El cuarto número de la edición en catalán del fanzine Miasma nos presenta los ganadores y finalistas del II Premi Miasma de Ciència-ficicó i Terror el cual se otorgó el pasado día 12 de Abril en Manresa.
En el apartado de ciencia-ficción optaron 4 obras. La ganadora fue "Déus de vidre" de Carles Malet. Éste es un cuento que combina un trasfondo científico, con una prosa efectiva y amena. El autor nos presenta el nacimiento, desarrollo y muerte de una civilización, de una cultura totalmente ajena a lo que conocemos nosotros pero totalmente factible. Muy original y bien narrada a pesar del añadido de utilizar vocabulario técnico en algunos momentos. Sin duda el mejor relato de la recopilación.
También Carles Malet nos presenta "El Deute", un cuento fantástico bien llevado sobre las posibilidades del tiempo ambientado a la ciudad de El Cairo. Está bien resuelto pero no se le intuyen demasiados componentes de ciencia-ficción por lo cual quizás no hubiera tenido que participar en este premio. Sin embargo, una cosa no quita la otra y podemos ver cómo Malet se siente tan cómodo escribiendo ciencia-ficción como fantasía.
"Una utopia efímera" es un relato desigual. Posee una primera parte más reposada donde se intuyen las ideas que se movían por la mente del autor. De golpe, sin embargo, el ritmo vertiginoso rompe lo cebamos narrativo de forma que nos introduce en una vorágine de persecuciones y diálogos interiores no demasiado bien resueltos. Tiene una lectura fluida pero es necesario trabajar más la expresividad (la repetición intencionada o no de cierta queja no resulta creible ni espontanea y acaba cansando al lector). La historia especula sobre el futuro de nuestra sociedad mientras una científico investiga una nave extraterrestre. Se mezclan pues, elementos propios de invasiones extraterrestres, viajes en el tiempo y sociedades utópicas. Parece formar parte de un argumento superior, de manera que el planteamiento que nos ofrece sobre la utopía es secundario y en cambio se centra demasiado en el tema de los viajes en el tiempo. Irregular pero con un deje interesante. Probablemente el relato hubiera ido por mejor rumbo si el autor hubiera continuado en la línea iniciada en las primeras paginas.
Una de las mejores prosas la encontramos en Camarada pacificadora, un intento loable de mezclar tensión y humor; por desgracia la parte más humorística contrasta tanto con la prosa absorbente del comienzo que rompe el relato. Me explico: Si este relato es uno de los que me ha quedado más en la cabeza es por su magnífico comienzo, con uno nave post-soviética aterrizando en un planeta en medio de una tormenta nieve, con una aurea de misterio magnífico. Pero el relato conduce irremediablemente a un gag, a un final de chiste - creo que en este caso la palabra es bastante adecuada- y eso quizás te provoca una sonrisa pero ésta es fugaz dado las expectativas que tenía la historia al principio. Sinceramente me gustaría volver a leer una historia ambientada en este universo pero en la línea de la primera parte del cuento.
En la categoría de terror destacan dos obras por encima las otras: “Jo, el vampir”, la ganadora y "La casa del bosc". Son las dos obras mejor narradas - con el permiso de "El cel blau” - que tiene una prosa muy interesante.
“Jo, el vampir” es, como decía, una de las narraciones más firmes que además le ha hecho ganar el II Premi Miasma en su categoría a Alfred Sala. “Jo, el vampir” es una aproximación coherente al mito vampírico en pleno apogeo de la Peste Negra en Catalunya, a mediados de siglo XIV. El autor hace esfuerzos por mantener una tensión sobre una historia de resurrecciones y persecuciones nocturnas. Es como decía un texto que por encima de todo tiene un argumento bien trabajado, sencillo pero efectivo, centrándose siempre en lo que quería explicar utilizando una prosa descriptiva en primera persona muy adecuada para introducirnos en la piel del personaje.
Enric Hercé continúa ofreciéndonos historias curiosas en sus relatos. En este caso, "La Casa del bosc" se trata de una revisión moderna del clásico germánico de Hansel y Gretel. Recordemos que estos cuentos fantásticos infantiles tenían mucha más mala leche de la que ha llegado a nuestros días. Herce aplica la fòrmula de la casita de chocolate y de los conocidos hermanos pero introduciendo tramas propias que nos hablan de la locura y del sadismo. El argumento resulta enigmático todo el rato y nos invita a seguir leyendo. La prosa es distendida y variable: Tanto nos encontramos una narración en tercera persona, como escuchamos una conversación telefónica de primera mano. Y el texto tiene está suficientemente bien resuleto como para que en algunos momentos la lectura nos provoque angustia -que ya es un triunfo en un cuento de Terror-. Comentar también algunas notas discordantes del cuento como son la intención de mezclar situaciones - espiritismo, locura, posesión- en diferentes épocas donde no se acaba de ver su finalidad y un epílogo un poco ambiguo y poco desarrollado que sorprende y poco tiene que ver con el talante que tenía el cuento hasta entonces.
Una pequeña sorpresa ha sido descubrir "El cel blau", como he dicho antes una de las mejores prosas de la recopilación. Absorbente y con una estructura bien planteada, que combina hechos cotidianos con la entrada en escena de un extraño grupo. El argumento no es nada del otro mundo e incluso resulta tópico pero es una de las lecturas que he leído con más placer. Lástima de un final poco conciso y demasiado abierto. Probablemente este cuento le falten unas páginas más.
También nos encontramos con el relato “Marc, el torturador”, La vida de un asesino en serie que mata sin motivo. Bien acabado pero le falta un poco más de argumento. La historia está bien planteada pero poco desarrollada, aunque encuentro una buena idea el hecho de que un asesino actúe sin motivos, sólo para experimentar. Un poco visceral y crudo. Correcto.
En “La donació”, unos extraños policías detienen a un alocado que ha estado a punto de sufrir un accidente en la autopista. El autor nos sumerge en un argumento extraño con un final ambiguo donde se sugiere más que se nos muestra. Quizás la preparación es demasiada larga y sobre todo la conclusión es poco firme.
En la parte más baja de este número de Miasma encontramos “El verí de la cobdícia”, una historia que gira entorno a posesiones infernales y vampirismo ambientada en una baronía catalana del siglo XVIII. La falta de personalidad de los personajes, a pesar de la extensión del relato y unos diálogos forzados y arquetípicos no ayudan a desarrollar una historia que ha primado la descripción del ambiente por encima de otros factores pero donde éste tampoco alcanza ningún nivel de angustia lo bastante elevado. Uno tiene la sensación que las situaciones son demasiado forzadas y que los personajes no pueden salir del rol que se les ha definido.
En resumidas cuentas, un buen número de Miasma sin ninguna obra maestra pero que mantiene una media de calidad más que razonable.
Eloi Puig, 25/04/08
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