La evolución de la raza humana es una tema que siempre ha estado presente en muchos filósofos y pensadores - por no decir, escritores de ciencia-ficción. Es, además un concepto idóneo para ser utilizado en una novela de CF o al menos como premisa para que el lector haga una serie de preguntas: ¿Podemos progresar todavía más de lo que lo estamos haciendo? ¿O quizás estamos empezando un proceso de involución visto como está funcionando nuestro mundo hoy en día?
Todas estas preguntas son retóricas, no tenemos todavía bastante experiencia, ni suficientes conocimientos para aventurar una respuesta satisfactoria, pero Theodore Sturgeon se atreve a especular sobre la evolución del Homo sapiens como especie: ¿Su tecnología ha tocado techo? Probablemente no. ¿Pero y su mente? ¿Y su capacidad de enfocar la existencia desde un ángulo totalmente diferente? ¿Es posible? ¿Quizás a través de una mutación? ¿Quizás la mencionada evolución ya se ha estado produciendo pero de forma muy gradual de manera que no tenemos conciencia de ello?
Más que Humano es la historia de un Homo gestalt, el siguiente paso en la evolución de la humanidad, de cariz mental, no física. Un Homo gestalt es un ente total, integrado por diversas partes - personas- cada una encargada de una actividad concreta y donde todos juntos forman el ser completo. No es un concepto innovador en la ciencia - la misma palabra gestalt proviene del alemán y se concibió a principios del siglo XX-, pero quizás sí en la ciencia-ficción teniendo en cuenta que la novela es de 1953. Y el autor experimenta con esta idea en una novela que le gusta romper algunos esquemas.
Sturgeon es un virtuoso de la prosa, quizás por eso se ha permitido el lujo de escribir una novela con una estructura poco convencional, incluso incómoda para el lector. La novela está dividida en tres partos, alejadas unos años entre ellas en el tiempo. La primera - El idiota fabuloso - la mejor para mí, está narrada casi como una fábula, como un cuento infantil para adultos. El autor nos introduce personajes entrañables, marcadamente carismáticos para el lector y empieza a gestar este nuevo ser sin dar explicaciones ni a nosotros ni a los personajes. Éstos actúan por puro instinto y no saben exactamente porque hacen ciertas cosas... de hecho aceptan algunos poderes suyos como naturales (telequinesis, telepatía, teletransportación ...) y sólo tienen clara una cosa: Están solos, son diferentes.
La segunda parte -El bebé tiene tres años- sufre un cambio radical en la situación. Topamos de golpe con una sesión a la consulta de un psicólogo reputado, una sesión que buscará en la mente del paciente las causas de su malestar y que a nosotros, vulgares Homo sapiens, nos iluminará una pizca más el camino para comprender la complejidad de razonamiento de un Homo gestalt. Al principio no es fácil, pues el lector estará acostumbrado durante la primera parte de la novela a una lectura descriptiva, amena y bastante rica y pasará de golpe a un texto en primera persona, con una lucha dialectal entre médico y paciente y a adentrarse en una mente que describe lo que siente, lo que recuerda, de forma incisiva, pero donde se nos mostrará bien el carácter a veces egoísta, a veces inocente del protagonista.
Finalmente llegaremos a un desenlace también radicalmente diferente a lo que nos esperábamos en su momento. Moral, la última parte de Más que Humano está pensada como una deconstrucción de la realidad de Hip, un personaje que quiere acostarse y morir en la celda de prisión donde está confinado. Una vez lo ayuden a salir tendrá que aprender a recordar y a rehacer su propia realidad para descubrir quien es él y porque una joven desconocida lo está ayudando a superar el aprieto. Sturgeon aquí es capaz de atar y cerrar de forma redonda todo el libro.
Como decía, una estructura algo compleja y que se alejaría totalmente de los best-sellers de hoy día, en el sentido que Más que Humano no tiene una línea argumental lineal, apto para todos el públicos. No pretende ser un grupo de aventuras donde unas personas con poderes mentales hacen de las suyas; quiere ser una reflexión sobre cómo podría ser un próximo paso en la evolución del psique humano... las ventajas que podría aportar a la humanidad y también las repercusiones negativas. Porque un solo Homo gestalt no hace una sociedad ni resulta un cambio evolutivo significativo hasta que aprende a ser aquello que ahora es, hasta que se le inculca un ética a una mente poderosísima pero sin experiencia a tratar con su entorno.
Una gran novela. Alejada de convencionalismos actuales y que a diferencia de otras obras de la época no ha envejecido nada. Totalmente recomendable.
Eloi Puig, 01/12/08
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