La aparición en diciembre pasado de la revista Les males herbes fue una gran noticia para los aficionados a los géneros fantásticos catalanohablantes. El hecho de que en un mismo año se publicaran dos nuevas revistas de género en catalán auspicia que las cosas se están moviendo y que quizás a la larga lograremos la normalidad cultural y lingüística que todos deseamos, también en el ámbito del fantástico. Así pues a la ya conocida Catarsi, debemos sumar a partir de ahora la revista Les males herbes.
Esta publicación nace con el afán de acercar el terror, la ciencia ficción y el fantástico en catalán, pero en un principio dejando a un lado la fantasía más de carácter épico y centrándose en los demás subgéneros. Como hecho diferencial hay que decir que cada número estará dibujado por un solo ilustrador - en este caso Joan Sanz-, el cual impregnará su estilo en las páginas de toda la revista. La maquetación y la presentación son muy atractivas, los relatos y artículos impresos a doble columna, las ilustraciones a toda página, todo ello da un aire de amplitud que invita a leer. La misma portada también es muy vistosa y bien conseguida.
Pero el contenido no está a la altura de las expectativas. Por un lado tenemos seis relatos que abarcan los tres subgéneros principales del fantástico y un artículo sobre el vampirismo en Europa y particularmente en Catalunya. Este último resulta interesante y acaba por convertirse en la mejor aportación de la revista en este número original. Escrito por Laia Cardona, el artículo "Rastres vampírics" nos abre las puertas a las influencias - de todos conocidas-del vampirismo de Europa Oriental, aportando algunas teorías propias del porqué se desarrolló más en esa zona que en Europa Occidental. Y también el hecho de aproximar el vampirismo a las leyendas o hechos más o menos documentados de casos en Catalunya todavía provoca un interés mayor. Está claro que el artículo hubiera podido ser más profundo pero creo que como acercamiento es más que acertado.
Los relatos de este número 1 no son especialmente impresionantes. El primero de ellos, "Els perills de la filantropia" de Ramón Mas, es posiblemente el mejor. Nos narra los efectos de la superpoblación mundial causada por la erradicación de las enfermedades. Quizás tiene un estilo muy homogéneo pues le falta un poco de emoción al texto ya que el personaje principal no consigue transmitir esta emoción o acercarnos a sentir el peligro que puede conllevar la superpoblación del planeta. Pero el relato está narrado con elegancia y en algunos momentos en un tono entre nostálgico y fatídico. Correcto.
Seguidamente encontramos una primera parte de un relato - o novela corta- llamado "L’esbudellador de la Ribera" (Eduard Mas de Xaxars) que parece perseguir la pista de una serie de asesinatos cometidos años atrás en Barcelona: No me es posible valorarlo sin haberlo leído completamente. En un principio apuntar, sin embargo, que está bien narrado pero que le falta cierta "sustancia" ... vaya que el autor se está tomando su tiempo para detallar los hechos. Esto no es negativo por sí solo si tuviéramos la obra completa, pero para cuando leamos la segunda parte, probablemente nos hayamos olvidado de hechos cruciales de este primer texto. Es el problema de publicar obras por partes.
Jordi Xomelles nos presenta "Coses de l’ofici", un relato fantástico con una premisa curiosa y atrayente: el hecho de que un hombre se da cuenta que está dejando de contar para el resto de la gente, como si desaparecioese sutil y progresivamente. Pero la trama tampoco aporta un final demasiado digno y deja las cosas tal cual estaban al comenzar.
"CNC" de Marc Montanyés debería ser por voz propia el mejor cuento de la recopilación pero las buenas intenciones iniciales se quedan en poco al final. Para empezar la historia contada de forma caótica mediante la información que ofrece una especie de caja negra mental (la CNC) es una buena decisión, pero el hecho de no separar en el texto la acción del pasado en primera persona y la del presente - en tercera persona- provoca confusión al lector. Y que un lector se esté preguntando "¿Qué me están diciendo?" No es bueno. Dejando de lado la mezcla de escenarios y situaciones, el hecho es que la ambientación está bien conseguida pero la trama acaba resultando demasiado sencilla y sin ninguna finalidad. Tengo la sensación de que el autor quería aplicar el concepto de la CNC pero no tenía ninguna buena historia donde desarrollarla.
Otra historia que no me ha enganchado es "La cicatriu" d’Onofre Bertrana. Tiene un punto de salida impactante: Un hombre descubre una larga cicatriz en la pierna cuando se despierta una mañana. Pero la explicación del misterio y el desarrollo posterior del cuento por otros derroteos más cercanos al tema sobrenatural o psicológico, no me acaban de convencer.
Finalmente, uno de los cuentos más flojos: "Els marcians" de Pere Grament. Un relato que quiere jugar con la sutileza sobre la posibilidad de que alienígenas convivan entre nosotros sin ser reconocidos. Todo ello ambientado en los conocidos encuentros en la montaña de Montserrat para observar la posible aparición de naves extraterrestres. El final, ambiguo, tampoco ayuda a crear una opinión más favorable para el cuento.
En definitiva, Les males herbes tiene madera para ser una nueva revista a tener en cuenta. Las ganas de sus editores son evidentes. Tal vez - según mi modesta opinión- habría que hacer una selección de relatos más dura de cara al segundo número pero por lo demás creo que será una buena iniciativa. Esperemos que este camino abierto en 2009 por Catarsi y Les males herbes tenga continuidad en otras propuestas editoriales similares.
Eloi Puig, 22/03/10
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