els assassinats
de la molly southbourne
The Murders of Molly Southbourne
(2017)

Tade Thompson

Editorial:
Mai Més LLibres
(2019)

Colección:
Catxap

Núm: 01

Páginas: 123

Traductor:
Alexander Páez

Otras ediciones:

No existe edición en castellano

La nueva editorial Mai Més Lllibres estrena de manera fulgurante con tres novelas de primer orden. Hoy hablaré de Els assassinats de la Molly Southbourne que abre la colección Catxap, dedicada a publicar novelas cortas y experimentales. Novelas inconformistas que quizás son difíciles de etiquetar - como la presente- pero que pueden dejar tanta o más huella que los clásicos.

Y este arranque de la colección no podría ser más interesante y oportuno. Tade Thompson es uno de los escritores que se ha ganado un nombre en los últimos años. De hecho, hace poco más de tres días recibía el prestigioso premio Arthur C. Clarke por su obra Rosalera.

Pero vayamos al grano: Els assassinats de la de Molly Southbourne es una obra que no tiene nada que ver con su opera prima. De hecho, se trata de una novela corta que fue escrita -según palabras del propio autor- de una forma repentina, visceral. Le vino la idea y necesitó ponerla sobre el papel (hasta el punto de dejar unas semanas de escribir el libro que estaba trabajando en ese momento). Y creo que sí, que se nota este tipo de tsumani literario que nos lanza de repente el autor porque Molly (el título simplificado que va cuajando en el fandom) es una corta pero intensa travesía por la extraña cotidianidad de la chica protagonista. Una historia que no deja un momento de respiro que devoraréis en un santiamén.

Fijémonos en la premisa de base: Cada vez que Molly sangra - cualquiera que sea la causa-, aparece una molly en poco tiempo, una copia, un clon si lo deseáis. Una asesina de hecho. Cuando Molly pierde sangre, pues, se crean nuevas mollys (así, en minúscula), las cuales después de un intervalo de tiempo indeterminado les coge una psicopatía que las empuja a desear matar a la Molly auténtica.

Terror fantástico tratado de forma muy natural y protagonizado por una Molly que experimenta unas sensaciones totalmente contradictorias a lo largo de su vida. De pequeña quizás veía a las apariciones como posibles amigas, de adolescente prefiere más soltar sus frustraciones y tantear con el peligro y la muerte. De mayor probará de ser más racional. Pero sea como sea es un impacto para tu psique que tengas que matar cada vez a tu doble para poder sobrevivir. De hecho, durante la charla que ofreció Thompson en la librería Gigamesh de Barcelona mencionó dichas como: "La vida consiste en pequeñas dosis de terror todo el tiempo" o "En la novela se habla también de las cosas que debemos matar a la vida para poder sobrevivir". Quizás aquí le sale un poco la vena del psicólogo que lleva dentro el autor pero lo cierto es que el personaje de Molly se enfrenta a esta pesadilla surgidos de su propio cuerpo con una frialdad que nos sorprende. Sí, tal vez la novela tiene un componente principal de terror y de fantasía pero también lo trata de forma aséptica y fría, sin evidenciar las emociones interiores de una Molly que ha crecido toda la vida escondiendo un secreto tan perturbador como este.

Si Tade Thompson hubiera acabado aquí la historia la podría ver como una novela escrita bajo el empuje de un impulso, de una necesidad por lo que el final podría haber sido impresionante, incluso abierto y me hubiera sido prácticamente perfecto. Pero hay algo más en mi opinión. Ahora voy a jugar a las especulaciones: Me imagino a Tade Thomson escribiendo intensamente un primer borrador y llegar al final y soplar satisfecho, aliviado incluso por haberse sacado de encima aquella historia de Molly, extraña pero fascinante, que le rondaba por la cabeza y que le impedía concentrarse en seguir escribiendo la segunda parte de Rosalera. Pero también me lo imagino meditando sobre las implicaciones de aquella historia, sobre si valía la pena continuarla, expandir un poco este universo para contener todas las ideas que le estallaban en la cabeza en una historia más coherente y quizás alejada de aquel impulso inicial.

Y de hecho, al final de la novela encontramos una explicación, una respuesta que busca esta coherencia que comentaba y que le otorga también una aire de ciencia ficción que hasta entonces la novela no poseía. Porque señores, las aventuras de Molly y sus asesinas no acaban aquí y continúan en una segunda novela ya escrita y publicada en inglés (y también en una tercera que el autor está preparando).

Así pues, nos topamos con una novela que gotea escenas de terror a las que se enfrenta Molly. Pero un horror más de quirófano que de noche de monstruos, un terror, como comentaba, aséptico, desinfectado que nos transmite igualmente malas vibraciones pero también consigue engancharnos con la trama, los motivos, en el trasfondo de todo. Pero a esta fantasía terrorífica, como he dicho, hay que añadirle estos elementos de especulación científica que controlan la obra, que detienen aquel impulso inicial desatado para convertirla en una mezcla fascinante, muy adictiva y que podemos contemplar bajo varias capas una vez la acabemos y la analicemos con la cabeza fría pero que también le roba algo de frescura al pretender frenar esta locura fantástica con explicaciones racionales.

Muy contento, en primer lugar porqué Tade Thomson sea un escritor que remueva tan bien temas y perspectivas tan diferentes como se evidencia en Rosalera y en Els assassinats de la Molly Southbourne. Satisfecho también por esta mezcla de géneros que te sorprende en cada página y que te invita a mantenerte atento por no poder prever qué puede pasar. Y especialmente feliz que un autor de primer nivel lo podamos encontrar en catalán de mano de una nueva editorial que apuesta fuerte para traernos a nuestra lengua lo mejor de lo que haya por ahí fuera, más allá de nuestras fronteras.

Ahora sólo queda preguntar... ¿Para cuándo el segundo?

Eloi Puig
21/07/2019