Etreum. La biblioteca del destino es una de aquellas novelas que es difícil de comentar. Básicamente porque es mucho más de lo que aparenta y porque aparenta también más de lo que en realidad es. No, no se trata de un trabalenguas, sólo intento describir la mezcla de sensaciones que me ha producido la obra. Ciertamente lo mejor para los lectores sería atacar la obra sin leer ninguna crítica antes, pues el hecho de empezarla sin saber nada, ayudará a disfrutarla mejor.
Jose Manuel S. Gamboa ha escrito una novela de cariz fantástico donde invierte una gran imaginación que se mueve siempre ligada a un argumento muy meditado. El autor no quiere dejar que esta fantasía se separe de los escenarios de la novela, no deja que la obra se le escape de las manos y dota a su imaginación, a su fantasía, de reglas a seguir. La novela se aleja de la fantasía medieval pero continúa manteniendo una proximidad con lo que se llamaría fantasía épica (o lo que es lo mismo, la eterna lucha del bien contra el mal). En este caso llevado hasta límites insospechados.
Etreum se basa en una idea bastante original y una puesta en escena bastante adictiva con numerosos personajes y líneas argumentales que confluyen (como uno esperaría) en un final de impacto. El argumento gira entorno a la destrucción del Antiguo Mundo (por cierto, el que nosotros estamos viviendo) que se produjo siglos atrás y la creación del Nuevo Mundo donde conviven nuestros personajes. El misterio de la causa de esta destrucción y del porqué de las nuevas reglas que rigen este nuevo mundo (en el cielo brillan dos soles y de noche dos lunas iluminan la oscuridad, la magia existe en ciertos aspectos de la vida, y en pocos siglos la humanidad ha conseguido alcanzar un status y un nivel de tecnología parecida al de la Edad Media) es pues la enigma que el autor nos esconde durante todo el libro.
Etreum se estructura en tres partes muy diferentes aunque la prosa del autor no las hace evidentes. Una primera parte -la mejor- donde se establecen los escenarios y los principales personajes de la obra: Agnes, una vieja que acoge a una criatura acabada de nacer que posee poderes especiales, Yeristm, la criatura-chica que explora y busca por la vía sexual cuál es su destino y Mason, el policía que investiga el asesinato de una alcalde y de unos niños supuestamente sodomizados por el cura del pueblo. Es una buena introducción donde el autor se toma su tiempo para darnos pistas e información sobre el Nuevo Mundo, sobre la magia y sobre la gente y su sistema de valores y creencias.
La segunda parte en cambio se precipita; de sopetón los personajes definidos anteriormente - y algunos nuevos- parece que se vuelvan locos y dejan de actuar según su talante. Es una situación algo confusa donde Gamboa nos escribe capítulos enteros de flashbacks sobre la vida de los protagonistas (un recurso que utiliza en toda la novela) pero en cambio nos da mucho poca información del presente de éstos, de sus motivaciones, anhelos y miedos. También incluye pasajes llenos de casualidades que dejan una estela, un rastro de la mencionada precipitación por parte del autor (el caso del doctor de la universidad es el más evidente). Otro ejemplo: La larga persecución entre personajes que se produce durante nueve meses -algo absurda y fuera de lugar- en dirección a la misteriosa Neleb es posiblemente la parte más floja de la obra.
Y tenemos una tercera parte donde se nos descifran todos los misterios - I eso es realmente muy de agradecer-, dónde convergen las líneas argumentales y dónde podemos entender todo lo que está pasando. La puesta en escena en este caso es muy policíaca: Todos los personajes importantes en una sala donde se explican los misterios como si un Hercule Poirot o una Sherlock Holmes estuviera haciendo confesar al criminal de turno.
La novela no se basa en la típica estructura de planteamiento, nudo y desenlace (y eso, también es de agradecer), más bien parece una estructura de planteamiento, largo desenlace y explicación final que lo resuelto todo. Me falta una mayor interacción entre el argumento y los personajes en la parte central de la novela. Gamboa diseña personajes extravagantes que se vinculan con el argumento a través de pequeñas historias personales. A menudo el autor nos abre las puertas a los mundos particulares de cada personaje a través de flashbacks pero fuera de éstos parece que muchos de los personajes sólo aparecen con una finalidad concreta sin, cómo decía, interaccionar con el presente, con la historia que se nos está explicando.
Por el camino, el autor nos deja un libro que parece que busque sus propias reglas dentro de un universo nuevo y original y donde el autor no se priva de mostrarnos un estilo fresco y de buen ritmo, salpicado de párrafos, unos altamente eróticos, otros de gran violencia -incluso macabros en algunos momentos- y de otros de más poéticos pero que todos juntos te dejan con buena sintonía con su prosa.
Etreum es una buena novela que posee grandes atributos -la mezcla de fantasía y misterio; el tratamiento de ciertos aspectos religiosos y metafísicos; el lenguaje, abierto, sin complejos- y también algunos aspectos más negativos: Una estructura desigual que no acaba de funcionar en su parte central, poca profundización en ciertos personajes... En todo caso, sin embargo, resulta efectiva, sobre todo a raíz de un final cerrado y bien atado (como decía, la puesta en escena es un poco simple pero prefiero eso a que el autor no se digne a aclarar los puntos abiertos en sus tramas).
Entre líneas hay que quejarse de una edición de la novela que no separa las diferentes acciones y escenarios de manera que lleva a la confusión sobre lo que estás leyendo. Al menos durante unas líneas.
Resumiendo, recomiendo la novela por diferente y por coherente. Porque tiene una prosa ágil y porque plantea temas más que interesantes. Que el autor haya salido más o menos airoso de unir estos elementos es un trabajo que tendrá que decidir el lector. En mi caso creo que se alcanza un éxito parcial, pues la coherencia del argumento y la prosa acompañan hasta el final pero el desarrollo de la novela se hubiera podido realizar de forma más esmerada en algunos momentos.
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