De todos es conocido la faceta de narrador de Tim Powers: Especialista en novelas de fantasía histórica, steam punk etc, pero pocos, muy pocos (y yo menos) conocíamos la vertiente de su carrera literaria dedicada al cuento, a la narración corta.
Gigamesh, en uno de esos gestos de esplendor que tiene por Sant Jordi, regaló este volumen el año pasado, el cual recopila 4 cuentos de Powers nunca publicados antes en español. Son todos ellos cuentos de marcado acento fantástico pero alejados un poco de los planteamientos que nos tiene acostumbrados el autor americano. Los cuentos pertenecen, además, a épocas muy diferentes: Desde los primeros años ochenta cuando Powers escribió su obra magna: Las puertas de Anubis hasta hace pocos años, en 2006, lejos ya de los éxitos de aquellos años pero donde se vislumbra que Powers puede dar una campanada en cualquier momento.
Así, "Donde quiera que se ocultan" parte de un planteamiento de narración sobre viajes en el tiempo con toques de originalidad pero quizá desarrollado de forma un tanto caótica, de manera que al final me ha parecido un tanto difícil de seguir - claro que el hecho de que me lo haya leído en tres noches consecutivas tumbado en un sofá de un apartamento de Gdansk quizá no ha ayudado demasiado- pues es el típico cuento que hay que leer de un tirón, sin pausas.
Pero el resto de títulos son más interesantes: "Una alma embotellada" es una tierna relación entre un fantasma y un buscador de libros extraños. Un relato entre entrañable y nostálgico y muy digno.
En cambio en "El camino de bajada" nos narra de una forma directa y muy amena una reunión de inmortales que acabará de forma diferente a como se había planteado. No importa aquí que la tecnología que aparece en el cuento sea un poco inverosímil, lo que en realidad hay que destacar es el papel del protagonista principal, narrado con mucha maestría y que consigue una empatía directa con el lector.
El último cuento es el mejor de todos: "El reparador de biblias", sobre todo porqué es un relato que inspira a que nuestra imaginación se desboque: insinúa tantos aspectos fantásticos, tantas cosas inimaginables y sobrenaturales, que son narradas con una normalidad que asusta, que lo primero que piensas cuando acaba la historia es "¿Por qué no ha hecho una novela todavía"? "El reparador de biblias" es además el relato mejor escrito, más intenso y más original de los cuatro. Parece que las musas que tanto le gusta perseguir a Powers le inspiraron de verdad, al menos literariamente hablando. Repito que es un buen punto de partida para una historia más larga ... quizá algún día el señor Powers se decida ...
Eloi Puig, 27/08/2010
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