La novela de aventuras no es un género que se cultive especialmente en catalán. Y si además, tiene una serie de elementos fantásticos que complementan la odisea en cuestión, es aún más raro. Pero para Alister Mairon esto no es un inconveniente, quizás incluso ha sido un reto pues ha escrito una novela que se basa en el sentido de la aventura para explorar nuevos horizontes en el fantástico en catalán. Con Sabres de sal nos ha presentado, pues, un mundo para todos conocido (el de la piratería caribeña) pero trasladado a su universo lathaliano.
Así pues, la autora ha recreado un mundo paralelo al nuestro con muchos puntos en común que parece repetir buena parte de la historia, pero tergiversada sutilmente e incorporando los elementos fantásticos. Es un ejercicio realmente complejo porque a pesar de seguir unos esquemas históricos muy parecidos a los de nuestro pasado, también debe incorporar elementos diferenciadores suficientes para que nos situamos en el nuevo escenario y lo encontramos bastante atractivo. Paul Kearney hizo lo mismo con aquella fantástica pentalogía que fue Las monarquías de Dios, pero si bien el autor británico se centró en recrear el descubrimiento del nuevo mundo y las intrigas religiosas de un continente que recordaba mucho a nuestra Europa moderna, Alister Mairon, como comentaba anteriormente, se ha centrado en recrear paralelismos con la época de la piratería caribeña y el enaltecimiento de las insurrecciones en las colonias.
La novela Sabres de Sal está separada en dos partes bien diferenciadas: El secret de les aigües manses y La revolta de las aigües braves, pero que en el fondo componen un solo libro —que por motivos editoriales tuvo que separarse en dos partes—. En ambos capítulos prima la aventura, la acción y la empatía por ciertos personajes aunque en El secret de les aigües manses el enfoque es más la presentación de éstos y el descubrimiento de secretos y peligros que nutren a la aventura en sí. La segunda parte, en cambio, se recrea de forma fulminante en la resolución de un conflicto político y dedica, casi de pasada, una solución a los asuntos que abrían la premisa de la novela.
Sabres de Sal es todo un homenaje a las novelas de piratas. ¡Incluso sale un (una) Morgan! De modo que involuntariamente nuestra mente nos trasladará a las novelas juveniles que leíamos del grandísimo Emilio Salgari. ¡Pero ah! Mairon introduce elementos diferenciadores nada sutiles. Por un lado tenemos el aspecto fantasioso, con seres que no existen en nuestro mundo, o con incorporaciones propias de la mitología norte-europea —por mi cabeza rondan imágenes difusas de una novela juvenil que me encantó en su momento hace 1000 años: Ha llegado un extraño de Molly Hunter— y por otra parte, Mairon también añade una actualización al paradigma de personajes fuertes y feroces. Aquí las mujeres tienen un papel muy definido y resolutivo, pero también los elementos LGTBI nos abren las puertas a personajes abiertamente homosexuales y bisexuales. Todo lo que Salgari no podía decir, Alister Mairon sí, en este sentido, ofreciendo naturalidad en diversos aspectos LGTBI con la misma normalidad que lo hacía Richard Morgan en Solo el acero, por ejemplo.
Hablemos un poco de la trama: El capitán James, el bizco (sí, sí, todo un estereotipo, por supuesto) es un pirata de capa caída que ha perdido su nave y su tripulación. Se ve involucrado de repente en una persecución en la que unos bellacos parecen tener acorralada a una chica. Su ayuda será el inicio de una extraña relación que le llevará a buscar un mítico tesoro escondido mientras la política local de unas islas que forman parte de las principales colonias del continente se calienta con la insurrección de los esclavos del archipiélago de Las Aguilas. A medida que pasen los capítulos iremos conociendo mejor a los personajes y sus motivaciones (muchas de las cuales vienen de un pasado turbio) e iremos situando este mundo de piratas haciendo paralelismos con nuestra historia conocida. A menudo, la autora va dejando pistas sobre qué naciones corresponderían a nuestro mundo cuando se habla de ellas. Sólo os diré que los más malvados y torpes con la gestión en las colonias, que tienen un rey temible e implacable vienen de un país cuyo nombre significa «tierra de conejos». Con esto ya lo decimos todo.
La aventura de los piratas comienza de forma un poco a medio gas, con una premisa algo etérea y con unos personajes principales correctos pero que no empatizan del todo con el lector. Algunos pequeños errores u obviadas en la trama nos obligan a hacer la vista gorda pero el hecho es que poco a poco, la autora se va soltando y pone de manifiesto su talento. Por un lado con la elección de personajes secundarios muy intensos y complejos, especialmente los malos —que tienen sus propios capítulos y por tanto puntos de vista bastante interesantes— los que luchan contra las insurrecciones de los esclavos y buscan también el tesoro escondido. Así es, tanto Erik Wassercraft, comandante de la armada lathaliana como su capitana Cassandra, se llevan la gracia de los lectores por ser personajes mucho mejor definidos que los principales, el capitán James y la chica Lena. Y por otra parte, Mairon consigue hacernos partícipes de momentos de gran tensión, especialmente en la segunda parte, con gran talento para mostrar la intensidad de las batallas y los capítulos de acción. En La revolta de les aigües braves, pues, encontramos una prosa más fluida con escenas que te atrapan y te mantienen alerta y te invitan irremediablemente a seguir leyendo —un ejemplo sería el memorable capítulo 10—. En este caso, aunque la trama argumental se ralentiza en la segunda parte, la prosa gana protagonismo.
Es cierto, sin embargo, que la novela puede parecer algo descompensada si comparan ambas partes pero yo la veo realmente como una sola aventura. También es cierto que la política pasa por delante de la fantasía que queda más relegada a un segundo plano. Pero también se aventura que tendrá mucha importancia en quehaceres de otras novelas o relatos ambientados en este universo lathaliano que Alister Mairon tiene en la cabeza.
Quien lea Sabres de Sal debe saber que se encontrará con lo esperado: una novela de aventuras de piratas con todos los estereotipos que podáis imaginar (sólo faltaría el loro) pero con la capacidad rejuvenecedora que le otorga una autora como Alister Mairon que además moderniza y sesga suficientemente la trama para encontrar elementos muy golosos para seguir leyendo sobre este mundo. Una novela que va de menos a más y que acelera el ritmo cada pocos pasos. Y sobre todo que ha conseguido que disfrute leyendo. Que no es poco.
Eloi Puig
04/02/2023
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