Pues han pasado casi 10 años desde que un amigo me recomendó
por primera vez leer "Aciago encuentro en Lankhmar",
uno de los cuentos que componian el primer volumen de la saga de
Fafrhd y el ratonero geris. Y aquí estoy, unos años
más tarde, intentando realizar una pequeña reseña
sobre el último volumen de la saga: La Hermandad de
las espadas.
Y qué puedo decir que no haya comentado en anteriores reseñas?
Sí a veces, aún me pregunto porqué he continuado
leyendo los volúmenes de la saga, cuando algunos de ellos
me han desconcertado hasta el extremo de parar la lectura del siguiente
volumen durante años pero otros me han hecho aflorar una
sonrisa de oreja a oreja mientras me decía: "Eloi,
esto es bueno, muy bueno, no te lo dejes perder!". Supongo
que el hecho que la saga se haya escrito en diferentes períodos
y sin demasiado orden cronológico ha hecho decaer el interés
por ella, pero que Fritz Leiber tenga un dominio de la prosa tan
delicioso ha provocado que me haya obligado a seguir leyendo más
por el continente que por el contenido, más por el placer
de ller una buena literatura que por que las aventuras de los dos
bribones (hablando cariñosamente) sean muy adictivas.
La Hermandad de
las espadas nos presenta las últimas
aventuras de los protagonistas de la saga, i la acción de
los cuatro cuentos que lo conforman sigue immediatamente a los hechos
sucedidos en el anterior volumen: Espadas
y magia helada. Los dos primeros cuentos no pasaran a la historia:
Me refiero a "Magia marina" y "La criatura
marina", este último más simpático.
El tercero (La maldición de los pequeños y las
estrellas) retorna a la aventura donde intervienen los particulares
dioses de Newhon, que yaotras veces han hecho sufrir pequeñas
desgracias a los dos héroes. Es un cuento entrañable,
sin resultar perfecto, que recuerda en buena maedida a "Bajo
los pulgares de los dioses" (Espasa
y magia helada).
Y finalmente, Leiber nos escribe "El ratonero desciende".
Una de las aventuras más fantasiosas escritas por el autor
donde a parte de la increible (literalmente) mala jugada a que se
ve sometido el ratonero, sirve de pretexto para recordarnos buena
parte de las aventuras de los dos héroes. Así, aparecen
personajes de otos volumenes entre los que destacan Hisvet y Frix
(Las espadas de Lankhmar)
y Quarmall (Espadas
contra la magia). Es un cuento (Casi una novela corta) que mantiene
la tensión pero que también se va por la ramas, donde
las buenas ideas iniciales acaban emigrando y donde el autor parece
que simplemente se lo quiera pasar bien en la última aventura
de Fafrhd y el ratonero. Un cuento que te puede narrar desde el
terror más profundo e inquietante a la aventura más
sensual (y lésbica) que recuerdo. En definitiva, un cuento
que el autor acaba como puede pero que tien grandes detalles.
Y eso es todo. Atrás quedarán pequeñas obras
maestras como "Aciago encuentro en Lankhmar"; "Malos
tiempos en Lankhmar", "Los señores de Quarmall"
o la novela Las espadas de
Lankhmar. Toda una saga que hay que saber apreciar aún
con los altibajos y que seguro tiene un cosa a favor: La enorme
influencia que ha dado a los autores posteriores.
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