A finales del año pasado terminaba la lectura de L'Extern, el inicio de una de las trilogías más atrevidas que nos han llegado en catalán en los últimos años. Atrevida por la temática en torno al terror cósmico y por la originalidad de la puesta en escena de todo ello. Me prometí a mí mismo no dejar demasiado tiempo con su continuación para que los conceptos de la trama y los personajes no se diluyeran en la memoria, así que me puse a ello en mayo y ahora toca hacer la reseña (la CatCon me ha hecho escribirla más tarde de lo que pensaba).
Els caiguts sigue la acción seis meses después del final de la primera novela con todos los frentes lamiéndose las heridas y preparándose para el siguiente paso. Con esto quiero decir que la situación en el planeta Jai después de la incursión del Externo es caótica y extraña pues una quinta parte del planeta permanece en cuarentena, controlada y rodeada por ángeles de los dioses. Allí dentro pasa de todo. Mucha población experimenta con poderes nuevos que parecen cosa de magia, los monstruos siguen campando a sus anchas y la población empieza a hartarse de la inacción de las tropas angelicales que parece que les dejen morir poco a poco.
(...) “La mayoría de los edificios estaban en ruinas desde hacía mucho, y los que quedaban sobresalían del cemento de modos tan siniestros que ninguna persona racional se atrevía a entrar. Edificios carnosos con puertas dentadas. Otros cubiertos de escamas que chorreaban un limo extraño“ (...)
Al principio el centro de atención pasa a Tiv y a los Siete, los antiguos discípulos de la científica Evianna Talirr que ahora viven en el centro de mando de la doctora y se teletransportan regularmente a la superficie de Jai para ayudar a los supervivientes. De hecho, buena parte de la primera parte del libro nos explica las dificultades de convivir con el caos que desató el Externo sobre el planeta. Los Siete adquirieron poderes sobrenaturales a consecuencia de su exposición al Externo pero estas manifestaciones con las que pueden hacer cosas increíbles parecen adquiridas de forma demasiado casual… y son poderes importantes que no se acaban de explicar bien cómo surgieron y cómo los utilizan. No les acabo de encontrar sitio en la historia de forma coherente.
Pero también encontramos a Akavi, el ángel caído que con la ayuda —no del todo voluntaria— de su incondicional Elu, planean una venganza contra Yasira, casi más propia de malos del mundo del cómic, todo hay que decirlo. Jai, pues, es el núcleo donde las diversas fuerzas conjugan entre ellas, establecen mentiras, alianzas y venganzas, un escenario de destrucción pero de gran importancia estratégica por la política de los dioses que no quieren perder influencia, creyentes y almas por el asunto del Externo.
La narración quizás fluye más que en la primera novela aunque en la primera mitad parece dedicarse sólo a situarnos en lugar y llenar capítulos. Da la sensación de que la autora explica demasiado las cosas que pasan por la cabeza de los personajes, que quiere profundizar en su psique para que entendamos sus motivaciones. En parte esto siempre es bueno, pero aquí creo que Ada Hoffmann se ha desahogado demasiado.
Por ejemplo, el tratamiento que hace de Yasira se centra mucho en cómo su incursión en el Externo la ha destrozado psicológicamente, como su mente ha estallado en mil pedazos que —literalmente— deben ponerse de acuerdo en tomar decisiones trascendentes. Es un ejercicio muy interesante, aunque quizás la autora le da demasiadas vueltas y se detiene demasiadas veces al repetirnos y explicarnos este hecho.
Quizás como lector, necesitaba también otros estímulos sobre todo enfocados al desarrollo de la historia principal; en esta segunda novela hay muy poca evolución de la trama y todavía se explican demasiados pocos hechos cruciales del pasado. Sí que es cierto que tenemos todo un capítulo dedicado a la famosa Guerra de los Morlocks donde los humanos llegaron a estar a punto de destruirse y también contamos con un par de buenos capítulos donde se narra el proceso de cómo personajes como Elu o Enga fueron reclutados, transformados en ángeles y más tarde adoptados por el ángel Akavi, quien va intuido mucho potencial en ellos que otros no habían visto. Pero todo esto, en mi modesta opinión, hubiera podido narrarse de forma más condensada.
Nos encontramos, pues, con una novela puente que parece dilatar un poco los actos entre la primera entrega y su conclusión (que empezaré a continuación). Pero en esta pasarela donde se asienta la presente trama echas de menos la presencia del Externo y lo que ello comporta: Dejar de lado uno de los intereses principales de la trilogía. Sí que es cierto que se avanza tímidamente al entender la evolución que ha hecho la especie humana por el espacio gracias a los dioses pero todavía hay muchos secretos y giros que supongo se resolverán en la última novela.
En resumen, Els caiguts parece un capítulo extenso —quizá demasiado— que enfoca su atención en un escenario concreto como es el planeta Jai, descuidando a las grandes fuerzas que vigilan precisamente este planeta: Los dioses por un lado y el enigma del Externo, que por ahora queda apartado de la trama principal. Una novela que entiendo que sirve de nexo de unión entre el brillante planteamiento inicial y la conclusión que nos espera en la tercera entrega pero en la que creo no hacían falta tantas páginas para desarrollar tan poco la historia.
Eloi Puig
15/06/2024
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