Es marcharme de viaje y pensar que tengo que llevarme el último volumen de la colección Gatzara de la editorial Chronos porque me da exactamente lo que busco: Historias cortas y frescas de cariz entretenido que juegan a menudo con el humor o con aventura sin pretensiones excesivas, pero con un tratamiento entrañable.
Este tercer número de la colección nos trae dos historias de autores muy singulares y que tienen un punto en común para mí: Hablo de Ivan Ledesma y Edgar Cotes. Aunque Ledesma tiene una carrera más larga y es más experimentado en esto de escribir, lo descubrí relativamente hace poco. Anteriormente a este año sólo había leído de él Negorith pero es que este año se ha soltado... y mucho. De Edgar Cotes ya hace más tiempo que lo tengo fichado, pero también hasta hace poco no se ha soltado y ha despuntado y brillado como nunca. Ambos autores me dieron en pocos meses grandes alegrías con dos obras tan distintas como Un ángel cruel (Cotes) y Ante dioses indiferentes (Ledesma). El punto en común es que son las novelas que más he recomendado este año a mis amistades.
Empiezo con Fam, de Ivan Ledesma porque es la primera historia que me he leído de este Gatzara. Encontramos aquí a un Ledesma desatado que juega con nosotros con un cuento de terror que combina el horror cósmico con buenas dosis de humor negro. Entidades cósmicas, vampiros, caníbales… y todo ello en 70 páginas. Coherencia, humor y mala leche. Lástima que no sea más larga. Podríamos considerar esta novela corta como un gran homenaje a la literatura de terror como lo fue en el cine Una cabaña en el bosque.
Me ha gustado mucho porque en cada capítulo encuentras una nueva sorpresa, porque el humor se combina con el terror más desatado y porque juega con muchos elementos típicos del terror fantástico pero de forma coherente y muy bien narrada. Quizás el Gatzara con el que he disfrutado más hasta ahora.
Y hablamos ahora de El millor amic del foc de Edgar Cotes y es que el de Balaguer se va consolidando poco a poco como una referencia ascendente de el fantástico en catalán. Éste es el primer trabajo que leo de él después del grandísimo Un ángel cruel y he quedado también muy satisfecho. Cotes nos anuncia al principio que se inspiró con un cuento de George R. Martín titulado “Una canción para Lya” (que por cierto para mí es uno de los mejores relatos de Martin) para acercarnos a la trama de space opera que tenemos en El millor amic del foc
Nos encontramos con una inquietante historia situada en un imperio galáctico lleno de maquinaciones políticas. Lia, hija de la condesa Foc-roent debe contraer un matrimonio por conveniencia con el heredero de una extraña luna de donde se extrae un mineral clave para el imperio. Los rumores dicen que los humanos de esa luna son monstruos, pero Lia acepta su destino por el bien de su familia. Cotes nos transporta a este universo de forma calmada y muy bien narrada. Con una prosa eficiente y en ocasiones poética. No desea tanto sorprendernos como que nos hipnotizamos por su historia. Y lo consigue sobradamente.
Encontraremos elementos perturbadores en forma de telépatas capaces de alterar el curso de una guerra o transformaciones en algo que parece obsceno pero en el fondo esta es la historia de Lia y las decisiones que tomará por muy duras que sean. Quizás me hubiera gustado un final más dramático (como el del cuento de Martin) pero me ha parecido igualmente una narración envidiable.
Muy contento, pues, de este tercer volumen de la colección Gatzara, donde se toca el terror —que en catalán siempre se le hecha enfalta— y una aventura de space opera muy digna de la mano de dos autores que están actualmente en mi punto de mira constante.
Eloi Puig
17/01/2025
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