El surrealismo es un tema delicado para mí pues por un lado la admiro muchísimo y por el otro no siempre me llena como debería, dado que no cumple las expectativas creadas. Pero ver como una nueva editorial (Extinció Edicions) se ha lanzado a publicar en catalán este tipo de obras me llena de esperanza porqué seguro nos acercarán historias que juegan, tantean con el fantástico o que simplemente nos sorprenden de manera, como es obvio, muy surrealista.
Roland Topor, autor francés que tocó múltiples disciplinas (teatro, dibujo, literatura, canción...) escribió una serie de obras de marcado acento surrealista y transgresor como por ejemplo ésta que nos ocupa hoy: En Joko celebra el aniversario (Premio Deux Magots, 1970). En esta breve y adictiva obra Topor nos presenta un personaje, Joko, que de repente un día le salta a la espalda un señor mayor y le pide que lo lleve a un hotel. La situación, absurda y llena de mala leche sorprende a Joko y se deshace de él de malas formas. Pero poco después descubre que una serie de congresistas pagan mucho dinero para que otra gente - compañeros suyos de trabajo- hagan este tipo de tarea tan pesada. Joko en un primer momento es reacio a convertirse en mula de carga pero el dinero es el dinero y los congresistas pagan bien.
Esta primera parte del libro la he encontrado ciertamente muy interesante. Si analizo las escenas surrealistas como una especie de crítica metafórica sobre el poder de los dueños y poderosos sobre la gente de la calle, los trabajadores y los que tienen que llevar dinero a casa, la encuentro muy irresistible y bien trabajada. También otros elementos que el autor no acaba de desarrollar suficiente son muy prometedores como el sexo masoquista que desea una de las congresistas de forma reiterada o la paradoja que se podría crear cuando una vez un doctor pregunta a Joko si se pueden intercambiar los papeles y ponerse él abajo, llevar el peso.
Sí, aquí encontramos todo tipo de simbolismos, de metáforas como comentaba, y todo narrado con una sencillez fantástica que te hace recordar viejos gags de otros artistas surrealistas como los Monty Python por ejemplo. Pero hay una fractura en la mitad del libro que creo es importante: El momento en que un congresista se queda pegado a su espalda. Y no por illógico (estamos ante una novela que juega con la frontera de lo posible en todo momento) sino porque desde ese momento aquel simbolismo queda relegado a un ataque físico y constante al personaje de Joko. Encontramos escenas gore completamente saturadas, hallaremos comentarios groseros, desgradables… parece que las poderosos se hayan quitado las máscaras y vayan a matar, a hacer daño, a hundir a Joko de una manera vil, cruel y también surrealista, claro.
Pero no me he sentido demasiado cómodo en esta segunda parte. No por los ex abruptos y las acciones donde los poderosos se sobrepasan con el pobre Joko (que destrozan cualquier tipo de moralidad que pudieran poseer) sino porque aquí el surrealismo más sutil, aquel que te hace pensar, reír por lo bajo y a la vez fruncir las cejas, queda diluido en una vorágine que rompe los esquemas y que ya no me divierte ni me seduce, que ya no me aporta un mensaje, una relación metafórica con lo que yo pienso que podría querer decirnos la novela. Topor la dinamita, en mi opinión.
Como decía al principio, el surrealismo me puede proporcionar grandes dosis de satisfacción pero también le exijo mucho (al igual que al humor o al terror): Que sea coherente dentro de los límites (surrealistas, si lo deséais) que se inventa. Otras veces me ha pasado leyendo alguna antología que también juega con el absurdo como en La quinta fase de la luna donde algunos de sus cuentos la incomprensión ha superado las ideas surrealistas y me he visto leyendo obras que no he entendido o que no me han aportado ningún mensaje claro. No es este el caso pues creo que Topor es un autor bastante interessante como para absorber sus propuestas pero quizás en esta breve novela ha roto un equilibrio entre coherencia y surrealismo que durante la primera mitad del libro había funcionado a la perfección.
Sea como sea, En Joko celebra el seu aniversari es una lectura placentera, muy directa y que se lee sola. Con capítulos cortos que nos indicen a seguir leyendo. La edición de bolsillo por parte de Extinció Edicions, impecable. Esperamos ver más.
Eloi Puig, 09/08/2019
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