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El nombre de Terry Pratchett estará ligado permanentemente a su serie del Mundodisco, las novelas de la que la han convertido en el segundo escritor más rico del Reino Unido. Pero Pratchett también ha escrito otras obras menos conocidas aunque la mayoría de las cuales pasan por debajo del prisma de lo que llamaríamos fantasía de humor inteligente. Una de las últimas por ejemplo ha sido la novela Nación y en el pasado colaboró por ejemplo con otro inglés universal: Neil Gaiman para ofrecernos Buenos presagios.
Pero más o menos por la época (1991-1992) donde también publicaba, paradójicamente, una de las novelas del Mundodisco más infumables (El segador) y una de las mejores - si no la que más-: Dioses menores, también sacó una serie de obras juveniles donde la fantasía y la ciencia ficción eran protagonistas pero sin perder esa crítica y mirada inteligente en sus tramas.
La primera de estas novelas breves de carácter juvenil fue Solo tú Puedes salvar a la Humanidad, una aventura de Johnny Maxwell, un chico normal, amante de los videojuegos que un buen día lee un mensaje enigmático en un juego de mata-marcianos: "Nos rendimos". A partir de aquí Johnny entra en un mundo que no sabe definir si es real o es un sueño. Un cúmulo de situaciones que lo llevarán a vivir una aventura espacial entrando en el territorio, la realidad, del juego Solo tú Puedes salvar a la Humanidad. Pero esta situación semi onírica, confusa, que no permite decidir si está jugando a un juego o está absorbiendo un hecho real guarda muchas similitudes con la Guerra del Golfo, que entonces se estaba retransmitiendo por televisión en todo el mundo, como un nuevo show, como un juego de ordenador.
El mismo autor en el prólogo habla sobre esta dicotomía entre la Guerra del Golfo y los videojuegos ... la televisión ofrecía imágenes que parecían de juguete ... y el juego ofrecía posibilidades que parecían reales. Esta es la crítica, el mensaje que intenta proporcionar el autor a los adolescentes que leían la novela. Que consiguiera pararlos a pensar un poco ya es otra historia.
La trama está ligada de forma poco nítida quizás para demostrar que esta confluencia entre realidad y fantasía también puede darse en la vida real. Quizás un poco más de concreción hubiera ayudado a tener un resultado más redondo.
La cuestión es que las aventuras de Johnny Maxwell son entretenidas, que se leen de forma amena y son aptas para todas las edades -por muy catalogadas que estén dentro de la literatura juvenil-. A mí particularmente me ha hecho recordar muchos buenos momentos de la época en que iba detrás de todas las novedades de videojuegos para hacerlas pasar por mi querido MSX ... eso era entre 1988 y 1992 más o menos. Yo también salvé a la humanidad más de una vez, ¿Qué os creeis?
Eloi Puig, 04/12/10
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