el terreno de lo fantástico y casi me atrevería a decir que del bizarro. La conversación entre un padre y los fetos de sus hijos no natos nos abre las puertas a una metáfora fantástica sobre lo que podría haber sido una vida. Un cuento un tanto macabro y deliciosamente absurdo pero que no esconde una realidad incómoda.
En cambio, la visión también fantástica que nos propone en "Hospital on" es algo menos satisfactoria. Se trata de un relato extraño sobre un pacto que el protagonista tiene con un demonio que lo lleva a escribir sucesos que se hacen realidad en un laberíntico hospital. Da una sensación de vulnerabilidad ante fuerzas imparables y que los simples humanos mundanos no podemos controlar. Se puede ver también como un paralelismo a esta indefensión como individuo que se tiene delante de intereses que no entendemos. Curioso pero no me ha terminado de entrar.
En "Zimmerlandia" Nana-Kwame nos traslada a un sistema para controlar la violencia... soltándola en juegos de rol en vivo. Aquí se expresa de forma visceral la crueldad de una sociedad podrida como la estadounidense donde se permite apalear y matar a personajes que interpretan este papel. Normalmente negros a quienes los supremacistas necesitan zurrar.
Uno de los cuentos más logrados de la recopilación es el que le da nombre. Estoy hablando de 'Friday Black' o como a través de una historia de terror fantástico divertidísimo se puede criticar la sociedad de consumo en días como el señalado Black Friday. En unos grandes almacenes el mejor vendedor del establecimiento se prepara para la apertura de puertas del día más señalado para vender. Una vez abiertas, hordas de gente zombificada corre, aparta, e incluso mata para comprar productos que ni siquiera necesita. Una metáfora excelente del consumismo alocado que me ha encantado.
Mi euforia post “Friday Black "se enfrió con el cuento que ilustra la portada de la antología. "El lleó i l’aranya". Un relato del que no se entiende demasiado el mensaje. El autor nos da pistas sobre el valor del esfuerzo al trabajar duro pero no acabo de ver la relación con la fábula que nos cuenta en paralelo. Poco interesante.
Llegamos a otro cuento muy notable con "L’escopidora de llum" y que pone sobre la mesa la dura realidad de las masacres en institutos de un país como EEUU. Una realidad que en Europa nos hace abrir los ojos de terror pero que cada vez es más normal en el otro lado del atlántico. Un chico decide asesinar a una chica (que ni conoce) de un instituto y luego suicidarse. Pero las almas de ambos se cruzan una vez se marchan del cuerpo e intercambian opiniones al respecto de lo que ha pasado. Juntas intentarán que otro chico que sufre mobbing no acabe yendo por el mismo camino. Muy bien.
Los siguientes relatos, no son exactamente independientes. Se trata de Com es ven una jaqueta (explicat pel Rei del Gel)” y “Comerç minorista " y son más bien un spin off, unos derivados del cuento "Friday Black". En un caso con el mismo protagonista y en otro con otra dependiente competidora. Son relatos mucho más serenos que el alocado 'Friday Black' y que por sí solos no se aguantan demasiado. Pero si los coges como parte de este submundo de la precariedad laboral que nos quiere transmitir el autor, son una buena base para debatir el tema. Es curioso comprobar como los dependientes siguen compitiendo entre ellos para alcanzar lugares mejores mientras sus condiciones laborales son igualmente deplorables.
Y acabamos con uno de mis relatos preferidos: "Més enllà de la fogonada", otro choque con el concepto de la violencia sin sentido que se escenifica en un entorno fascinante: Una burbuja de realidad que se repite cada día (pero donde los recuerdos perduran). Una crítica una vez más a la energía nuclear pero aquí también vinculada al mensaje de salvajismo a que puede caer la humanidad cuando sabe que nada de lo que haga aguantará más allá de unas horas. Incluso tiene un aire poético en varios momentos. Aquí Nana-Kwame la ha clavado con uno de los mejores cuentos de la recopilación.
Como podéis comprobar el autor tanto se queja de posibles realidades donde los poderosos se aprovechan o castigan a los débiles como del papel de estos últimos que a menudo va ligado a la resignación y al conformismo hacia un sistema político o social que se recrea en la injusticia.
Eloi Puig
13/10/2021
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