La cicatriz
FANTASÍA FICCIÓN
 
     
 
 
 
 

LA CICATRIZ
The Scar
(2002)

China Miéville

Editorial:
La Factoría (2002)

Colección:
Solaris Ficción

Nº:
28

Páginas:
502

Serie:
Bas-Lag

Lecturas relacionadas:
La Estación de la calle Perdido
El Consejo de hierro

Otras ediciones:

3444 XX. xx, xx

 
     
Título

China Miéville revolucionó el fandom con La Estación de la calle Perdido, una fábula gótica ambientada en un mundo al más estilo Steam-Punk: Un mundo con capacidad para desarrollarse con la tecnología de vapor, pero también con la magia, un mundo poblado por humanos pero también por cactus, khepri, vampiros, hombres-pájaro y décenas de otras razas fantásticas, un mundo con territorios por descubrir y con teorías para desarrollar…

Con La Cicatriz no se queda corto, más bien al contrario: nos abre las puertas del mundo de Bas-lag, nos presenta más maravillas y más enigmas y lo hace de forma increíble. Y esto demuestra que La Estación de la calle Perdido no fue un libro fruto de la casualidad, una de aquellas rarezas imprescindibles que no se vuelven a repetir. No, Miéville se ha consolidado como un gran escritor en esta tercera novela (la segunda ambientada en Bas-lag). Quizás uno de los mejores de esta hornada del nuevo milenio.

Cómo decía, en La Cicatriz se nos abren las puertas a una parte del mundo de Bas-lag y a todas sus fantasías. Parece que el talento de Miéville no tenga fin, a cada capítulo encuentra recursos para enumerarnos con increíble detalle más culturas, razas, costumbres, lugares y aventuras. Una isla pirata que se desplaza por los mares, una conspiración política que puede cambiar la historia, un animal desmesurado que proviene de otro universo, una ventana por dónde se escapan las posibilidades, unas razas viejas como el tiempo y otras de nuevas pero no menos interesantes, todo esto combinado da una obra llena de aventuras y de misterios. Una novela que mezcla la fantasía más desmesurada con la ciencia ficción más increíble: Viajes dimensionales, teoría de posibilidades (en este punto pensé inconscientemente con Cuarentena de Greg Egan). Una mezcla que te hace plantear más que nunca dónde acaba la fantasía y dónde empieza la ciencia ficción.

La Cicatriz está más bien estructurada que La Estación de la calle Perdido, más elaborada, quizás menos poética , con la prosa menos barroca, más directa… pero sin perder ninguno de sus valores literarios.

La lástima es que al igual que la primera novela, parece que Miéville no sepa redondear sus obras, las acaba, las finaliza pero siempre deja aquel tema medio abierto, aquella línea argumental medio cerrada… que almenos te da ganas de continuar leyendo sobre Bas-Lag.

En definitiva, ni mejor ni peor que La Estación de Calle Perdido por el hecho que la que leyamos primero es la que nos sorprenderá más, la primera por ser oscura, gótica, a menudo desagradable… y la segunda por ser más aventurera, más abierta, más fantástica… espero que Miéville saque rápidamente la tercera novela ambientada en Bas-lag… seré de los primeros en comprarla.

 

Premios:

2003 Locus Fantasía

 

 

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