Que mou els morts
TERROR
CIENTÍFICO
 
     
 
 
 
 

QUÈ MOU
ELS MORTS
What Moves
the Dead

(2022)

T. Kingfisher

Editorial:
Obscura Editorial
(2024)


Colección:
---

Núm:
---

Páginas:
166

Traductora:
Marta Armengol Royo

Ilustradora:
Marina Vidal

 



 
     
Què mou els morts

La sombra de Edgar Allan Poe es muy larga... como no podía ser de otra manera, sin embargo. Sus cuentos de terror clásicos fueron una base excelente de la que decenas de autores han extraído inspiración. Pero T. Kingfisher va un poco más allá y con Què mou els morts nos acerca de una manera íntima a una reescritura de uno de los cuentos de Edgar Allan Poe más aplaudidos: “La caída de la casa Usher”.

Esta reescritura no sólo quiere proporcionarle más profundidad a la historia, sino que apuesta también por dar explicaciones a los fenómenos que Poe nos narraba en el relato original. Rompe pues, por un lado, el aura romántica de las historias de fantasmas y espíritus para ofrecernos una versión que me gusta calificar de terror científico... donde por muy perturbadoras que sean las imágenes que nos vienen a la cabeza al leer la novela, no podemos olvidar que tienen una explicación lógica o razonada... aunque sea apurando hasta el último momento la idea de una ciencia desconocida pero que puede provocarnos el mismo miedo que el horror de carácter sobrenatural. Para entendernos, esta novela tiene más de Frankenstein que de Drácula.

La casa Usher se levanta solitaria e imperturbable en una zona aislada y salvaje. Es un caserón familiar tenebroso, gótico. Unos humedales oscuros le rodean y lo cierto es que cuando Alex Easton llega a caballo para visitar a sus amigos de la infancia, lo primero que piensa es que no debería vivir allí nadie. Easton ha recibido una carta apresurándole a visitar a Madeleine Usher dado que la chica tiene un estado de salud más que delicado. Pero cuando nuestro protagonista contempla el rostro casi cadavérico y el ánimo con que se mueve por la casa la joven, comprueba que su salud es más preocupante de lo que se pensaba.

Kingfisher incorpora nuevos personajes a la clásica historia de Poe y juega con aspectos que en la obra original sólo se insinuaban. Para empezar, tenemos un médico amigo de la familia que ayuda a entender el estado de los dos hermanos Usher: Roderick con su melancolía y pesimismo abrumador y la bella pero distante Madeleine, en un estado catártico y a menudo casi onírico que deambula diciendo cosas sin sentido y que siempre está exhausta. A Easton le acompaña su fiel criado y también encuentra —demasiado adecuadamente a mi juicio— a una micóloga aficionada que estudia los hongos de la zona.

También nos propone la acción en un país inventado: Ruralia y con un trasfondo de naciones extrañas que son de mal ubicar como Galacia. No son factores importantes para la historia pero evidencian que la autora ha querido plantar también elementos propios para distanciarse mínimamente de la obra de Poe y darle también un aire romántico y perturbador más a su estilo. Como cuando Stoker ambientó su novela insigne en una lejana Transilvania.

Què mou els morts es una novela bastante dinámica, con una trabajada atmósfera que quiere ser opresiva, pantanosa y miasmática, especialmente en lo que se refiere a las descripciones de la casa Usher. La casa parece penetrar en las almas de quienes la habitan.

(...) “Seguí su gesto hasta el punto donde el papel de pared se había despegado y colgaba en harapos, dejando ver las entrañas del edificio. La humedad trepaba por los tablones de madera pálida con manchas negras diminutas que formaban constelaciones”. (...)

Es una prosa sutil pero cargada de momentos inquietantes y perturbadores. Cuando Kingfisher quiere provocar malestar lo consigue, pero distribuyéndolos a cuentagotas con párrafos macabras que se cuelan de vez en cuando a la narrativa y le otorgan ese aire de terror gótico que esperamos en este tipo de narración. Lo cierto es que la trama nos lleva a que Alex Easton investigue el porqué del extraño ambiente malsano del caserón Usher. Y poco a poco iremos obtenemos respuestas, pero aunque la lógica científica actúe en favor de la trama, Kingfisher no olvida que está escribiendo una novela de terror. Por tanto, la prosa puede ser sutil pero cargada de momentos inquietantes.

Entonces sonrió y fue horroroso.
La comisura de los labios de Madeleine apuntaron hacia arriba en una parodia espantosa del buen humor. La boca se le ensanchó en una mueca dolorosa, con la mandíbula tan tensa que era casi como si chillara. Encima de aquella sonrisa estremecedora tenía los ojos, apagados y muertos como rocas.“

Una novela, pues, notable, que especula hasta dónde puede especular en base a un texto previo de Poe y que da soluciones y alternativas al misterio de la casa Usher y a sus ocupantes. Todo ello en una historia de poco más de 150 páginas donde lo único que quizá se le puede recriminar a la autora es que haya incorporado de forma un tanto forzada a un personaje experto en hongos en la trama, para que ayude de forma desinteresada cuando es necesario.

Sea como sea, una historia coherente, rápida de leer y que proporciona el terror justo esperado. Si a eso le añades que ha sido traducida por Marta Armengol e ilustrada por Marina Vidal… poco más se puede pedir.

Recuerdad lo que a menudo se dice durante la novela:

"Los muertos no caminan"

¿O quizás sí?

Eloi Puig
23/06/2024

 

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