Una de las primeras percepciones que se tienen
al leer a Zoran Zivkovic es que es un amante de los libros, de la
literatura. Muchos de los cuentos de esta antología tienen
a los libros como protagonistas o como medio para desarrollar una
historia. También su visión mística de estados
supremos tras la muerte, visiones irónicas y divertidas del
infierno o encuentros casuales con Diós son denominador común
en muchas de sus Historias imposibles.
Zivkovic me ha cautivado con una prosa rica
y un talante, una forma de expresarse sencilla pero efectiva, en
pocas líneas es capaz de atraer la atención del lector
en cada uno de sus cuentos, en pocos párrafos construye relatos
que invitan a la reflexión. El autor conduce sus cuentos
con sensibilidad, sin crudezas, presentando temas a veces delicados
pero siempre utilizando formas y adjetivos precisos, como para dirigir
la narración entre aguas plácidas.
Este volumen recoge cinco novelas cortas escritas
entre el 1997 y el 2004 y un cuento independiente. Las novelas están
compuestas por varios relatos que solos no parecen tener nada en
común entre ellos pero que acaban unidos por una última
historia cada vez, que determina la dirección final de estos.
(lo que se llama en términos anglosajones como fix-up).
A veces esta unión está forzada y a veces no concluye
como se merecería la novela pero ayuda a percibir mejor lo
que nos quiere transmitir el autor.
Sólo añadir, antes de los comentarios
propios de cada novela que el autor ha mantenido un nivel literario
muy elevado en todas ellas. Que los argumentos de sus cuentos nos
gusten más o menos no debería ser un perjuicio por
valorar a Zivkovic, un hombre que pese a algunos altibajos estructurales,
me ha hecho reflexionar mucho y sobre todo, me ha hecho disfrutar
de unas muy buenas horas de lectura.
El regalo del tiempo
Los viajes en el tiempo siempre han sido uno de mis temas preferidos
en la ciencia ficción pero a veces también son tratados
desde una vertiente fantástica y este es uno de esos casos.
Zivkovic ha construido una novela corta separada en cuatro cuentos
que aparentemente no tienen nada a ver entre ellos. Los tres primeros
cuentos nos narran viajes a través del tiempo que plantea
el autor por tal de provocar una situación compleja dónde
los personajes deban decidir entre dos opciones y dónde son
arrastrados a otro tiempo crucial en sus vidas (el mejor de todos,
posiblemente sea el primer cuento: El Astrónomo).
Zivkovic juega con el sufrimiento de los personajes
ofreciéndoles la posibilitad de conseguir todo aquello que
siempre han deseado cuando ya habían renunciado a ello. Es
como un déspota que disfruta con la tensión y los
castigos que ofrece a sus personajes, actúa de conciencia
del diablo para provocar una reacción en sus personajes.
El cuarto cuento es el que une los otros de forma original y estrambótica,
ofreciendo la visión del escritor sobre las obras que ha
escrito. Un ejercicio imaginativo y original que hace que el conjunto
de la novela sea realmente inquietante.
Encuentros imposibles
Este es el título del libro que aparece en todos y cada uno
de los cinco cuentos o capítulos que componen esta novela
corta. La estructura es similar a la dada a El regalo del tiempo,
incluso la forma de unir los diversos relatos en el último
capítulo. Pero esta novela tiene más momentos irónicos,
con toques de humor inteligente. A Zivkovic le gusta reflexionar
sobre la muerte y sobre Diós y el diablo. Son temas que empiezan
a ser recurrentes pero también tiene cabida el humor como
el de La librería y El Confesionario que garantizan
que en el placer intrínseco de la prosa del serbio también
encontramos diversidad de emociones aseguradas.
Siete contactos cono la música
Esta novela es quizás la más densa del volumen. No
por la prosa que utiliza Zivkovic que resulta magnífica si
no por el tema tratado. Los relatos que la componen tienen un denominador
común: La música, a través de la cual los diversos
personajes logran percepciones especiales de orígen casi
metafísico, como si a partir de algunos sonidos musicales
determinados, se pudiera, comprender el todo, entrever el funcionamiento
del universo. La mayoría de los personajes de los relatos
sólo consiguen una pequeña parte de esta comprensión
y no siempre se dan cuenta de su significado. Pero Zivkovic no escribe
para aclarar conceptos precisamente, si no más bien por dejar
perplejo al lector.
La mayor parte de las historias tienen un final
abierto, sin conclusiones; ni siquiera el último relato que
intenta unificar los otros como hemos ido viendo en las otras novelas
consigue ser determinante. Siete contactos con la música es una obra más reflexiva de lo qué parece, pero quizás
el nivel de comprensión que quiere conseguir el autor por
parte del lector es demasiado elevado. Acabas dudando de todo lo
que has leído.
La Biblioteca
Esta novela es la que marca la diferencia en la antología,
al menos en dos aspectos: Es la única que ha ganado un premio
internacional importante (World Fantasy Award, 2003) y es la que
el total de cuentos que la componen no aportan tanto como conjunto
que como por separado. En La Biblioteca es dónde se
demuestra la filia que tiene el autor por los libros presentándonos
un seguido de historias fantásticas que frotan lo absurdo
pero que quieren básicamente homenajear todo lo que rodea
el mundo de la literatura. Son historias entre divertidas y enigmáticas,
sin conclusiones claras y sin pretender cambiar ninguna concepción
literaria, más bien es un ejercicio de imaginación
constante para dar al lector unas perspectivas únicas de
tipos de bibliotecas. Muchos de nosotros nos veremos representados
en alguna de los situaciones que plantea Zivkovic en estos cuentos,
al menos hasta que el componente fantástico se abra paso
entre la realidad a pasos de gigante, como si un Godzilla apartara
los rascacielos de la realidad de forma casual, porque paseaba por
allí. Porque no deja de resultar divertido como muchos protagonistas
aceptan la fantasía que se apodera de sus vidas con una naturalidad
envidiable.
Pasos en la niebla
A diferencia de las otras novelas, los cuentos incluidos en Pasos
en la niebla no forman un fix-up, no existe ningún
relato unificador, sólo tienen en común un elemento:
La niebla, una niebla espesa y mágica que rodea a los protagonistas
y los hace vivir situaciones increíbles: Viajes en el tiempo,
visionados del futuro, contemplación de los sueños
ajenos... La niebla es un nexo, como lo era la música en Siete contactos con la música.
Pero aquí, los relatos estan más
bien acabados, funcionan solos sin la ayuda in extremis de un cuento
que los una. Zivkovic continúa obsesionado con las líneas
temporales y con la muerte. Todos los cuentos destacan por alguno
de estos temas. Y me atrevería a decir que algunos podrán
competir como los mejores de todo el volumen.
El teléfono
Y con respecto a este último cuento, continúa bajo
la estela del resto de libro. Sería una historia original
si no la hubiéramos ya leído en otros momentos del
libro. No deja de ser una mezcla entre El astrónomo y El estudio. Un cuento esmerado como de costumbre en este
autor pero que no destaca por sobre el resto.
Y para acabar, sólo felicitar a
Minotauro, no sólo por traernos a un autor totalmente desconocido
fuera de la órbita anglosajona, si no por la cuidada edición
del volumen. Un buen hallazgo que encajaría muy bien en cualquier
biblioteca, ya sea virtual, doméstica
incluso en una distinguida
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