Bajos fondos
FANTASÍA HEROICA
 
     
 
 
 
 

BAJOS FONDOS
The straight razor cure
(2011)

Daniel Polansky

Editorial:
Minotauro
(2011)


Colección:
Fantasía

Núm:
---

Páginas:
338


 
     
Bajos fondos

Es agradable leer un novela como esta. Curiosamente una de las características que la hacen atractiva es que tiene poco que ver con los subtítulos promocionales con que se ha dado a conocer en castellano: "Dos partes de Dashiell Hammet, una parte de JRR Tolkien y un pellizco de Tarantino". (Pensaba que ya había pasado la eterna moda de mencionar al maestro Tolkien). Ignoro quién es en Hammet, pero puedo asegurar que de Tolkien no tiene nada de nada, y mira, del director Tarantino diría que tampoco - a no ser que cualquier escena violenta o que escenarios típicos de rateros en barrios bajos sean propiedad absoluta del director de Pulp Fiction-.

Como decía, el gran atractivo de esta novela es su frescura: una historia ambientada en una mundo fantástico pero sin innumerales razas mitológicas, sin grandes episodios épicos y sin contar con multitud de personajes. Un poco al estilo - salvando las distancias- de la magnífica Elantris de Brandon Sanderson. Por que Bajos fondos, al igual que esa obra, es también una ópera prima, en este caso a manos de Daniel Polansky y nos da una buena oportunidad de leer una buena novela fantástica sin que esta forme parte de sagas larguísimas.

La historia está narrada en primera persona y centrada al 100% en un solo protagonista principal: El guardián, antiguo miembro de la Corona, veterano soldado al servicio del imperio y ahora uno de los matones que administran de foma ilegal la ciudad baja de Rigus. Una aventura pues que toma forma alrededor de un héroe - o antihéroe en este caso- y que nos aleja de la épica para acercarnos a la aventura más cercana, más cotidiana. De hecho toda la novela transcurre en los barrios más pobres y peligrosos de la ciudad de Rigus. Al autor no le interesa desarrollar la geografía o historia del mundo que se ha inventado, lo que desea es moldear a la perfección la personalidad de su anti-héroe.

Porque no nos engañemos: El guardián (del que nunca sabemos el nombre) trafica con drogas, apalea los delatores y en definitiva controla un extenso territorio, pero claro… también tiene su conciencia y su vertiente más humana que llevan a que el lector se identifique con él. En este sentido, los diálogos - muy bien trabajados por parte del autor- son un punto más a favor de la novela pues ayudan a descubrir la personalidad y la inteligencia de nuestro querido malhechor. Esto, y la trama que es conducida bajo una investigación criminal desde el momento en que algunos niños comienzan a aparecer asesinados por las calles de Rigus. El guardián decidirá averiguar las causas de este asunto tan desagrable y perseguir la solución del misterio y obviamente se destaparán complots e intrigas de una escalera bastante superior de lo que parecía a priori. También influirá la magia en un mundo donde los practicantes forman parte del tejido de la sociedad, pero aquí la magia es una excusa para poder otorgar un poco de espectacularidad en alguna que otra escena. En el fondo no tiene un papel predominante - la trama se hubiera podido resolver sin ella si el autor hubiera querido-
 
Por otra parte, destaca la forma eficiente en que Polansky ha sabido intercalar de forma puntual flashbacks en el texto, el buen ritmo de los capítulos y la atención que ha puesto en personajes secundarios para hacerlos creíbles. También hay que mencionar una muy buena ambientación de la ciudad, que a pesar de no tener nada de original -podría pasar perfectamente por Ankh Morpork o por Lankhmar - no deja de tener su mérito.

Polansky pero comete un error a mi entender. No soy muy prolífico leyendo novela negra pero leyendo los clásicos como Agatha Christie te das cuenta que un autor de género negro intenta siempre dar la sorpresa final, desenmascarar al malo que nadie se pensaba. Y en este sentido, el autor hace lo imposible para que así sea. Lo intenta de forma tan determinante que a un tercio del libro ya sospechas quién será el malo de la película por mucho que se empeñe Polansky en esconderlo. En todo caso, esto no es ningún problema, más bien la parte más floja de la novela viene hacia el final -lo que me ha hecho rebajarle la nota de un notable alto a uno de justito- y es que las conclusiones finales, las escenas donde se descubre el misterio -un poco, aquí sí, bajo la influencia cinematográfica-dejan con unos cuantas dudas al lector. Dudas del nivel que algún hecho argumental tambalea dado que se podrían haber especulado muchas situaciones diferentes a partir de simples conversaciones. Lo más jodido es que a la explicación lógica al porqué de los asesinatos infantiles le faltan algunos argumentos para que sea plenamente comprensible.

Esto no quita que esta mezcla de fantasía heroica y novela negra no sea plenamente entretenida y recomendable, pero quizás a Daniel Polansky le ha traicionado por un lado esforzarse tanto en dar una gran sorpresa con la identidad del asesino y por otro lado escribir un final no del todo detallado que te provoca un cierto sabor agridulce.

En todo caso, una buena historia y una lectura fresca y narrada con perfecta desenvoltura.

Eloi Puig
30/03/2012

 

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