QUAN LA TORTUGA PERDÉ LA CLOSCA
(2017)

Marià Bosom i Casadevall

Editorial:
Voliana
(2017)

Colección:
Retorn al Sol

Núm: 09

Páginas: 293

Otras ediciones:

No existe edicón en castellano

Cuando la editorial Voliana me hizo saber que publicaba una novela de ciencia ficción hard catalana mis ojos brillaron de emoción. No porque me guste especialmente esta forma de presentar la ciencia-ficción sino porqué ese atrevimiento podría significar alcanzar un grado más den la normalización de la ciencia ficción en mi lengua materna.

Empecé su lectura, pues, con la ilusión de dejarme acariciar por aventuras que aunque probablemente se basaran en estrictas teorías sobre posibilidades desarrolladas a partir de la tecnología actual, seguro estarían acompañadas de sentido de la maravilla. Una vez terminada la novela de Marià Bosom la sensación ha sido muy agridulce porqué si bien las ideas que nos presenta el autor son dignas de cualquier buena novela de ciencia ficción (tanto da si es hard o no), la manera en que lo ha llevado a cabo el autor me ha dejado cabizbajo.

Empecemos por cuestiones positivas: Como comentaba la novela aporta ideas y teorías que si bien no tienen nada de nuevo, están tratadas con pinceladas de ciencia ficción dura y son siempre interesantes. Otro aspecto destacado es el buen ritmo con que el autor nos ha introducido en la trama argumental, influenciado sin duda por la ligereza de los capítulos (muchos sólo tienen 2 o 3 páginas por ejemplo) que ayuda a avanzar aunque lo que leas... no te guste.

Y aquí es donde quiero ir a parar: No he disfrutado con la novela, no me ha gustado. Como decía no por la temática o los ingredientes con que Bosom la elabora sino por una cuestión más simple: La trama no sólo no me ha atrapado sino que la forma con que el autor se expresa ha hecho que estuviera a punto de dejarla 2 o 3 veces. Sólo el respeto que me ofrece que una pequeña editorial como Voliana se embarque con un proyecto como el de su colección de ciencia ficción ha propiciado que me acabase la novela.

Hablemos un poco más:. Marià Bosom, como comentaba, aporta ideas estimulantes sobre tecnología y sobre muchos temas propios de la ciencia ficción. Demasiados, tal vez, pues en una sola novela vuelca información y alimenta la trama argumental con naves generacionales, telepatía, inteligencia artificial, los contactos con alienígenas, el desarrollo de la especie humana hacia un nivel superior cognitivo, el viaje a otras dimensiones o espacios a través de portales o agujeros de gusano... como veis una multitud de conceptos que parece quieran tocar buena parte de los subgéneros de la ciencia ficción... pero donde no se profundiza en ninguno.

El gran problema para mí, sin embargo, ha sido el tono en que el autor ha narrado las vivencias de los pasajeros de la nave Centauri_1 en su misión de explorar el sistema estelar más cercano a la Tierra. Un viaje que queda enturbiado por la rotura del contacto con la Tierra después de años de viaje. Un tono poco serio, que a menudo expone escenas surrealistas que anulan cualquier sentido de la credibilidad. Posiblemente el autor quería crear un aire más distendido a los obstáculos a que se enfrentan los tripulantes pero esto pasa desde toparnos con el despertar consciente de un robot que habla con jerga de quillo (y que casi me hace dejar la lectura ) y paradójicamente desaparece casi completamente en el resto de la novela o por asumir como normal (o al menos sospechosamente natural) cuestiones trascendentales como los primeros contactos extraterrestres o el hecho de viajar a la otra punta de la galaxia en un instante ... (o el hecho de que una raza extraterrestre "invite" a cenar a unos humanos en casa cuando los acaban de conocer en un viaje a través de un portal, por ejemplo).

Esta falta de verosimilitud (que no quiere decir que no me guste el sentido del humor) me hacía levantar los ojos de la novela a menudo y sólo el hecho de la ligereza de los capítulos me ha permitido continuarla.

Naturalmente, esta falta de credibilidad de la novela, especialmente dada por la situaciones inverosímiles (repito, no por las ideas que encontramos sino por como se exponen) es una percepción muy subjetiva pero que no me he podido quitar de encima durante la lectura y que no tenéis porqué compartir conmigo. Creo, sin embargo, que si la novela se hubiera centrado un poco más con alcanzar menos objetivos, hubiera trabajado más a fondo la empatía con los personajes y sobre todo se hubiera contenido con no forzar el sentido de la credibilidad (especialmente cuando trata de dar una visión seria y científica de una historia), podríamos encontrar elementos más que interesantes que nos llamaran la atención.

En definitiva, este tono, la forma y la falta de dirección con que el autor ha diseñado el arco argumental que si bien comienza con interés se va perdiendo, difuminando, es el principal punto en contra que he encontrado en la narración, la cual termina sin alcanzar un objetivo, un hito claro para el lector, al menos por lo que a mí respecta.

Eloi Puig,

05/06/2018