BICHO
HAMBRIENTO
Hungry Bug
(2014)

Carlton Mellick III

Editorial:
Orciny press
(2014)

Traductor:
Hugo Camacho

Colección:
Midian

Núm: 16

Páginas: 312

Traductor:
Hugo Camacho

Ilustradora:
Laia Baldevey

Debo reconocer que cada vez que aparece una novela de Carlton Mellick III me produce una cierta ansiedad por saber cómo y de qué nos sorprenderá con su nueva propuesta. No es exagerado pensar que este autor sea considerado de culto dentro de los estándares del género y que aquí cada vez más gente lo conozca, incluso saliendo de los circuitos del fantástico o de este subgénero extraño, entrañable y brutal como es el bizarro.

Carlton Mellick III ha sido traducido hasta ahora con mucho acierto por Hugo Camacho, alma mater de Orciny Press y casi me aventuraría a decir que es uno de sus autores fetiches, de los que trae buena suerte y provoca las mejores reacciones entre los lectores. Así pues, a las excelentes y sublimes La casa de arenas movedizas y Matrioshka, ésta es la tercera obra que nos llega del autor de Portland (sin contar algunos que otros cuentos recogidos en antologías). Se trata de Bicho hambriento y cómo era de esperar... nos vuelve a sorprender.

Para empezar debemos decir que la estructura de la novela es inusual: Formada por diferentes cuentos, la mayoría conclusivos que forman parte de una historia mayor. Sí, estoy hablando de un fix-up en toda regla. Cada cuento aporta una visión concreta sobre un personaje o nos transmite información esencial sobre el extraño mundo mágico donde transcurre la mayor parte de la novela. Algunos personajes se van repitiendo y aparecen en diferentes relatos y otros sólo están para apuntalar una historia alocada, divertida y completamente adictiva.

Vamos a ello: a Carlton Mellick le ha venido a la cabeza una idea, una premisa más que interesante y que da mucho juego: ¿Qué pasaría en un mundo donde la magia existe y los hechizos se pueden comprar? Y dónde la gente desarrolla capacidades mágicas, a menudo únicas. ¿Cómo transformaría la sociedad? ¿Y si esta magia fuera adictiva y cada vez que se utilizara provocara mutaciones y cambios en el aspecto y en el metabolismo de quien lanza los hechizos?

Este concepto, esa fotografía irreal es la que el autor desarrolla con varios personajes que terminan en un mundo paralelo llamado Culo del Infierno, donde el exceso de magia los ha dejado allí y desde donde ya no pueden volver en nuestra realidad. Allí encontramos a Avispa, uno de los personajes principales que ha inspirado la ilustración de la cubierta de Laia Baldevey. Avispa es una chica con las capacidades de este insecto y con un hambre insaciable: Puede volar (pues le han salido alas) y también paralizar a sus víctimas con su aguijón. Pero claro, no todas las magias son tan pragmáticas: Eddie, el airado, sólo consigue crear pasteles inmensos de la nada. O el entrañable Gran Raro, una especie de monstruo escarabajo de mucha fuerza (y un gran corazón) sólo puede comunicarse diciendo “Blupa-Blú”).

Pero añadiremos aquí, otros personajes, cada uno con su propia triste historia sobre el uso indebido (y excesivo) de la magia como se explica perfectamente en este párrafo:
 
“—Mira, cuando usas la magia —prosiguió—, en realidad estás rompiendo las leyes de la física, estás haciendo trampa como la realidad. Esto confunde al universo que no sabe qué hacer contigo. Así que encuentra la forma de corregir el desequilibrio. Por ejemplo, si lanzas un hechizo de volar te empezarán a salir alas. (...) Así es como el universo logra encontrarle sentido a la magia, como corrige lo imposible.”

Cada relato, cada capítulo, nos acerca un poco más al Culo del Infierno ya sus estrambóticos personajes. Una madre cariñosa que no quiere que su hijo crezca (y le vuelve a convertir en bebé cada ciertos años aunque éste guarda su memoria), o un típico chico que se puede transformar en animal (y ayuda a una furries depravados de pasada), o un hombre que puede escoger las tiradas que saldrán a los dados... son sólo ejemplos que aunque parezca mentira acaban convergente en una historia completamente coherente donde incluso aparecen seres arácnicos (que obviamente son malos pero que no acabo de entender porque sólo tenían 6 ojos o 6 brazos... quizás el autor desconoce que estas bestias no son insectos).

La cuestión es que, como decía al principio, Carlton Mellick III nos ha vuelto a sorprender con una trama fresca y desinhibida, una historia a la que puedes encontrarle el lado reflexivo (adición a las drogas, transformación, aislamiento...) pero desde una vertiente divertida, explosiva y, sinceramente, muy trabajada. No olvidemos que quizá el autor nos acerque historias que juegan con el absurdo y con elementos estrambóticos pero eso no significa a que renuncie a buena literatura. Y si no, leed el primer cuento, “La infancia interminable” y comprobaréis cómo una simple idea extraña puede acabar siendo un cuento de terror fantástico impresionante.

Bicho hambriento os abrirá el apetito y querréis saber más de este mundo de racionalidad mágica (que da para mucho más). Quizás no ha llegado a las excelsas obras anteriormente comentadas pero sigue a un nivel impecable para que el lector disfrute, reflexione y se aventure con un tipo de literatura extraña y fascinante.

Muy recomendable.

Eloi Puig
19/04/2023