Hace un tiempo, cuando empezaba a leer la serie de Thorgal me fijé en una reseña de Rafael Marín, en la sección Umbrales de la web Bibliopolis donde comentaba ya hace tiempo los mejores cómics de fantasía y ciencia-ficción. La reseña hablaba en general de la saga pero las últimas palabras iban dirigidas específicamente al volumen que nos ocupa y decía literalmente:
“ …y al menos una de las diversas paradojas temporales que la serie ha propiciado hasta el momento en su maravillosa capacidad de sorprender de una aventura a la siguiente, el álbum titulado El señor de las montañas, queda como una de las obras maestras absolutas del comic de todos los tiempos."
Obviamente una afirmación tan rotunda me llamó la atención pero a pesar de las ganas que tenía de comprarme este número 15 de la serie esperé a leerlos por orden cronológico desde el comienzo... pero no hacía falta. El Señor de las montañas es un álbum independiente y sin relación con asuntos anteriores. Sobre si estoy de acuerdo o no con las palabras de Marín... continuad leyendo. Mi opinión se resume en una palabra:
Chapeau.
Pocas veces he leído una historia de viajes en el tiempo tan bien construida como ésta. Thorgal se caracteriza por mezclar elementos típicos de la ciencia-ficción, con la mitología más fantástica e incluso con una base histórica. En este caso, aunque sea por medio de la magia, el tema de los viajes en el tiempo es el principal protagonista.
Es muy difícil hablar del argumento de este volumen sin caer en la tentación de explicar demasiadas cosas ... solo decir que el guionista ha hecho un trabajo excelente provocando viajes hacia el pasado y el futuro, creando y deshaciendo paradojas temporales a un ritmo vertiginoso
Sólo esbozaré brevemente la situación de partida: Thorgal se encuentra cruzando una arisca montaña en pleno invierno, cuando se ve en la necesidad de refugiarse en una cabaña donde conoce a un joven esclavo fugado. Allí pasará la noche pero en la primera hora de la mañana descubrirá que el paisaje ha cambiado y que éste es completamente estival. Los misterios se irán sumando y los personajes secudarios –de vital importancia- irán perfilando lo que sin duda es una de las mejores aventuras de Thorgal.
No diré nada más, para no fastidiar al lector (o por no animarle demasiado y que luego se quede decepcionado). Sólo decir que por ahora, este volumen entra dentro de mis favoritos junto con Los ojos de Tanatloc
Eloi Puig, 19/11/09
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