Neil Gaiman es un veterano en esto de escribir fantasía. Su nombre va ligado invariablemente a términos como los sueños o los cuentos de hadas. Es un autor que ha tocado desde la novela adulta, como en el caso de American Gods - que pronto se pondrá de moda-, o el humor, como en Buenos Presagios, pero también la novela juvenil como en el caso de Coraline o El libro del cementerio y naturalmente el cómic.
En este caso pero nos topamos con un formato diferente: El del cuento de hadas ilustrado. Sí, todos conocemos Stardust, la novela y adaptación cinematográfica homónima que es el paradigma de los cuentos de hadas. Pero en este caso nos llega otro relato que si bien no deja de ser un crossover entre cuentos clásicos, sí aporta algunos rasgos diferenciales que vale la pena comentar. Pero ya que hablamos de formato diremos que se trata de un cuento ilustrado por Chris Riddell que a la larga será el verdadero protagonista de esta colaboración.
L'agulla i la noia adormida (La joven durmiente y el huso en castellano) nos traslada a un cuento por todos conocidos: El de la bella durmiente. Gaiman parte de una base que todo el mundo puede reconocer para poco a poco introducir una trama diferente y unos personajes - sin nombre- que pronto descubriremos que también conocemos de otro cuento. El hecho es que la narración, sin resultar nada del otro mundo, te va atrapando poco a poco a medida que vas leyendo pero me atrevería a decir que más para descubrir los cambios que el autor va incorporando que por un interés intrínseco en sí misma. Y es que Gaiman tergiversa el cuento pero sin perder su esencia. Simplemente nos aporta elementos nuevos que rompen estereotipos de este tipo de narraciones. Por ejemplo el del príncipe rescatador, que en este caso es una reina quien se trabaja el mérito. Incluso vemos elementos impensables en las narraciones clásicas que hoy en día no encontramos extraños como besos entre miembros del mismo sexo y que estimulan a pensar en una libertad sexual que normalmente falta en este tipo de cuentos.
En cualquier caso, el cuento cumple y se lee bien pero sin convertirse en ningún hito imprescindible. Pero como comentaba, L'agulla i la noia adormida viene acompañada de unas geniales ilustraciones. Y aquí señores es donde caemos rendidos ante el trabajo de Chris Riddel que con un detallismo enfermizo casi exagerado nos presenta en todos las páginas dibujos en blanco y negro sobre el cuento de Gaiman. Y lo que sería una lectura modesta que se deja leer se convierte en un pequeño placer a disfrutar en profundidad. Desde la misma portada con una sobrecubierta semitransparente y continuando por todas y cada una de las páginas anteriores, L'agulla i la noia adormida se convierte en un pequeño tesoro para releer - o más bien, por remirar de vez en cuando- Creo sinceramente que el trabajo de Riddell se ha comido a la trama de Gaiman, cuando normalmente es la tarea del guionista o del creador de la historia la que me convence más. Si el cuento se merece un nota correcta, la parte gráfica sin duda logra un notable y el conjunto más bien se decanta hacia esta última valoración.
Leedla, pero también vedla, pues es una obra preciosa de contemplar y degustar.
Eloi Puig
05/05/2016
|
|