En una conversación distendida con los recopiladores de esta antología, Jordi de Manuel y Salvador Macip, me comentaban el carácter casi milagroso e inédito que tenía la presente recopilación. El hecho de unir a un montón de científicos de ámbitos totalmente distintos que normalmente tienen una vertiente también literaria para escribir un conjunto de relatos y que sean en catalán y publicado por la Universitat de València, es sin duda un hecho único - o casi - y un motivo, como no, de orgullo para los seleccionadores.

La premisa es básica: A personas vinculadas a la ciencia se les han animado a que compongan relatos libremente, a ser posible con algún tema que desarrollara algún propósito científico pero sin restricciones de ningún tipo. El resultado es un mosaico de cuentos que no siempre cumplen con la vocación científica - ni falta que hace- y que evidencia que las letras y la ciencia no tienen porqué estar reñidas. Algunos relatos, además, se decantan por la ciencia ficción, lo que siempre es de agradecer.

El conjunto es poco homogéneo, algo normal teniendo en cuenta que veinte autores han escrito lo que han querido, pero salvando alguna excepción que comentaré más adelante otorgan a la antología una vocación que va desde la divulgación al sentido de la maravilla, desde el intimismo y la reflexión al humor satírico. Los editores, además, han separado los relatos por apartados más o menos coherentes, agrupando temáticas de modo que el lector sabe antes de leer por donde pueden ir los tiros.

Empezamos por el apartado titulado, Història, art i atzar (Historia, arte y azar), no precisamente la sección con más fuerza de la antología. El primer cuento es adecuado como referencia histórica. Se trata de "Una bona reputació" de Martí Domínguez, una lectura amena pero poco trascendente sobre un personaje clave en la historia de la ciencia. Diálogos bien hallados y en general un relato que sirve para abrir boca. No apuesta por profundizar en ningún concepto y te deja un poco frío al final, pero retrata bastante bien la época vivida por nuestro estimado científico.

Seguimos con "Gabriel Ruz torna" de Isidre Grau, un primer tropiezo. Los recuerdos de Gabriel, antiguo científico de una multinacional que vuelve a las instalaciones desmanteladas para evocar recuerdos. Es un relato bien narrado pero que no lleva a ninguna parte. De hecho tiene un final soso, poco interesante. Un relato debe perseguir explicar una idea o sorprender de alguna manera, dado el relativo poco espacio disponible. En este cuento no le he encontrado la finalidad.

"Fase I" de Amàlia Lafuente, mejora. Aquí, un chico que arrastra la fatalidad es elegido para un experimento de fertilidad. Un cuento divertido en la medida de lo posible y que especula con aquellas casualidades que los científicos a veces están destinados a encontrar

Continuamos leyendo y sin darnos cuenta en caemos al abismo inescrutable que es "Retorn a Twerpdyden" de Miquel de Palol. Este relato es, seguro, un rara avis, un cuento que no entiendo como ha entrado en el presente recopilación. Numerología, Bach, dodecaedros ... en una historia pesada que no se entiende, ni su premisa ni tampoco su conclusión. Ciertamente me ha dejado un poco trastornado. No sé si mi modesta mente no puede alcanzar la filosofía implícita del relato o que directamente no está a mi alcance. Pero como lector tengo que decir que es prácticamente incomprensible y además muy poco estimulante. Muy decepcionante.

Por suerte al siguiente bloque de relatos, Vida o mort (Vida o muerte) la calidad aumenta. Empezamos por "Crònica breu d’un ésser estàtic" de Jordi de Manuel o como imaginarse unos diálogos imposibles entre dos personas que se aman, todo ello aderezado con unas gotas de ciencia por medio. Un relato eminentemente que juega con los sentimientos y las sensaciones y como decía, se centra en las conversaciones entre un chico en coma y su pareja. Sin caer en el sentimentalismo es interesante ver como el autor imagina las respuestas del enfermo. Notable.

También más que interesante es "El banquet o de la vellesa" de Carlos Zafón (no acabo de entender la "o" del título). Una premisa inicial excelente sobre un descubrimiento científico que puede revolucionar el mundo. También original es la puesta en escena pero no las conclusiones que resultan Superfluas. Una idea que no creo que esté tratada tan profundamente como se merecería pero que nos regala un relato también notable.

Los seleccionadores también dedicaron uno de los apartados a la novela policíaca, Ciència i crims (Ciencia y crímenes), integrado por dos relatos: "El crim del quatre de 9" de Daniel Closa y "Control de càrregues" de Joan Marcé. Del primero puedo decir que es un aceptable cuento que como su nombre indica investiga un asesinato de un casteller en medio de una actuación de nueve pisos (él estaba en los baixos del tronc). Quizás lo que más llama la atención es la ambientación y la escena del crimen. Por lo demás, sin sorprender pero interesante.

El segundo relato me ha dejado más satisfecho. De Joan Marcé ya leí su estimulante ópera prima, Un intrus a l'estany. La historia que nos ocupa sigue aprovechando los recursos del autor: Dinamismo, entretenimiento y ritmo frenético. Y todo ello en torno a una obra que un arquitecto quiere salvar de las especulaciones de bajo mano. Un mundo que el autor debe conocer muy bien suponemos al pertenecer también al mismo gremio. Es quizás el relato que más me ha tenido enganchado a sus letras, lo que me ha hecho sufrir más.

