MENTRE DURIN
LES ESPELMES
(2021)

Josep Rodríguez i Ferrer

Editorial:
Voliana
(2021)

Colección:
Retorn al Sol

Núm: 13

Páginas: 188

Il·lustrador:
Judit Moreno Salat

Otras ediciones:

No existe edicón en castellano

No hay nada como escuchar y sentir la pasión y la energía que un autor pone en el libro recién publicado. Como le brillan los ojos, sonríe y gesticula sobre la obra que acaba de escribir y que está mostrando a un público, para él desconocido. Así fue como me convenció Josep Rodríguez para comprar esta estimulante y original novela juvenil de carácter fantástico y romántico durante las presentaciones editoriales que hubo en la CatCon 2022 entre acto y acto. Para que después algunos digan que hacer presentaciones de libros no sirve de nada.

Mentre durin les espelmes es una novela dinámica, de buen ritmo, basado especialmente en un intercambio de diálogos constantes y que posee una trama argumental más compleja de lo que parece a priori: Joel y Víctor parecen dos figuras destinadas a conocerse y a quererse. O así se lo parece la primera vez que se ven, de noche y en un cementerio donde el primero había acudido a jugar con el espiritismo como un grandullón más y el segundo... vivía allí. Porque Víctor es un fantasma, una persona muerta hace tiempo que vive una no-vida (junto con otros fantasmas) por los cementerios e iglesias de la ciudad de Barcelona.

Y claro... esto es problemático. Pero también imposible... o al menos más raro aún de los que podía parecer a simple vista. ¿Por qué Joel pudo verle aquella noche en el cementerio? (al contrario de sus amigos). ¿Cómo puede ser que Víctor, a la hora de ayudarle en una caída, pudiera tocarlo?

Son preguntas incómodas para un fantasma... y para un vivo. Pero esa chispa que salió esa noche no parece que quiera apagarse y poco a poco, ambos, pero en especial Joel que tiene más capacidad de maniobra (cosas de estar vivo) busca la manera de poder acercarse a la persona (ser) de quien se ha enamorado.

Quizás el inicio de la relación es un tanto precipitada para mi gusto pues parece que el amor a primera vista prioriza cualquier acercamiento previo (por muy difícil que sea entre un vivo y un no muerto) pero poco a poco Rodríguez va ajustando los tempos y la narrativa para que nos sintamos cómodos con esta intensa relación interdimensional.

Como comentaba, el autor posee un vigor que lo traslada a la novela por lo que ésta nos pasa muy bien. Se incorporan un montón de referencias populares y frikis (quizás en algún caso, abusa demasiado de ellas) que supongo el autor utiliza para conectar con su público (juvenil o no tanto, que algunas guiños vienen de lejos). El hecho de dedicar un capítulo a cada personaje de esta peculiar pareja es también todo un acierto pues nos da puntos de vista diferentes y nos hace conocedores de cada preocupación o de cada alegría que les ha llegado a Joel y Víctor por ambos lados.

Pero si de una cosa me gustaría felicitar a Josep Rodríguez es las reglas que él mismo ha creado entre el mundo de los vivos y los muertos. Cómo romper estas reglas pero sobre todo cómo se cumplen. Esto genera confianza y coherencia que en una historia tan particular como ésta, son indispensables. Las estrategias que consigue crear Joel para poder tener a Víctor cerca, o los rituales a que están sometidos los fantasmas y el porqué están donde están (hay que decir que Víctor, misteriosamente no recuerda cuándo murió ni cuándo) son elementos bastante trabajados por el autor que logran dar una forma estable a la trama.

Pero también hay que decir que los últimos capítulos noto otro deje de precipitación, muy especialmente en el capítulo final, como si el autor quisiera arreglarlo todo fuera como fuera y, además, rápidamente. Debo decir que el final no me ha gustado, quizá por ese aire de Deus ex Machina para alcanzar la etiqueta de Happy End.

Así que ¿qué nos depara Mentre durin les espelmes? Pues una novela juvenil romántica (Boys Love) rodeada de aspectos fantásticos sobrenaturales que se lee muy bien pero que quizás se sustenta demasiado en el diálogo y profundiza poco en unos personajes que sólo parecen estar enamorados y poco más. Y que cuando aparece el conflicto razonable y creciente que complica la trama y la hace más interesante a cada capítulo, quizá la forma de someter este problema y darle la vuelta se ve forzada. En cualquier caso, es una agradable lectura y tiene un punto fuerte en la originalidad de la propuesta.

Que sepáis que a pesar de ser autoconclusiva, ya existe una segunda parte llamada Mentre el cel no ens reclami, también publicada por Voliana Edicions.

Eloi Puig
20/04/2023