No em deixis mai
Never let me go
(2005)

Kazuo Ishiguro

Editorial:
Empúries (2005)

Colección:
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Núm: 47

Páginas: 317

Otras ediciones:

ESPAÑOL:
2005 Círculo de lectores

2005 Anagrama. Panorama de narrativas, 618

A veces la ciencia-ficción sirve para acercarnos a temas sociales que de otra manera no nos plantearíamos. A veces todo aquello que hace veinte años era ciencia-ficción, hoy día es casi una realidad y lo tenemos l alcance de la mano. A veces, aparecen libros que sin ningún tipo de complejos combinan todo eso para ofrecerlo al gran público: una novela que parte de una premisa científica, para desarrollarse bajo la mirada de la crítica social, del miedo a todo aquello que todavía nos es desconocido y que la ciencia nos traerá más pronto de lo que pensamos.

Nunca me abandones es una novela que nos habla de clones. Una obra escrita por Kazuo Ishiguro que especula sobre la vida de seres copiados, clonados y del futuro que tienen como donadores de órganos vitales; pero a diferencia de lo que sería habitual en ciertas novelas de tipo thriller donde uno puede imaginarse a los clones rebelándose, luchando por su futuro y por sus condiciones de vida (un sería el de la película La isla), aquí Ishiguro ha planteado la novela con otros objetivos: Hacernos partícipes de la percepción que tienen los protagonistas a través de su infancia y adolescencia del mundo que les ha tocado vivir.

El autor diseña su obra para que los personajes no tengan casi ningún tipo de interés para escapar de un final a priori ineludible. La espera de lo peor reside más en la mente del lector que en la de los personajes. Este punto quizás resulta poco creíble pero es la faceta que ha escogido Ishiguro: La de mostrarnos la relación especial entre tres amigos, no la faceta más impactante o desenfrenada que podríamos ver o leer en un thriller. Estos tres amigos serán los protagonistas absolutos de la historia. Los miedos, alegrías, esperanzas y la omnipresente resignación nos serán transmitidos en primera persona por Kathy, una alumna que actualmente trabaja de cuidadora de donantes, de sus antiguos amigos y compañeros. Todo ello hace que leer la novela resulte un ejercicio muy intimista.

Por una parte la idea de tratar personas que han sido creadas como simples donantes, como si fueran animales de granja, es muy estimulante. Ishiguro aporta la sensibilidad necesaria y una prosa fácil de asimilar. Pero por la otra, creo que el autor olvida un poco el argumento para centrarse demasiado en las percepciones y sentimientos de los protagonistas. Continuamente la narración va adelante y hacia atrás explicando situaciones poco interesantes donde se intuye que el autor pretende crear un vínculo sensible entre los personajes y el lector. Y lo consigue en buena medida, pero el ritmo se resiente. Una vez se han leído los primeros capítulos se tiene la sensación que no pasa nada. Ishiguro tiene bastante talento como para mantenernos unidos a la lectura con pequeñas dosis de información sobre la situación en que se encuentran los personajes, pero el ritmo, la adición que podía presentar el planteamiento del libro queda desplazado a un segundo término.

Podríamos encontrar muchos conceptos que se podrían desarrollar en la novela pero el autor pasa muy por encima: No existe ningún debate sobre la clonación o sobre sus aplicaciones, hay una desvinculación total entre el qué pasa al mundo y la escuela de Hailsham donde residen los alumnos... Ishiguro excluye empezar cualquier discusión o debate entorno a la premisa inicial para entregarse a describirnos el comportamiento y la vida cotidiana de los alumnos.

Así pues, una novela de ciencia-ficción, disfrazada de narrativa general, dirigida a todos los públicos y que podría sembrar algun que otro precedente, pues una parte la ciencia-ficción es eso: Enseñarnos lo que tenemos delante, lo que llegará de aquí a poco tiempo, para que no nos coja desprevenidos.