Interfaces i jocs (Interfaces y juegos) es el nombre de la sección siguiente. Quizás una de las más interesantes del libro - el hecho de que los dos cuentos seas de ciencia ficción tal vez ha ayudado a que me gusten un poco más, todo hay que decirlo. El primero de ellos es "Estudi cas-control" de Jordi Font-Agustí. Creo que es el primer cuento que leo de él y me ha satisfecho gratamente. Un relato corto y sorprendente, el primero de pura ciencia ficción de la recopilación donde encontramos elementos como ondas electromagnéticas y energías de control mental. Muy bien.

El segundo cuento de la sección, "El joc de jocs" tiene a Carme Torras como autora. Una historia muy interesante que nos aproxima una vez más a la inteligencia artificial, en este caso a dos voces, la nuestra y la de la conciencia nueva. En algunos momentos quizás es un poco denso pero sin duda profundo. Chapeau.

Pasamos el ecuador de los lletraferits iniciando un apartado titulado Fer ciència (Hacer ciencia) y nos topamos con el relato más divertido e irónico de la antología: "El pen drive de l’àngela" de Marià Alemany. El cuento que combina la investigación científica con el mundo sobrenatural de forma extraordinaria. Humor sutil, en ocasiones tirando hacia el negro. Muy divertido.

También "Espurnes en la mirada" de Xavier Duran es un gran cuento. Obviamente recuerda la premisa de la novela Flores para Algernon, la capacidad de aislar un problema mental hasta el punto de que la persona en cuestión mejora ostensiblemente y el descenso posterior, en este caso pero instigada desde instancias que en un primer momento no esperábamos. Muy bueno.

Las críticas en la lucha de poderes y el reconocimiento de los hitos científicos es la base de la historia que Pere Puigdomènech nos narra en "Transitant per camins del temps". Correcto aunque quizás faltado un poco de fuerza.

La siguiente sección es casi lo contrario de Hacer ciencia. Se titula Paisatges naturals i humans (Paisajes naturales y humanos) y parece estar dedicado a los escritores que han preferido ofrecernos relatos desvinculados del mundo científico. Quizás podemos considerarlos más poéticos, más humanos pero con resultados muy diferentes.

El primero de ellos, "Pell de lluna" de Silvia Aymerich no me ha satisfecho. Un cuento al menos curioso alrededor del vínculo que nace entre un grupo de amigos de varias nacionalidades y un pequeño proyecto poético alrededor de una fantástica historia entre una lagartija y un dragón. Al final entendemos el porqué de la historia pero la he encontrado poco consistente.

Pero seguimos descendiendo con "l’Apotecari del Pou" de Anna Crusafont, otro de esos cuentos que no te llevan a ninguna parte. El relato describe las penurias de una ciudad a través de la mirada de su boticario - lo que sería un farmacéutico- pero sin un objetivo final que nos permita acercarnos al personaje con empatía. Uno de los más flojos.

"Ca de l’Àngel" es la apuesta de la incombustible Rosa Frabegat. Un homenaje a Joan Perucho bajo la prosa entrañable de la autora que sigue los regueros de la memoria. Tiene un tono fantástico casi inquietante.

Y "Vincles naturals" de Teresa Franquesa ha sido una historia que me he entrado más que bien. Un emotivo relato sobre la relación de tres generaciones de mujeres - abuela, hija y nieta- y sus particulares vínculos con la naturaleza. Estos, de hecho, no son demasiado importantes pero sí la relación entre ellas. Notable.

Ya terminamos. La última sección se titula Altres mons (Otros mundos) y está dedicada al exterior de nuestro planeta, aunque sea de forma indirecta. El primer cuento, "La carta" es de Miquel Barceló, un relato corto en forma de carta póstuma que anuncia unos hechos extraordinarios a quien la lee. Correcto aunque me hubiera gustado más que el texto no estuviera tan condensado en la misiva.

En cambio "L’art de saber triar" de Carles M. Cuadras me ha desconcertado de lo más. Se trata de una competición que deben realizar dos pretendientes y que se basa en escribir relatos de ciencia ficción un poco surrealistas. Los relatos en sí te dejan un poco perplejo pero el contexto sobre el que están narrados y que ocupa buena parte de la historia no me acaba de cuadrar, no veo demasiado el sentido.

El último cuento es del Salvador Macip. "Gènesi" es una historia con elementos tópicos de la ciencia ficción pero narrada desde un punto de vista un poco más angustiosa - al menos por los protagonistas-. Tiene un acabado perfecto y se deja leer más que bien. Notable también.

Tenemos ante nosotros pues, un pequeño experimento creado por Jordi de Manuel y Salvador Macip. Una prueba que evidencia que los científicos también pueden dedicarse a la narrativa, a parte de la divulgación. Naturalmente es muy difícil que una antología con veinte autores consiga unos niveles de calidad elevados de todos los cuentos pero vale la pena acercarse a esta casi inédita edición para descubrir nuevos horizontes.

Hay que decir también que la edición realizada por la editorial Mètode es sublime, tanto por el formato de las páginas, la separación de los apartados o la misma portada. Una edición de aquellas para guardar.

Eloi Puig, 25/01/15