Juan Miguel Aguilera tiene la capacidad de soprendrerme a cada
novela que leo de él. Cierto es que sólo me he leído
dos, pero cada una ha representado todo un descubrimiento. Tuve
el placer se escuchar a Juan Miguel Aguilera en las últimas
jornadas literarias de Kosmopolis de Barcelona, justamente
cuando debía acabar de sacar este libro al mercado (o si
no estaba a punto de hacerlo), la lástima es que entonces
aún no había leído nada de él, sólo
visualizado su guión cinematográfico, Stranted;
en el Festival de Cine Fantàstic de Sitges.
Rihla es una gran novela: Compleja, diseñada al detalle
y narrada por un autor emergente que está demostrando que
se puede combinar tranquilamente la novela histórica con
la fantasía y la ciencia ficción. No son estos unos
argumentos muy originales pues otros autores también se dirigen
por esta línea, pero Aguilera muestra en sus obras aquella
mezcla perfecta entre realidad y fantasía, entre historia
y ficción que quedan al alcance de pocos. Nos encontramos
pues delante del Tim
Powers valenciano? Posiblemente. El trabajo de documentación
en que se basa Rihla es extraordinario. El mismo autor explica -y
nos transmite- su fascinación por la cultura precolombina
del Yucatán a través de una obra madura, que aunque
no lograr el nivel de su predecesora es sin duda una novela capital
dentro el género de la fantasía histórica.
Rihla cuenta el viaje iniciático de Lisán
Al-Aysar, un erudito árabe, nacido y criado en Al-Andalus
a finales del siglo XV, justo cuando la presión cristiana
sobre el reino de Granada se empieza a hacer insoportable. Rihla,
de hecho significa "Viaje","Periplo" y no se
me ocurren mejores palabras por explicar el argumento de la novela.
En la primera mitad de esta el 'autor recoge la mejor tradición
salgariana para presentarnos un escenario exótico, meticulosamente
descrito -la recreación del ambiente de Granada es fantástico-
y lleno de aventuras que lleva al protagonista a embarcarse hacia
un mundo nuevo al otro lado del mar, un territorio que aún
no ha sido descubierto oficialmente por Europa.
Hay que tener claro que Lisán Al-Aysar es un erudito y que
se mueve por la ciencia y el conocimiento, tal y como hacía
Ramon Llull en La Locura
de Dios. Este hecho repercute en la segunda mitad de la obra,
dónde las aventuras exóticas se combinan con toques
fantásticos y de Ciencia Ficción. El autor nos lleva
a terrenos más complejos para explicar fenómenos y
mitos como el de la Atlántida, la teoría de Gaia -muy
presente durante toda la obra- , la mitología precolombina
y hasta se atreve con referencias a Vlad el empalador conocido sobre
todo por el alter ego que le proporcionó Bram
Stoker. Al igual que en La Locura de Dios enfrenta el mundo
racional, representado en este caso por la cultura árabe
con el mundo fantástico, irracional, mitológico de
los pueblos del Yucatán. Los conocimientos de Aguilera sobre
este tema son increíbles, hasta el punto que en algún
momento uno se puede quedar saturado de información. Así
pues, la línea argumental se va complicando a medida que
el autor se adentra en la mitología precolombina de los itzás
o los mexicas, pero a la vez se abren cada vez más puertas
especulativas que te exigen una atención cada vez mayor.
Quizás hace falta remarcar que en algún momento tanta
información en tan poco tiempo puede hacerte perder el hilo
de la acción.
Sacrificios multitudinarios, cometas premonitorios, ritos chamánicos,
teorías científicas que harían temblar a más
de una religión, viajes astrales a lugares inconcebibles,
choques culturales entre el viejo mundo racional y el nuevo mundo
virgen, mágico
todo esto y más lo podemos encontrar
en Rihla.
En definitiva, una aventura que recoge lo mejor de las aventuras
exóticas de Salgari -que siempre ha sido un referente
para mí- con la buena literatura especulativa, en clave de
ciencia ficción o de fantasía que en este libro viene
a ser prácticamente lo mismo.
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