Una intriga político-religiosa da pie a Rufin para narrar
una equilibrada novela histórica ambientada a finales del
siglo XVI. Creo que la palabra más apropiada para definir
la novela es precisamente "equilibrada": La principal
virtud de El Abisinio es que en ningún momento
te aburre, no existen grandes parrafadas descriptivas ni experimentos
literarios. El argumento es sobrio y solo tiene algunos puntos débiles.
Uno de estos es la historia de amor que de desarrolla que particularmente
la encuentro muy forzada. Otro caso sería la sospechosa necesidad
de um médico siempre en el momento oportuno para ayudar a
superar momentos difíciles.
El hecho pero, es que Rufin separa muy bien los ditintos frentes
de acción de la novela y los combina de manera (otra vez)
muy equilibrada. La longitud de los capítulos, de las explicaciones,
de los diálogos
todo en definitiva guarda este equilibrio
del que estoy hablando.
De todas formas, esta história, como decía, de intriga
político-religiosa que transcurre en parte en la mítica
Abisinia cristiana y en parte en Francia (un parte por otro lado
menos interesante) no llega nunca a crear una dependencia con el
lector. El argumento y el estilo de Rufin es suficientemente válido
para ir pasando las 460 páginas pero nunca con aquel enfasi
que uno encuentra en otras novelas históricas. Digamos que
faltan algunas dosis de emción y creatividad.
Así pues, El Abisinio queda como una novela histórica
más que correcta pero que posiblemente no atraerá
para hacerle una futura segunda lectura.
|