Al finalizar el primer volumen de la trilogía Nacidos en la bruma uno se queda parado al rememorar las increíbles dosis de fantasía original y bien trabajada que acaba de devorar de la mano de Brandon Sanderson. Tal es esa sensación que lo primero que te viene a la cabeza es continuar leyendo el segundo volumen inmediatamente para seguir disfrutando sin parar. Yo preferí dejar la trilogía en reposo unos meses. No sé si hice bien o no, lo que es del todo cierto es que Sanderson sigue ofreciendo una altísima calidad imaginativa y argumental en el presente título, El pozo de la ascensión, aunque por razones obvias el factor sorpresa ya no es el mismo que el volumen anterior.
Las aventuras narradas en El pozo de la ascensión siguen unos meses después de donde se quedaron en la anterior lectura: Luthadel, la antigua capital del Imperio Final ahora es gobernada por un rey, Elendel, que instaura pautas democráticas a la población para dotar de los mismos derechos a nobles y a skaa. La acompaña Vin nuestra heroína, nuestra mata-dioses que verá como la escasez de atium, el mineral que le permite ver el futuro, especialmente durante los combates, será el centro de sus problemas y también el foco de atención los ejércitos que rodean la ciudad.
Tanto el padre de Elendel, Straff Venture, antaño el noble más poderoso de Luthadel después del Lord legislador, como otros ejércitos bajo el mando de otros reyes acosan a Luthadel. Toda la pandilla que planeó la caída del Lord legislador están ahora ayudando a un debilitado Elendel a defender una ciudad sin que se contemple ninguna esperanza de triunfo. Mientras, asistiremos a la presentación de nuevos personajes, tanto el mencionado Straff, como un misterioso nacido en la bruma que parece tener una inquietante atracción-repulsión por Vin. También Sazed, nuestro entrañable ex-mayordomo ferruquimista y ahora Guardador descubrirá extraños secretos que perturbarán aún más la inestable territorio que una vez ocupó el Imperio Final.
Y es que este segundo volumen es por un lado una novela de transición hacia un final que se prevé espectacular. El lector presumiblemente esperaba encontrar muchas respuestas a como el Lord Legislador adquirió los poderes del mítico Pozo de la Ascensión, y es cierto que al final del libro se descubren nuevos secretos y se resuelven algunos misterios pero el grueso de la acción del libro recae en la política planificadora de cómo defender una ciudad completamente sitiada y sin recursos. Elendel tomará mucho más protagonismo y en cambio el grupo de brumosos quedará más en en un segundo plano. Vin seguirá haciendo lo que mejor sabe hacer y aprendiendo aún más sobre sus habilidades pero el autor ha preferido frenar un poco el sentido de la maravilla que se desataba cada capítulo del volumen anterior para sentar las bases de un final que como decía, se prevé épico.
Los sentimientos y las necesidades de buscar una identidad propia son uno de los puntos importantes que Sanderson trabaja en esta segunda novela. Tanto Elendel que debe pasar de simple noble a devenir rey y de preocuparse por miles de personas, Skaas, que hasta ahora estaban sometidos a la más brutal de las esclavitudes; como Sazed, el cual deberá descubrir su rol en la vida, si su vocación debe dirigirse hacia enseñar sus enormes conocimientos por todo el territorio ahora que está libre o si debe comprometerse en encontrar soluciones a los males del mundo que está detectando. Pero también Vin dudará entre sí es una elegida, una mesías, o una simple herramienta de matar al cargo de los poderosos. Todas estas disyuntivas, decisiones y dudas son planteados por Sanderson como un camino interno que los personajes deben seguir para evolucionar, para madurar y para poder afrontar lo que les espera.
¡Pero que nadie se asuste! El alomància (Y la ferruquimia) siguen presentes y con más fuerza que nunca en las páginas de El pozo de la ascensión. Vin continúa investigando y probando sus poderes quemando nuevas aleaciones de metales que la harían prácticamente invulnerable de no ser por la falta de atium. Además toparemos con nuevos retos que desafían la imaginación como es la aparición de los Koloss o también del tratamiento con más profundidad de las extrañas criaturas llamadas kandras, también aquí con un papel mucho más reconocido.
Puede parecer que El pozo de la ascensión, es una novela un poco larga y que no cuenta con la intensidad de la primera pero yo creo que más bien el hecho es que el lector quería devorar la trama argumental de golpe, y más después del gran final de la primera novela. Estoy seguro de que Sanderson no decepcionará a nadie y que El héroe de la eras, el tercer volumen de la trilogía tendrá el final esperado. Me sería impensable que este autor que ha revolucionado la fantasía moderna, que escribe siempre siguiendo unas estrictas leyes mágicas que él mismo ha diseñado hasta el detalle, no tenga preparada una gran conclusión a la trilogía.
Esto lo sabré más pronto que tarde. Esta vez no esperaré tanto a leer el siguiente volumen.
Eloi Puig, 26/01/18
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