Que Richard Matheson es un referente importantísimo en cuanto a la literatura de género fantástico es indiscutible. Lo que no se entiende es porque no se ha traducido más al catalán un autor que fue fundamental -—tanto escribiendo cuentos como novela— y que influyó a toda una generación posterior. Pero para eso tenemos a la editorial Laertes que en 1988 ya apostó por la traducción de una de sus obras más emblemáticas y que este año nos la ha vuelto a traer en una nueva edición revisada. Estoy hablando de Soy leyenda, una de las novelas fundamentales de Matheson, una revisión del mito vampírico bajo una perspectiva inédita y que incluso ha sido llevada al cine de manera desigual un par de veces. Las buenas noticias son, además, que Laertes ha anunciado más traducciones al catalán de Matheson por lo que podemos estar más que contentos —y expectantes— por poder leer pronto más obras del autor.
Cuando leí por primera vez Soy leyenda en 2003 (en castellano en aquella ocasión) me pareció un libro diferente, interesante y original pero el hecho es que yo me esperaba una novela más en clave terrorífica, al estilo de la obra maestra que es Salem 's Lot de Stephen King y por tanto al terminarlo tuve una sensación agridulce: me había gustado notablemente pero no era lo que buscaba. Yo quería terror, sangre, angustia y me encontré con una novela apocalíptica, reflexiva y con poca acción. Ahora, dieciocho años después ya sabía lo que iba a leer y además, me he lanzado con mucho más interés porque quería rememorar las buenas sensaciones de la primera vez pero, además, hacerlas crecer sabiendo a lo que me enfrentaba. Debo decir, sin embargo, que buena parte de la trama la tenía medio olvidada y que se me mezclaba con el guion de la dudosa adaptación de la película homónima que protagonizó Will Smith en 2007.
Soy leyenda, como comentaba, es una original historia de vampiros pero narrada desde un punto de vista muy diferente al de los clásicos que conocemos todos hoy en día. Richard Matheson nos acerca al mito vampírico desde una vertiente científica en un ambiente de ciencia ficción post-apocalíptica: Robert Neville es el único superviviente de un desastre de proporciones mundiales que ha afectado a todo el mundo. La población del planeta ha sufrido una pandemia que ha transformado a los humanos en algo parecido a los vampiros; sí, a seres que parecen extraídos de las novelas góticas de terror o que al menos comparten algunas de sus características distintivas. Pero esta enfermedad no ha afectado a Robert Neville. Él es inmune y por tanto está salvado... pero se encuentra aislado, solo, ante todo un mundo que de repente es salvaje y diferente.
Soy Leyenda trata más de cómo afrontar esta soledad, de cómo no perder la esperanza y en definitiva, de la desesperación de un hombre que lucha solo, día a día, contra todo un mundo que ya no es el suyo y que se le ha girado en contra. Por un lado, Neville se dedica a asesinar tantos vampiros como puede durante el día, momento en que éstos son más vulnerables, mientras que por el otro, trata de investigar la causa que ha originado la plaga y su posible erradicación.
Las teorías sobrenaturales del mito vampírico que provienen del folclore fantástico (los espejos que no reflejan al monstruo, las transformaciones en animales como el murciélago o el lobo etc...) poco a poco van siendo refutadas empíricamente por un personaje como Neville que necesita liberarse de la tensión de sentirse solo, explorando las causas de la pandemia de forma científica, por lo menos entender el porqué de las cosas.
"Removió la cabeza. No, no, había que pensar en calma, debía plantearse todos los problemas antes de intentar resolverlos.
Las cosas se tenían que hacer de una manera metódica, científica."
El autor nos traslada a un futuro cercano (para su época), en 1976, para explicarnos de manera sencilla y directa la historia de este superviviente. Robert Neville rememorará algunos traumas que le ocurrieron durante los días posteriores al desastre mientras lucha para seguir vivo en su casa, en su barrio... sin apoyo externo. El día a día tedioso e invariable y la futilidad de todo ello será otro enemigo que Neville deberá combatir:
"En un mundo regido por el terror monótono, los sueños no solucionaban nada. Él se había adaptado, al terror. Era la monotonía lo que le pesaba más, justo ahora se daba cuenta, justo ahora lo comprendía. Y esta conclusión le proporcionaba una especie de paz, de tranquilidad "(...)
La moralina de la novela es otra, no obstante: Ahora que Neviile ha quedado solo... ¿Quién es diferente? ¿Un solo hombre que se dedica a exterminar toda una población monstruosa, o la misma población que resulta que ahora ha cambiado y posee un nuevo orden en las cosas? Esta dicotomía es la gran clave de la novela, la gran aportación que realiza Matheson al enfrentamiento contra lo desconocido y que por lo tanto provoca miedo y desconcierto. Podríamos estar hablando tanto de monstruos del folklore popular como de contactos extraterrestres porque en el fondo los humanos tenemos un instinto de supervivencia que se sobrepone a todo, especialmente cuando hay que encarar lo desconocido: Antes destruiremos lo que no conocemos y que nos provoca inseguridad, para evitar que nos elimine a nosotros. Recientemente hemos podido leer esta teoría de forma sublime en El bosque oscuro de Cixin Liu, por ejemplo. Pero Matheson ya la apuntaló a mediados del s.XX.
Hay que reconocer el gran mérito de Matheson a la hora de escribir una historia tan coherente con tan pocas páginas (podemos leernos la obra prácticamente en una tarde). Una novela, pues, que tras su sencillez esconde un mensaje más profundo y transgresor. Y acabo dejándoos estas palabras que son quizás las más líricas pero precisas que escribió Matheson por esta novela y que la define a la perfección:
"Un nuevo terror ha nacido de la muerte, una nueva superstición se apodera de la inexpugnable fortaleza de la eternidad.
Soy leyenda "
Eloi Puig
26/04/2021
|
|