Todos conocemos el talante reivindicativo de Antoni Munné-Jordà literariamente hablando. Su preocupación por escribir diferente cada vez, por superarse o por romper esquemas continuamente. Pero no todos conocemos su aspecto más reaccionario y visceral. Y esta pequeña recopilación de seis cuentos (y una traducción) nos abre las puertas a una serie de relatos de temática más o menos siniestra que el autor escribió a finales de los sesenta y hasta un par de años antes de la muerte de Franco.
Y es que este hecho, los últimos años del dictador antes de su esperada muerte, son el leitmotiv por algunos de los relatos que Munné-Jordà escribió. Son historias repletas de reivindicación, de rebelión juvenil pero también de miedo, de un horror cotidiano que se establecía poco a poco en Catalunya y que tomaba la forma de destrucción (todavía más) de la lengua y la nación.
Por ejemplo, en “L’escletxa” uno de los cuentos más firmes de esta pequeña recopilación, es un ejemplo del temor que suponía en los años sesenta la inmigración masiva a Cataluña por parte cientos de miles de españoles que buscaban un mejor lugar donde poder vivir. Munné-Jordà nos ofrece un ejercicio sobrio enfocado a la pérdida progresiva de la lengua, de las costumbres y de la identidad bajo la mirada metafórica de un chico que contempla con espanto pero sin resignarse cómo un pueblo puede fundirse poco a poco.
Mucho más metafórico y surrealista es el relato “L’embut” que ya había leído en la Catarsi 19 (que homenajeaba a Munné-Jordà) donde se nos presenta una fuga de la locura en un universo poblado por caballos antropomorfos y donde una vez más la pérdida de la lengua (catalana) es uno de los elementos donde el autor pone más el dedo en la llaga: Quejándose de que la gente deje de hablar su lengua materna para abrazar la foránea.
El tercer cuento de este ciclo contra la represión franquista es “L’espectre” y nos encontramos con una historia a priori típica sobre el fantasma de un dictador muerto en una remota aldea. Pero aquí el temor recae en su sombra, en su espíritu o fantasma que puede seguir haciendo el mal incluso una vez ha traspasado. Otra comparación con la inminente muerte de Franco pero que no presuponía que con su fallecimiento terminara con el régimen. Este fragmento se explica solo:
“Su cuerpo se ha corrompido entre fetideces de poder, no lo pudimos derribar, y por eso su espectro aterrador nos mantiene recluidos en sepulcros de tiniebla. Ya no es él quien habita el castillo de los horrores, pero la garra de su rigor todavía nos aterra”.
Estos tres primeros relatos, panfletos, como los llama el propio autor evidencian, pues, unos años de rabia y pesimismo sobre el curso de la dictadura franquista y en especial sobre la represión sobre la lengua y la cultura catalanas. Lo triste es que cincuenta años más tarde tengamos que volver a tener miedo sobre estos mismos temas viendo cómo los diversos gobiernos del estado permiten (y favorecen) la continua destrucción del catalán.
Con "El mutant", cambiamos de registro completamente y nos adentramos con un cuento completamente lovecraftiano como el que todos hemos pensado escribir alguna vez. También apareció en la revista Catarsi 19 y curiosamente ahora me ha gustado un poco menos. No por el contenido sino por el modo en que el autor rompe la narración por la mitad después de que un hombre se pierda por un bosque y encuentre una cueva repleta de horrores lovecraftianos para enseguida pasar a un momento a posteriori donde se filosofa más sobre la venida de los primigenios. Lo encuentro, tal vez, desestructurado pero tiene el valor de comprobar cómo el autor se esforzó en escribir literatura más cerca del terror que del fantástico.
“L’escala” es un relato experimental, que resalta en nuestra cabeza como un mantra hipnótico y nos lleva a imaginar una lucha de clases en un edificio donde los pisos altos parecen la salvación pero pueden convertirse en el terror. Todo él formado por un diálogo interminable entre dos personajes pero que me ha parecido muy refrescante.
El último cuento se titula “A Jonathan” y es un microrrelato que a priori puede parecer un homenaje a cierto personaje de Drácula pero que en verdad trata también de política y de la reciente muerte (en ese momento) de Salvador Puig Antich, el último asesinato del régimen franquista. Muy difícil de valorar
Finalmente, Antoni Munné-Jordà, gran conocedor de la obra de Jules Verne, también nos ha traducido un cuento del autor francés del que no tenía ninguna constancia. Se trata de “Frritt-Flacc” y lo cierto es que me ha sorprendido por la valentía con que encara de forma desinhibida los viajes temporales y el terror que se puede esconder detrás. Un médico es despertado varias veces a plena noche para que vaya a curar a un enfermo terminal. Él se niega repetidamente hasta que viendo que se sacará un buen sueldo se anima a hacer el viaje a casa del moribundo. Allí encontrará una gran sorpresa.
Éste es el primer volumen dentro de la colección 'Balandra' que ha publicado la reciente creada editorial Medusa, con sede en Andorra, y que publicará clásicos y reediciones descatalogadas de autores consagrados. En catalán y también en castellano.
Eloi Puig
15/04/2022
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