Escribir un cuento es difícil. Escribir un microcuento o cuento ultracorto, creo, todavía lo es más. Yo lo veo como una especie de creación poética. Cada palabra, cada expresión, debe ser la justa para contar una historia, un hecho, ni más ni menos, de manera que el resultado con pocas líneas - o palabras- sea suficientemente impresionante como para que el lector retenga la sensación, el sentimiento de las palabras en su cabeza.
Pedradas es pues una antología publicada por Petròpolis, una microeditorial cibernética - como se autodefine ella misma-, repleto de propuestas cortas y rasas, pero mesuradas de la mano de Enric Herce Escarrà. Muchas de ellas escritas en un entorno fantástico aunque no exclusivo que nos permite acercarnos a este tipo de narración tan especial como son los microrrelatos.
Con cuatro pinceladas el autor debe hablar del protagonista, de la ambientación del cuento, de la trama y sobre todo del desarrollo de ésta. Con cuatro palabras hay que crear literatura, arte en definitiva. Cierto es que no todos los cuentos publicados en esta recopilación tienen esa mínima expresión escrita, pero también es cierto que Enric Herce tiene la particularidad de crear relatos que cuanto más cortos, mejores y originales son.
Pero de donde resulta un gran maestro es en la delicada tarea de combinar el título del relato con el texto en sí. Sin este equilibrio, sin esta guiño de uno a otro, muchos cuentos no tendrían sentido, o más bien el lector no les encontraría el qué. Esta simbiosis literaria entre el encabezamiento que quiere definir algo y la trama que narra unos hechos sin a priori querer dar ningún efecto, da como resultado grandes microcuentos.
Hay muchos ... pero me quedo particularmente con el más corto (de 3 palabras), un cuento llamado "Preludio". También destacan especialmente relatos como "El último hombre en la Tierra" que abre la antología, o el magnífico "Anhelo", el curioso "Malas localidades" etc ...
La cuestión es que tenemos ante nosotros una literatura minimalista que no por ser de pequeño formato y de poco desarrollo deja der ser literatura, a veces más poética, a veces más humorística, pero que no dejará indiferente.
Eloi Puig, 16/03/10
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