El portal de los obeliscos
CF- CATASTROFISTA/ PODERES MENTALES
 
     
 
 
 
 

EL PORTAL DE LOS OBELISCOS
The Obelisk Gate
(2016)

N. K. Jemisin

Editorial:
Ediciones B
(2018)


Colección:
Nova

Núm:
---

Páginas:
396

Saga:
La tierra fragmentada/ 2

Novelas relacionadas:
La quinta estación
El cielo de piedra


Traductor:
David Tejera Expósito

 
     

El portal de los obeliscos

Hace casi dos años que leí La quinta estación, la primera entrega de la trilogía La Tierra Fragmentada, escrita por una autora que ha realmente roto esquemas en el panorama literario de la ciencia ficción actual. Y ahora que el tercer y último volumen ha salido a la calle es la hora de continuar (y finalizar) la trilogía. Me he esperado dos años expresamente pues debo reconocer que la historia que nos empezó a narrar N. K. Jemisin me atrapó desde el principio y no quería fragmentarla más de lo necesario (nunca mejor dicho). De hecho, creo que de todas las series que la editorial Nueva inició ese año, esta fue la más redonda de todas o al menos la que más expectativas creó.

Decía que la autora ha roto esquemas porque si bien ganó el premio Hugo en 2016 por La quinta Estación, volvió a repetir al año siguiente con El portal de los obeliscos, la segunda parte de la serie de la que hoy hablaremos, y volvería a ganar - una vez más- el Hugo hace pocos meses por la conclusión de la historia: El cielo de piedra. Y así, como quien no quiere la cosa se ha convertido en la única escritora que ha ganado el premio más prestigioso de ciencia ficción tres veces consecutivas. No es poco, como entenderéis.

Peo vamos al tema. La quinta estación nos situó en aquel macrocontinente llamado La Quietud donde los terremotos y desastres varios causados ​​por la enorme actividad sísmica del planeta provocaban cada cierto tiempo (años, siglos ...) una llamada quinta estación o lo que viene a ser lo mismo: una destrucción fulminante de buena parte de la civilización. También nos presentó a nuestra protagonista principal, Essun, a través de diferentes facetas suyas. Fue un volumen donde en cada página descubríamos una pequeña maravilla sobre cómo la humanidad se ha adaptado a la rotura de la tierra, a la desaparición de culturas y civilizaciones y en general como el ser humano ha mutado para sobrevivir a un planeta que parece abocado a querer destruir a la humanidad. Algo que ahora cobra más sentido cuando nos parece vislumbrar alguna teoría sobre Gaia. Toda aquella presentación inicial queda atrás porque en El portal de los obeliscos la premisa argumental se desarrolla ya en plena Quinta Estación y Essun tendrá que luchar para sobrevivir en una comu un tanto extraña repleta de orogenes y con una tarea de enormes proporciones sobre el espalda relacionada con el terrible cliffhanger que nos deparó el final del primer volumen.

Pero no será la única protagonista: La autora incorpora a Nassun, la hija fugada cuando el cataclismo familiar tuvo lugar al comienzo de la historia. Nassun, una joven de 10 años que parece haber heredado completamente los genes de su madre y que también se convierte en una orogén formidable. En este segundo volumen podremos comprobar por un lado como Essun profundiza con sus poderes de orogén pero también como su hija, a cientos kilómetros de distancia hace lo propio con su herencia genética.

Si bien la trama avanza relativamente poco en este segundo volumen sí me ha sorprendido el tratamiento de la esencia de los poderes orogénicos. Recordemos, tal como comenté en la anterior reseña, que estos poderes mentales están vinculados directamente con la capacidad de manipular la energía proveniente del planeta y por tanto detener o provocar episodios sísmicos. Lo curioso es que la autora aquí empieza a esbozar cómo funcionan realmente, y de hecho, de este análisis aunque torpe y poco profundo sale una palabra que nos llama la atención: Magia. Y es que estos hilos invisibles que los orogenes pueden manipular pueden considerarse una ciencia mental? O directamente algo que no podemos explicar y por tanto "magia"?. Esta delicada y extraña línea que separa los dos conceptos, la podemos romper a favor de lo que más nos convenga aunque en este caso yo me decanto por lar más de ciencia ficción que de magia y por tanto de fantasía.

En mi modesta opinión, este según volumen tiene un aire de novela de transición. Una vez conocemos la enorme y desmesurada tarea que debe llevar a cabo Essun y también observando la evolución de su hija, la información de que disponemos me lleva a pensar que El portal de los obeliscos aserena del arco argumental que ya conocemos y aporta relativamente pocos ingredientes nuevos pero a la vez nos conduce gradualmente hacia un final que se prevé épico.

También es cierto que aprovecha los espacios donde la trama avanza más lentamente para incidir en el papel -hasta ahora- secundario de la extraña raza de los comepiedras, quizás el exponente más significativo de fantasía que tiene la trilogía. El enigma de su origen añade un elemento más a tener en cuenta que supongo se resolverá a la conclusión de la trilogía.

N. K. Jemisin continúa compaginando prosa en tercera persona y también en segunda persona cuando nos habla de Essun. Es este último, un discurso vivo, directo, que le otorga mucha más trascendencia porqué va dirigido a la protagonista de forma sobrecogedora e irrevocable. Es demoledor lo que ha hecho esta autora utilizando la segunda persona.

Ahora sólo toca esperar la conclusión que hallaremos en el tercer volumen, El cielo de piedra. Y os aseguro que no tardaré dos años a empezarlo..

Eloi Puig, 08/02/2019

 

Premios:

2017 Hugo

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